dijous, 28 de novembre del 2019

Plantar más de 500.000 millones de árboles: nuevo reto científico contra la crisis climática

Plantar más de 500.000 millones de árboles: nuevo reto científico contra la crisis climática

Un estudio publicado en ‘Science’ indica que existe espacio suficiente para incrementar un 25% la superficie forestal y, así, reducir un 25% los gases de efecto invernadero en la atmósfera




Plantar más de 500.000 millones de árboles: nuevo reto  científico contra la crisis climática
La madera de árboles como la secuoya gigante conocida como General Sherman (centro) retiene carbono y contribuye a reducir la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera (zodebala / Getty)
La forma más eficaz, rápida y barata de hacer frente a la crisis climática podría ser plantar árboles. Eso sí, muchos árboles.
De momento, para reducir en aproximadamente un 25% la cantidad global de gases de efecto invernadero (causantes del cambio climático) presentes en la atmósfera sería necesario aumentar la superficie forestal también en un 25% (respecto a la cifra actual), incluyendo en estos terrenos como mínimo 500.000 millones de árboles de nueva plantación.
Estos son los cálculos que se exponen en un estudio publicado esta semana en la revista Science por un equipo liderado por investigadores del Instituto de Biología Integrativa del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zurich (ETH-Zurich).
La propuesta es ambiciosa pero posible, y además podría ser la más “barata” si se compara con otras propuestas para reducir a gran escala la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera. En casos como este las cifras son tan altas que inducen a engaño. Para tener una referencia se debe recordar que en todo el planeta viven en la actualidad unos tres billones de árboles, según los cálculos de diversos estudios anteriores.
El equipo que encabeza Jean-Francoise Bastin destaca en el resumen del artículo de esta semana en Science que lo más importante de su propuesta es que la reforestación o restauración de superficies forestales a escala global ayudaría a la captura de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático.
Los mapas y modelos generados por este equipo formado por expertos de Suiza, Italia y Francia indican que existe superficie suficiente para incrementar la masa forestal en un 25% sin que ello represente perjuicios irreversibles para la producción agrícola o los ecosistemas naturales.
Los investigadores utilizaron Google Earth para ver en qué áreas podrían plantarse más árboles, al tiempo que se mantiene el espacio para las personas (agricultura y zonas urbanizadas) y los ecosistemas naturales. Jean-Francois Bastin, explica que han calculado que hay espacio para cuando menos un billón de árboles más, pero podrían ser 1,5 billones.



El nuevo estudio indica que también se deben tener en cuenta los árboles en zonas urbanas o periurbanas
El nuevo estudio indica que también se deben tener en cuenta los árboles en zonas urbanas o periurbanas (Ana Jiménez)
En el resumen de su estudio, los autores se limitan a proponer un incremento del 25% la superficie forestal, una acción que podría tener como resultado la captura de 200 gigatoneladas adicionales de carbono -que quedaría retenido en la madera y por tanto dejaría de estar en la atmósfera en forma de dióxido de carbono. La propuesta que ahora se presenta es, “por mucho, por miles de veces más, la solución más barata al cambio climático” y la más efectiva, dijo Thomas Crowther, coautor del estudio y ecólogo especializado en el cambio climático en el ETH Zurich, en declaraciones recogidas por AFP.
La propuesta de plantación masiva de árboles, sin embargo, no sustituye el hecho de que es necesario dejar de quemar petróleo, carbón y gas, las causas principales del calentamiento global, destaca el profesor Crowther. “Nada de esto funciona sin recortes en las emisiones”, recuerda el experto.



Plantación popular de árboles en el Parque de la Serralada de Marina, en Tiana
Plantación popular de árboles en el Parque de la Serralada de Marina, en Tiana (Diputació de Barcelona)
Tampoco parece realista pensar que repentinamente todo el mundo empezarán a plantar árboles frenéticamente, aunque de forma local ya se están poniendo en práctica experiencias de este tipo, reconoce zado, señaló Crowther.“Ciertamente es un desafío monumental, que es exactamente la magnitud del problema del cambio climático”, afirmó.
El biólogo conservacionista de la George Mason University (Estados Unidos) Thomas Lovejoy, conocedor del estudio pero no relacionado directamente con su redacción considera que la nueva propuesta es “una buena noticia” porque plantar árboles también ayudaría a detener la pérdida de biodiversidad.
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Artículo científico de referencia:
The global tree restoration potential Jean-Francois Bastin et al. Science 05 Jul 2019: Vol. 365, Issue 6448, pp. 76-79 DOI: 10.1126/science.aax0848
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Plantar más de 500.000 millones de árboles: nuevo reto científico contra la crisis climática

Un estudio publicado en ‘Science’ indica que existe espacio suficiente para incrementar un 25% la superficie forestal y, así, reducir un 25% los gases de efecto invernadero en la atmósfera



The global tree restoration potential Jean-Francois Bastin et al. Science 05 Jul 2019: Vol. 365, Issue 6448, pp. 76-79 ..DOI: 10.1126/science.aax0848 https://science.sciencemag.org/content/365/6448/76

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https://youtu.be/tUdI4Sc8Jks
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The global tree restoration potential Jean-Francois Bastin et al. Science 05 Jul 2019: Vol. 365, Issue 6448, pp. 76-79 DOI: 10.1126/science.aax0848
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The global tree restoration potential

See all authors and affiliations
Science  05 Jul 2019:
Vol. 365, Issue 6448, pp. 76-79
DOI: 10.1126/science.aax0848
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The potential for global forest cover

The restoration of forested land at a global scale could help capture atmospheric carbon and mitigate climate change. Bastin et al. used direct measurements of forest cover to generate a model of forest restoration potential across the globe (see the Perspective by Chazdon and Brancalion). Their spatially explicit maps show how much additional tree cover could exist outside of existing forests and agricultural and urban land. Ecosystems could support an additional 0.9 billion hectares of continuous forest. This would represent a greater than 25% increase in forested area, including more than 200 gigatonnes of additional carbon at maturity.Such a change has the potential to store an equivalent of 25% of the current atmospheric carbon pool.
Science, this issue p. 76; see also p. 24

Abstract

The restoration of trees remains among the most effective strategies for climate change mitigation. We mapped the global potential tree coverage to show that 4.4 billion hectares of canopy cover could exist under the current climate. Excluding existing trees and agricultural and urban areas, we found that there is room for an extra 0.9 billion hectares of canopy cover, which could store 205 gigatonnes of carbon in areas that would naturally support woodlands and forests. This highlights global tree restoration as one of the most effective carbon drawdown solutions to date. However, climate change will alter this potential tree coverage. We estimate that if we cannot deviate from the current trajectory, the global potential canopy cover may shrink by ~223 million hectares by 2050, with the vast majority of losses occurring in the tropics. Our results highlight the opportunity of climate change mitigation through global tree restoration but also the urgent need for action.

dissabte, 23 de novembre del 2019

¿Qué se necesita para que las empresas mejoren nuestras vidas? David Korten

¿Qué se necesita para que las empresas mejoren nuestras vidas? David Korten

¿Qué se necesita para que las empresas mejoren nuestras vidas? David Korten
No hace mucho, la humanidad estaba fragmentada en sociedades aisladas organizadas en torno a diversas culturas e instituciones humanas muy variadas. Algunos satisfacían las necesidades de todos de acuerdo a una relación equilibrada con la naturaleza. Otros crearon divisiones crueles entre gobernantes brutales y masas esclavizadas. Las diferencias a lo largo de este espectro demuestran que somos una especie que alberga muchas posibilidades.
En las últimas décadas, la revolución en el transporte aéreo y las tecnologías de la comunicación ha hecho de los seres humanos una especie altamente interconectada e interdependiente, con un conocimiento significativo del alcance y las consecuencias de nuestras opciones culturales e institucionales.
Estos avances nos posicionan como una especie global que crea unida, por elección colectiva consciente: un mundo de paz, recursos compartidos, belleza, seguridad material y abundancia espiritual para todos.
Sin embargo hemos elegido un camino diferente. La fragmentación cultural e institucional de la humanidad ha dado paso a una sociedad global interconectada, hemos abrazado el dinero como si fuera nuestro valor común definitorio, la competencia por el poder y los recursos como nuestro modo dominante de relacionarnos, y las empresas transnacionales con fines de lucro con fines privados.
Este conjunto de opciones pone a la humanidad en un camino hacia el colapso ambiental y social, la posible autoexistencia y la posible destrucción de la capacidad de la Tierra para sustentar la vida.
Un mundo de posibilidades trágicamente incorrectas. Cinco tendencias globales dominantes que nos ponen en camino de convertirnos en la primera especie en la Tierra en elegir conscientemente su propia extinción.
1. Tecnologías destructivas de la vida. Nuestra energía nuclear, carbono, genética, modificación, y las tecnologías de inteligencia artificial nos dan la capacidad de destruir la capacidad de la Tierra para sustentar la vida. Seguimos aumentando los números e impactos potenciales de esas tecnologías sin tener en cuenta las consecuencias.
2. Desigualdad extrema. Toleramos una creciente brecha de riqueza que reduce cada vez más personas a vidas de desesperación mientras unos pocos se dedican al consumo despilfarrador  más allá de cualquier necesidad. Oxfam estima que la riqueza financiera de seis personas ricas supera a la mitad más pobre de la humanidad.
3. Consumo más allá de que la Tierra pueda sostener. La Global Footprint Network calcula que consumimos a una velocidad de 1,7 veces la capacidad de regeneración de la Tierra. Sin embargo, nuestra prioridad económica sigue siendo acelerar el crecimiento añadido, sin preocuparse por quién se beneficia.
4. Influencia corporativa en el gobierno y la política pública. Facilitamos el creciente poder económico y político de las empresas transnacionales que maximizan los beneficios. Corporaciones dedicadas al propósito privado de hacer crecer los activos financieros de los propietarios y gerentes más ricos del mundo.
5. Pérdida de la legitimidad institucional. Experimentamos el auge de la política demagógica que sigue cuando las instituciones pierden legitimidad por falta de capacidad para atender las necesidades esenciales de la sociedad.
Estas tendencias son consecuencias predecibles de las elecciones institucionales basadas en una meta-narrativa muy defectuosa que ignora nuestra naturaleza esencial como seres vivos, tergiversa las fuentes de nuestro bienestar y felicidad, y niega las posibilidades superiores de nuestra naturaleza humana.
Tenemos el derecho y los medios para hacer diferentes elecciones. Sin embargo, para hacerlo, debemos ser claros sobre qué tipo de sociedad buscamos y sobre los cambios culturales e institucionales que esto requiere.

Definiendo nuestro sueño compartido

A medida que nos comprometemos a discutir posibles cambios de transformación en el futuro, es útil definir lo que estamos tratando de lograr. Los latinoamericanos hablan de vivir bien (buen vivir), un compromiso ahora consagrado en las constituciones de Ecuador y Bolivia.
Los africanos hablan de ubuntu (humanidad), que a menudo se traduce como “yo soy porque somos”. El partido gobernante de China ha incorporado a su constitución un compromiso con la civilización ecológica y ha declarado que “la naturaleza debe ser respetada, adaptada y protegida … ”.
En su presentación del 18 de octubre de 2017 en el 19º Congreso Nacional del partido, el presidente de China, Xi Jinping, ratificó este compromiso y observó que: “El hombre y la naturaleza forman una comunidad de vida; Nosotros, como seres humanos, debemos respetar la naturaleza, seguir sus caminos y protegerla. Solo observando las leyes de la naturaleza puede la humanidad evitar errores costosos en su explotación. Cualquier daño que infligimos a la naturaleza eventualmente volverá a atormentarnos. “Esta es una realidad que tenemos que enfrentar”.
China enfrenta enormes obstáculos para cumplir esta visión. Pero el hecho de que sus líderes hayan presentado el desafío tan claramente es una fuente de esperanza para la humanidad.
En 2015, el Parlamento de las Religiones del Mundo emitió una Declaración sobre el Cambio Climático que hablaba de una civilización ecológica en estas palabras finales:
“El futuro que abrazemos será una nueva civilización ecológica y un mundo de paz, justicia y sostenibilidad, con el florecimiento de la diversidad de vida. Construiremos este futuro como una familia humana dentro de la Gran Tierra comunidad.”
La civilización ecológica parece ser un nombre apropiado para un futuro que cumple el sueño negado de la humanidad. Ecológico es ampliamente inclusivo de todos los seres vivos. Se enfoca en la capacidad de los organismos vivos para auto-organizarse en relaciones diversas, interconectadas e intrínsecamente simbióticas para crear las condiciones esenciales de la vida. La civilización evoca la profundidad de la transformación cultural e institucional necesaria para crear un futuro humano que sea verdaderamente civil.

La servidumbre hacia los fines no son los nuestros

El sistema institucional que pone en peligro el futuro de la humanidad está guiado y legitimado por una metanarrativa elitista, en este caso una ideología política, conocida como neoliberalismo. Esa ideología ignora nuestra naturaleza como seres vivos, nuestra necesidad de amor y significado, y el papel necesario del gobierno en la protección del interés público y en la garantía de los servicios esenciales.
La retorcida lógica y los valores del neoliberalismo se queman en nuestra conciencia a través de memes cuidadosamente elegidos y repetidos constantemente: “crecimiento económico”, “mercado libre”, “libre comercio”, “corporaciones multinacionales” y “gobierno limitado”. Cada una es una frase clave. que prioriza los intereses financieros privados sobre los intereses de la comunidad pública.
El “crecimiento económico” prioriza las transacciones de mercado que aumentan el PIB sobre el autocuidado y las donaciones que no lo hacen. “El mercado libre” significa libertad para que las corporaciones hagan lo que maximice las ganancias, sin reglas públicas ni supervisión. “Comercio libre” significa acceso corporativo sin restricciones a la mano de obra y los recursos más baratos del mundo para maximizar las ganancias vendiendo en los mercados más ricos. Las “corporaciones multinacionales” (en contraste con las “corporaciones transnacionales”) sugieren que las corporaciones que hacen negocios en varias naciones están arraigadas en cada una para ocultar la realidad de que no tienen ninguna lealtad a los intereses de ninguna nación y sus pueblos.
“Gobierno limitado” se traduce en bajos impuestos y dependencia de los servicios privatizados disponibles solo de las corporaciones que maximizan las ganancias para aquellos que pueden pagar lo que estas corporaciones optan por cobrar. Las escuelas de negocios han adoptado una extensión especializada de la narrativa neoliberal llamada Teoría de la empresa. Esta teoría se presenta como una explicación objetiva y sin valores de cómo las grandes corporaciones toman decisiones, no cómo deberían tomarlas.
Sin embargo, abarca el supuesto neoliberal de que la única responsabilidad de una empresa es maximizar los rendimientos financieros para los accionistas. Luego explora cómo se pueden estructurar los incentivos de gestión para garantizar que las ganancias se maximicen de hecho y los rendimientos se canalicen a los propietarios en lugar de a los administradores.
La teoría no hace referencia a los intereses de los trabajadores, las comunidades, las naciones o la naturaleza. Sin embargo, es aceptado por la mayoría de los maestros de administración de empresas como el establecimiento de un estándar por el cual las corporaciones deben tomar decisiones. Como entidad legal, una empresa transnacional es la creación del gobierno que emite su carta constitutiva. Por un precedente legal de larga data, este estatuto facilita la concentración de riqueza y proteger a los propietarios de la responsabilidad por los daños causados. Si una corporación sacrifica ganancias por un bien social más grande, la ley facilita la acción de los financieros privados para comprarlos y eliminar esta “expropiación” del derecho de los accionistas.
La corporación de propósito privado es una institución inherentemente ilegítima. Cuanto más transnacional sea su alcance y mayor sea su libertad de responsabilidad por sus daños a los demás, menos legítimo se volverá.
La Teoría de la Firma puede cumplir una función de importancia crítica al prestar atención al hecho de quienes toman las decisiones en las instituciones más poderosas de la sociedad no aceptan ninguna responsabilidad por el bienestar de sus trabajadores, sus clientes, los intereses nacionales de ningún país o la naturaleza. La teoría enmarcada de esta manera, revela la necesidad de una acción correctiva inmediata y decisiva.
Los educadores de negocios interesados en mejorar vidas necesitan educar a una audiencia mucho más amplia que el aula convencional sobre la amenaza existencial que la corporación de propósito privado representa para la sociedad.
También se requerirá su experiencia para elaborar memes metanarrativos y de apoyo que enmarcan la naturaleza y el propósito de las instituciones legalmente obligatorias de una civilización ecológica y una teoría que enmarca la mejor forma en que están estructuradas y se las arregla para cumplir ese propósito. Podríamos llamar a tal teoría la teoría de la comunidad.

Una narrativa para la Tierra 

Para encontrar nuestro camino hacia el sueño compartido de la humanidad, debemos comenzar no con lo que debe hacer la empresa, ni siquiera con la sociedad, sino con cómo se organiza la vida.
La comunidad científica está descubriendo que los organismos vivos complejos existen solo en comunidades multiespecíficas que se autoorganizan para crear y mantener las condiciones esenciales para su existencia. En lugar de organizarse como jerarquías controladas centralmente, se organizan como holónicas autoorganizadas, todos interdependientes que trabajan juntos como partes para crear y mantener un total aún mayor.
Estos procesos sirven como el marco fundamental para la nueva meta-narrativa de los sistemas vivos. Nuestros propios cuerpos proporcionan un ejemplo familiar de cómo los organismos vivos se organizan como comunidades vivientes de organismos interdependientes.
Cada cuerpo humano es una comunidad selectiva de decenas de trillones de células vivas que se adaptan y toman en forma individual y que crean y mantienen los órganos esenciales del cuerpo y las colonias de microbios beneficiosos.
Juntas, estas partes interdependientes gestionan un intercambio constante de energía, nutrientes, agua e información para crear y mantener el cuerpo que sirve como el crisol de nuestra conciencia y el instrumento de nuestra agencia.
La complejidad de los procesos involucrados desafía la comprensión humana actual. Nos falta incluso el lenguaje para describirlos adecuadamente. Sin embargo, todos los procesos se desarrollan con tan poco esfuerzo de nuestra parte que los damos por sentado y no sentimos la necesidad de atenderlos.
Living Earth es en sí mismo un complejo de comunidades ecológicas interconectadas en su totalidad. Cada una está compuesta por innumerables especies que participan en el intercambio continuo de energía, nutrientes, agua e información para regenerar suelos, acuíferos, arroyos y ríos, secuestrar el exceso de carbonos, toxinas y otros desechos, capturar energía solar, purificar el aire y estabilizar clima y temperaturas en medio de temperaturas externas en constante cambio y suministros disponibles de agua, nutrientes y energía.
Estos procesos autoorganizados controlan simultáneamente las poblaciones de especies individuales para mantener la diversidad multiespecífica esencial para la salud general del ecosistema.
Así como cada célula del cuerpo es parte de un todo más grande e interdependiente llamado “yo”, nosotros los humanos somos parte de un todo más grande e interdependiente llamado Tierra.
Sin embargo, los humanos hemos llegado a relacionarnos con la Tierra más como parásitos que como miembros contribuyentes e interdependientes de la comunidad de la que dependemos. Hemos abrazado a la corporación de propósito privado como un instrumento institucional favorecido de nuestro parasitismo.
Las instituciones humanas son creaciones humanas. Las instituciones legítimas son responsables ante las comunidades que las crean para mejorar las vidas de quienes dependen de ellas.

Instituciones para servir los fines que buscamos

Los humanos no viven solo por las narraciones. Creamos instituciones que alinean nuestro comportamiento colectivo con nuestras narrativas. La contemplación del diseño de las instituciones formales de una civilización ecológica comienza con la articulación de los resultados que buscamos.
En el nivel más fundamental, buscamos una sociedad global que satisfaga las necesidades materiales esenciales de todas las personas al mismo tiempo que restaura y mejora la salud y la productividad de los sistemas naturales de la Tierra. El cumplimiento de este objetivo requerirá que las instituciones, incluidas las instituciones de negocios y economía, apoyen los resultados de cuatro sistemas.
1. Armonía en la Tierra: el imperativo de equilibrar la carga ambiental total de la humanidad con la capacidad de los sistemas generativos de la Tierra. Se requiere una acción inmediata para eliminar el consumo no esencial, incluidos los preparativos y las consecuencias destructivas de la guerra. Se requiere una acción a más largo plazo para crear estructuras institucionales y físicas que hagan que lo correcto sea fácil y agradable, por ejemplo, diseñar entornos urbanos para hacer que los elementos esenciales de la vida diaria sean fácilmente accesibles en transporte público, andar en bicicleta o caminar en vecindarios seguros y agradables.
2. Distribución equitativa: el imperativo de lograr una distribución justa y equitativa de la riqueza y el poder. Se requiere una acción inmediata para detener la mayor concentración de la riqueza mientras se avanza en su redistribución a largo plazo, restaurar los bienes comunes y conectar los derechos de propiedad con sus responsabilidades correspondientes.
3. Tecnología al servicio de la vida: el imperativo de tomar decisiones tecnológicas que fortalezcan en lugar de perjudicar la capacidad regenerativa de la vida. Se requiere una acción inmediata para eliminar el uso de tecnologías dañinas. Se necesita una acción a más largo plazo para desarrollar aún más las tecnologías que sirven la vida.
4. Responsabilidad democrática: el imperativo de asegurar que todo el poder institucional sea responsable ante las comunidades vivas de las personas y la naturaleza al servicio del bienestar del conjunto. Se requiere una acción inmediata para bloquear una mayor concentración del poder corporativo, al mismo tiempo que se toman medidas a más largo plazo para asegurar la responsabilidad de los gobiernos ante la gente, romper las concentraciones existentes del poder corporativo y establecer reglas que aseguren la responsabilidad corporativa ante las comunidades en las que lo hacen negocio.
El diseño y la gestión de las instituciones de apoyo de la civilización ecológica se basan adecuadamente en nuestro conocimiento en rápida expansión de la organización de sistemas naturales saludables. Esto nos llama a la transición de instituciones jerárquicas que facilitan la explotación de las personas y la Tierra a instituciones holónicas que facilitan la autoorganización para el bienestar de todos.

Hacia una teoría de la comunidad

La Teoría de la Comunidad abarca la vida como su valor definitorio y la mejora de la vida como su propósito definitorio. Dos grupos de principios pueden guiar el diseño y la gestión institucional: principios éticos y principios estructurales. Los principios éticos de las instituciones de una civilización ecológica están bien enmarcados en un documento internacional conocido como la Carta de la Tierra.
El proceso de redacción de la Carta de la Tierra comenzó en 1987 con el llamado de la Comisión Brundtland a una “nueva carta” para establecer “nuevas normas” para guiar la transición hacia un futuro humano sostenible. En 1996, Maurice Strong, quien se desempeñó como secretario general de la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas de 1992 celebrada en Río de Janeiro, y Mikhail Gorbachev, ex presidente de la Unión Soviética, creó la Comisión de la Carta de la Tierra, que coprotagonizó con otros tres líderes de Asia, África y América del Sur.
Por invitación de ellos, el teólogo, filósofo y filántropo Steven Rockefeller dirigió un comité de redacción internacional que realizó una larga encuesta de los principios relevantes del derecho internacional y durante más de tres años participó en consultas mundiales con miles de personas de diversas razas, culturas, tradiciones religiosas e  inclinaciones políticas.
El resultado fue la Carta de la Tierra, emitida el 29 de junio de 2000 en el Palacio de la haya. Es una declaración breve e inspiradora de fundamentos universales y principios éticos compartidos.
La Carta hace un llamado a la humanidad para que respete el valor inherente de todos los miembros de la comunidad de vida de la Tierra, cuide de esa comunidad en toda su diversidad e interdependencia, y reconozca la dignidad individual y colectiva inherente de todas las personas.
Nos recuerda que la libertad, el conocimiento y el poder conllevan su correspondiente responsabilidad individual y colectiva de cuidar el bien común.
Para cumplir con esa responsabilidad, la Carta afirma que debemos asegurar la generosidad y la belleza de la Tierra, al mismo tiempo que creamos sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas, celebren la diversidad y permitan que todas las personas logren una responsabilidad segura, significativa y ecológicamente responsable para los medios de vida de ahora y para todas las generaciones venideras.
En cuanto a los principios de la estructura institucional, la Carta exige el fortalecimiento de “instituciones democráticas en todos los niveles” para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la participación en la gobernanza. También es explícita en su llamado a “Requerir que las corporaciones multinacionales y las organizaciones financieras internacionales actúen de manera transparente en el bien público y las responsabilicen por las consecuencias de sus acciones”. Estos principios necesitan más detalles.
Con este fin, ofrezco las siguientes sugerencias para aplicar a todas las instituciones formalmente sancionadas por ley:
1. El propósito definitorio de todas las instituciones legalmente sancionadas es servir a la vida. Debido a que la vida es su propósito, su desempeño se evalúa apropiadamente contra las métricas de la función de vida saludable. El dinero y los negocios son medios, no fines.
Las principales unidades de organización son las comunidades vivas del lugar. Todas las instituciones legalmente formalizadas, incluidas las instituciones comerciales y bancarias, están debidamente fundamentadas, dedicadas a servir y son responsables ante las comunidades en las que funcionan.
3. La estructura del sistema es holónica, no jerárquica. El sistema está compuesto por comunidades anidadas en las que las estructuras organizativas de nivel superior son compatibles y, en última instancia, son responsables de las comunidades autónomas y autoorganizadas del lugar que mantienen mercados locales basados ​​en normas poblados por empresas de propiedad local y sus responsables.
4. Los flujos de recursos son circulares, no lineales. Los sistemas humanos se alinean con los sistemas regenerativos de reciclaje natural de la Tierra y facilitan la curación y la mejora de estos últimos en beneficio de todos.
5. El trabajo y el capital están unidos y equitativamente compartidos. La propiedad de los trabajadores y la comunidad elimina la separación del trabajo de la propiedad. Las recompensas financieras y espirituales son compartidas entre aquellos que contribuyen. Se elimina la propiedad en ausencia. La especulación y la manipulación financiera están prohibidas.
La transición exitosa a una civilización ecológica requerirá que aprendamos a encontrar nuestras necesidades como organismos inteligentes y conscientes de sí mismos en asociación simbiótica con el resto de la comunidad de vida de la Tierra.
Los principios de diseño institucional anteriores proporcionan un marco inicial para abordar los desafíos institucionales actuales. Si la humanidad decide hacer de la mejora de la vida un propósito definitorio de nuestras instituciones, la elaboración, el perfeccionamiento y la aplicación de los principios de una teoría de la comunidad pueden ocupar a los académicos de la organización y la gestión de las generaciones futuras.
Muchos de estos académicos se han preocupado por tiempo de facilitar la autoorganización dentro de grupos relativamente pequeños, una pieza fundamental de aprendizaje para organizar como holones en lugar de jerarquías.
Ahora debemos aprender a hacer esto en una macro, en última instancia, a escala global. Puede ser útil tener en cuenta que los organismos no humanos administran estos procesos sin un equivalente evidente de contables (dinero), estructuras de autoridad (gobiernos y corporaciones) o reglas formales (leyes y contratos legales).
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Es poco probable que la humanidad abandone el uso de estas instituciones. Sin embargo, es probable que necesiten un rediseño dramático para satisfacer las necesidades de una civilización ecológica para la cual la vida es el valor definitorio y el dinero es simplemente una herramienta útil.
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David korten
Autor estadounidense, ex profesor de Harvard Business School, activista político y fundador de Yes! Magazine
Fuente original: davidkorten.org

El capitalismo morirá sino vela por la igualdad de oportunidades. Raghuram Rajan

El capitalismo morirá sino vela por la igualdad de oportunidades. Raghuram Rajan

El capitalismo morirá sino vela por la igualdad de oportunidades. Raghuram Rajan
Considerado uno de los pensadores económicos más importantes de nuestro tiempo, su nombre ha sonado últimamente como sucesor del canadiense Mark Carney al frente del Banco de Inglaterra.
Raghuram Rajan, distinguido profesor de la Universidad de Chicago, ex economista jefe del FMI, jefe del banco central de la India y autor de interés.
Su último libro, The Third Pillar (El Tercer Pilar) ofrece un marco magnífico para comprender cómo interactúan estas tres fuerzas: el estado, los mercados y nuestras comunidades, por qué las cosas comienzan a descomponerse y cómo podemos encontrar el camino de regreso a una situación más segura y estable.
Rajan plantea que los problemas de las actuales democracias liberales parten del desajuste de alguna de esas tres patas.
Mientras que el mercado y el Estado ampliaron sus ámbitos de acción, reduciendo la pobreza, generando empleos, promoviendo movilidad social, el tercero, la comunidad, ese grupo social que reside físicamente en un sitio específico, que comparte una cultura y define nuestra identidad, la comunidad, se quedó atrás.
Las consecuencias de que falle alguna de los pilares provocan diferentes disfuncionalidades en el entorno.
Los economistas tienden con demasiada frecuencia a centrarse en el mercado y estado, pero abandonar los problemas sociales a su suerte. Un contexto peligro que sirve de caldo de cultivo de populismos de izquierda y extrema derecha que esperan ese vacío para subir al poder.
Cuando en realidad Rajan explica que la economía es socioeconómica, es decir que todos los mercados están integrados en una red de relaciones humanas, valores y normas.
El profesor advierte de que “el capitalismo está bajo seria amenaza” en tanto en cuando no se adapte a las necesidades actuales, ya que “los mercados y el estado dejan a la comunidad atrás”.
Rajan enfatiza que los gobiernos ya no pueden darse el lujo de ignorar la desigualdad social en sus políticas económicas. La frustración de la sociedad seguirá creciendo si no hay un verdadero cambio fomentando la igualdad de oportunidades.
Para ello compara como en el pasado era posible obtener un trabajo de clase media con una “educación modesta”, mientras que a partir de la crisis del 2008 para obtener un trabajo equivalente “necesitas una buena educación·.
Redacción
En Positivo
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El Capitalismo de las ideas

El poder del colectivo.

El poder del colectivo.

El poder del colectivo.
El mundo vive  una catarsis a escala global. Distintos países: la sede del canal de televisión público de Atenas (ERT), la plaza Taksim de Estambul, las calles céntricas de Sao Paulo y el estímulo que significa el premio del Parlamento Europeo a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se convierten en punto de encuentro de sus gentes.
Emplazamientos eventuales donde reclamar derechos y combatir las injusticias. El poder del colectivo, unido por un mismo sentimiento. Algo está cambiando.
Tras un largo letargo la sociedad expresa su descontento contra un sistema opaco y desigual. El deseo unánime de una economía al servicio de las personas en lugar de una economía sostenida por el pueblo. Pues en esta relación bilateral únicamente se persigue que los mercados reconozcan los valores humanos y no únicamente aquellos valores financieros que precipitaron la crisis actual.
A colación de este tema, las expertas reflexiones del economista y activista político americano David Korten que  plantea que el estado del bienestar pasa por la expansión de la economía cooperativa (Shareconomy) “Ahora lo que necesitamos es un sistema monetario que conecte los recursos reales con necesidades reales, crear verdadera riqueza comunitaria a nivel de la comunidad”.
Y si pensamos en un ajuste ideal de mercado sin duda la equiparación de  los derechos  entre oferta y demanda. Por fin un hecho con la tendencia Pretail que otorga al consumidor el rol proactivo, ya puede participar, decidir y apoyar sobre aquellos productos o servicios antes de ser lanzados comercialmente.
Queda claro que la unión hace la fuerza. Gracias a  la participación de todos se construye una nueva democracia.
Ejemplo de ello los nuevos esfuerzos por la abolición de la pena de muerte en el V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, con esperanzas de una pronta erradicación “creo que si Obama da un paso adelante y sobre todo si a China la ponemos un poco en su sitio, quizá en unos diez o quince años la pena de muerte pase a ser ya un recuerdo, un recuerdo muy malo, pero ya estará en la historia”, asegura Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte.
Diferentes muestras de que no hay nada más preciado que ejercer  libertad del individuo, la libertad de expresión y el poder del colectivo para cambiar las cosas.
Aunque me repita, hoy otro mundo es necesario.
Y lo mejor de todo,  es que es posible.
Jorge Dobner
Editor
En Positivo
https://enpositivo.com/2013/06/editorial-de-jorge-dobner-el-poder-del-colectivo/

Economía para la gente. David Korten

Economía para la gente. David Korten

Economía para la gente. David Korten
Voces de todos los sectores, desde activistas estudiantiles hasta el Vaticano, avanzan para reclamar una economía que sirva al bienestar de las personas y de la Tierra. El Papa Francisco habla de los fallos sociales y ambientales de una economía dedicada a la idolatría de dinero. Los trabajadores y sus sindicatos se unen a la observación desgarradora de que “No hay buenos trabajos en un planeta muerto”.
China ha enmendado su constitución para incorporar un compromiso con el medio ecológico. Un movimiento político liderado por jóvenes pide un Nuevo Acuerdo Verde para transformar el Economía de EE.UU. El Club de Roma reclama iniciativas económicas que aborden la crisis existencial de la humanidad, la crisis climática, una nueva civilización.
Repensando la Economía, un movimiento estudiantil global exige la reforma de los seminarios de economía donde rara vez se menciona la pobreza, el cambio climático, o la desigualdad.
Los movimientos se han unido bajo la bandera WEALL para trabajar por una economía dedicada al bienestar de las personas y del planeta. Estas voces y más están respondiendo a una conciencia cada vez mayor en que las personas compiten cada vez menos por un mundo en el que el poder y la riqueza están más concentrados, la humanidad está en el camino de la auto-extinción.
Los economistas del siglo XX prometieron que un PIB creciente conduciría a una prosperidad cada vez mayor para todos. Abrazamos su consejo y nos animaron los informes del creciente PIB nacional y mundial.
Debajo de ese crecimiento, sin embargo, hay una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, ya que los beneficios del crecimiento se canalizaron hacia los más ricos, y los menos ricos lucharon contra las consecuencias de una creciente población humana dependiente de la decreciente capacidad regenerativa de un planeta moribundo.
(…)
La búsqueda de una nueva economía comienza reconociendo la realidad detrás de la humanidad. El rápido desarrollo de la crisis existencial y el desafío y la oportunidad que presenta.
Documentos como la Carta de la Tierra, la encíclica ‘Laudato Si ‘del Papa Francisco y la La Declaración hacia una ética global del Parlamento de las Religiones del Mundo proporciona orientación útil.

El desafío existencial de la humanidad

Según las estimaciones de la Global Footprint Network, la especie humana consume actualmente a una velocidad de 1,7 veces lo que la capacidad regenerativa de la Tierra puede sostener. Otras fuentes dicen que las seis personas que poseen los mayores activos financieros igualan a lo que tiene la mitad de la humanidad.
Muchas fuentes documentan la desesperación diaria de miles de millones de personas  luchando por satisfacer sus necesidades diarias de comida, agua y refugio. La economía que necesitamos para guiar nuestro camino en un mundo del siglo XXI será un faro en lo que es más esencial para nuestro bienestar. Nos recordará nuestra responsabilidad de cuidar los unos de los otros y a la tierra.
Nos desafiará a poner la cooperación antes de la competencia y el bienestar de la comunidad ante las ganancias corporativas. Y se extraerá de todas las fuentes de conocimiento humano y comprensión para guiarnos a la cultura, instituciones, tecnología, e infraestructura de una nueva civilización, una civilización ecológica, que asegura el bienestar de las personas y la Tierra en formas espiritualmente satisfactorias.
El éxito requerirá reducir la carga humana en los sistemas regenerativos de la Tierra al menos el 40 por ciento. Lejos de pedir un sacrificio, sin embargo, esta es una oportunidad para cumplir una sueño largamente negado de un mundo de paz, belleza, suficiencia material, abundancia espiritual, y oportunidad creativa para todos.
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A continuación, presento una visión inicial de algunos de los desafíos que definen una economía del siglo XXI.

Diez desafíos definitorios para la economía del siglo XXI

1.Hacer del bienestar nuestro objetivo común, por lo que es mejor que estemos seguros de que lo que medimos es lo que queremos. Durante unos 80 años, la mayoría de las naciones han medido el PIB y han hecho de su crecimiento un factor determinante, de prioridad nacional. Los aumentos en el PIB mundial y nacional y los ingresos per cápita han ha sido impresionante, los principales economistas nos aseguran que las vidas están mejorando para la mayoría gente en todos lados. Incluso con el rápido crecimiento de la población humana, los aumentos en los ingresos per cápita promedio han sido alentadores.
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Sin embargo, la gestión de una economía compleja para asegurar el bienestar de las personas y el planeta requiere un panel de indicadores que nos guían en los complejos procesos de mantenimiento de una relación equilibrada entre las personas y la tierra.
Aunque la implementación es en última instancia, compleja, el primer paso es simple y obvio: elija el bienestar de la gente y el planeta como nuestro objetivo común, crear un panel de indicadores para guiarnos, y ajustar el tablero de instrumentos a medida que aprendemos.
2. Aprendan unos de otros y de la naturaleza mientras creamos un nuevo futuro juntos. A medida que los economistas del siglo XX han lidiado con el problema de las causas la degradación de la Tierra, lo mejor que han encontrado como solución es una llamada a sostener constante en nuestra búsqueda de crecimiento y confiar en la tecnología para desacoplarnos de nuestra dependencia de la naturaleza.
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Nuestro desafío es aprender a estructurar y gestionar nuestra participación en las sinergias de la vida y los procesos de manera que los fortalezcan, en lugar de interrumpirlos. Se requerirá aguda observación, gran humildad y un intercambio de ideas sin ego, a medida que aprendemos como especie, lo que requiere transformar nuestras instituciones de abajo hacia arriba para alinearlas.
3. Separar la economía de la dependencia del crecimiento. Los economistas del siglo XX generalmente reconocen que la economía actual colapsa si no está creciendo. Pero, en lugar de identificar y tratar la causa, simplemente se aferran al crecimiento como un imperativo definitorio.
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4.Enseñar, valorar y recompensar la cooperación. Las teorías de los economistas del siglo XX asumen que los humanos son inherentemente individualistas, competitivos y materialistas.
Además, nos aseguran que estos comportamientos son una base del progreso humano. Si estas características definieran nuestra naturaleza humana inherente, los humanos habrían sido extinguidos hace mucho tiempo. Ningún humano puede vivir sin la naturaleza y ninguno puede reproducirse sin un compañero. Ningún padre tiene ninguna esperanza de cuidar y criar a un niño solo en un desierto y ausente el apoyo de otros humanos.
De acuerdo con el imperativo de cooperar, la mayoría de los humanos son corteses, amables, honestos y encuentran  placer en ayudar a los demás. La cooperación es una característica clave de las sociedades saludables, como es el intercambio gratuito de las lecciones de la experiencia.
5.Obrero avanzado y propiedad comunitaria. Cuando los humanos llegaron a dominar la Tierra y todos sus demás seres, olvidamos que nuestro bienestar depende de la salud y el bienestar del todo, interdependiente e indivisible, y sus muchas especies.
Finalmente, llegamos a creer que los humanos individuales tienen derecho a poseer, controlar y explotar la naturaleza para su beneficio exclusivo, aunque el trabajo humano no jugó ningún papel en su creación, y el bienestar humano depende de una alianza sinérgica fusionando trabajo humano y no humano.
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Los presuntos propietarios del capital natural no tienen derecho inherente a una recompensa más allá de cualquier contribución que puedan hacer a través de su trabajo para sostener o mejorar el rendimiento regenerativo de la naturaleza. Esto es básicamente el concepto de derechos de uso común en las sociedades tradicionales.
6.Gestionar la tecnología en servicio a la vida. La mayoría de las tecnologías no son ni buenas ni malas, su valor depende de cómo son usados. La humanidad está actualmente abrumada por los avances tecnológicos en comunicaciones, inteligencia artificial, modificación genética, control de plagas, enfermedades y extracción de recursos materiales.
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La mayoría de las tecnologías tienen potencial para beneficiar a las personas y al planeta, pero solo si se usan juiciosamente y con responsabilidad. Los seres humanos tienen el derecho y los medios para favorecer el desarrollo y la aplicación de la tecnología para reducir el impacto ambiental humano, restaurar la capacidad regenerativa.
7.Administrar nuestros números humanos y distribución. Un futuro humano viable depende de tomar acciones individuales y colectivas para gestionar nuestros números humanos y la distribución a través de la superficie de la Tierra como parte del cumplimiento de nuestra responsabilidad de gestionar nuestras huellas ecológicas individuales y colectivas.
La salud de cualquier sistema natural depende de su capacidad para equilibrar las poblaciones de sus variadas especies. No entendemos completamente la dinámica, pero parece que en naturaleza, los números están limitados por las interacciones entre las especies y las limitaciones de los recursos de los que todos dependen.
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8.Eliminar el abuso de la naturaleza. Una parte inconcebible de la huella ambiental colectiva de la humanidad viene de actividades que solo proporcionan beneficios a corto plazo para algunas personas o que no producen beneficio para cualquiera. La guerra y los preparativos para la guerra son un buen ejemplo de estas actividades.
Eso, si se elimina, reduciría significativamente la huella ecológica de la humanidad y simultáneamente produciría un aumento masivo en el bienestar humano.
Sí, habría empleos perdidos. Pero hay muchas maneras de que las personas liberadas de la mano de obra relacionada con la guerra puedan ponerse a trabajar para promover el bienestar de las personas y el planeta.
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9.Favorecer las economías bioregionales cíclicas libres de suburbios. La economía de la naturaleza es en todas partes local, cíclica y sinérgica. Satisface las necesidades locales con recursos locales, requiriendo un mínimo movimiento de insumos a larga distancia. Excepto por toxinas que la naturaleza secuestra y energía que el sol renueva continuamente, todo se reutiliza y recicla a perpetuidad a medida que los desechos de uno se convierten en alimento para otro.
Con la guía de los economistas del siglo XXI, los humanos pueden aprender a vivir de manera similar.
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10.Hacer honor al trabajo en todas sus formas. Como el legendario biólogo evolutivo Lynn Margulis observó: “La vida es materia con la capacidad de elegir ”. Elegir es en sí mismo una forma de trabajo y el trabajo es la diferencia entre la materia muerta y la materia viva. Cuando dejamos de trabajar, dejamos de vivir.
La vida tal como la conocemos existe solo como comunidades activas de organismos vivos que juntos crean y mantienen las condiciones esenciales para su existencia común.
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El trabajo define la distinción entre materia viva y muerta. Cuando el trabajo se detiene la materia viva se convierte en materia muerta. Es lo mismo para familias humanas, comunidades, y sociedades.
Cada uno está definido por las relaciones de los que trabajan en su mayor favor. No es de extrañar que un trabajo significativo sea esencial para nuestro sentido de autoestima y bienestar.
David korten
Autor estadounidense, ex profesor de Harvard Business School, activista político y fundador de Yes! Magazine
Fuente original: davidkorten.org
https://enpositivo.com/2019/06/economia-para-la-gente-david-korten/

dissabte, 9 de novembre del 2019

Dictamen Europeo SC/048 sobre nuevos modelos económicos sostenibles

Dictamen SC/048 sobre nuevos modelos económicos sostenibles que el Comité Económico y Social Europeo (CESE) aprobó por abrumadora mayoría (187 a favor, 3 en contra y 4 abstenciones)  en la reunión plenaria del pasado 18 de octubre de 2017. 

En el Dictamen se reconoce que el modelo económico europeo basado en la secuencia “extraer, producir, poseer y desechar” se encuentra en entredicho por lo que, junto al tradicional mercado,  se están desarrollando nuevos modelos que además de transformar las relaciones entre las personas productoras, distribuidoras y consumidoras intentan hacer frente a retos que son cruciales para el desarrollo sostenible como la justicia social, la gobernanza participativa y la conservación de los recursos y del capital natural, retos que, a todas luces, no son ajenos a la economía social y solidaria.
Entiende el Dictamen que respaldar estos nuevos modelos económicos representa para la Unión Europea (UE) “la oportunidad de asumir el liderazgo de modelos económicos innovadores que hacen indisociables los conceptos de prosperidad económica, protección social de calidad y sostenibilidad medioambiental”, debiendo ser ambiciosa la UE al abordar esta cuestión y así seguir reinventando el modelo económico europeo.
De ahí que se formulen diez recomendaciones dirigidas a los poderes públicos de la UE con la finalidad de garantizar una mayor coordinación en todo lo relativo a la economía sostenible; un mayor apoyo y aliento en la investigación, en la innovación responsable, en la educación, en la formación y en la información para que todas las partes interesadas conozcan mejor los nuevos modelos económicos sostenibles y el papel que desempeña la financiación sostenible; y de una manera general, la UE debe establecer un marco político, fiscal y reglamentario para apoyar el despliegue de estos nuevos modelos sostenibles a gran escala así como un replanteamiento del modo de funcionamiento del sector financiero para que sea sostenible y redefinir el concepto de riesgo para que se incorporen a nivel micro y macroeconómico los retos a largo plazo medioambientales, sociales y de gobernanza.
Estamos presenciando cómo el modelo económico actual se enfrenta a la competencia de nuevos modelos económicos innovadores –economía circular, economía funcional, economía compartida, economía del bien común, finanzas responsables- al tiempo que se observa que la economía social se está reforzando como modelo empresarial que da prioridad a los retos de la gobernanza y la utilidad social y ecológica. Si se logra transformar el concepto de sostenibilidad en un componente fundamental de modernización de la economía y de sus preocupaciones políticas, “la UE volverá a movilizar a los Estados miembros en torno a un proyecto unificador y procurará que el proyecto europeo vuelva a dar prioridad a las personas”.
Sin embargo, estos nuevos modelos económicos no son de hoy y ya han sido objeto de apoyo con iniciativas a escala europea (independientemente de la atención que hayan recibido por los responsables políticos en los Estados miembros) como las Comunicaciones (2016) 288 final y 356 final de la Comisión Europea y diversos Dictámenes 2016 y 2017 del CESE. Iniciativas que están abriendo el camino y posibilitarán hacer un primer balance de actuaciones y de ir fomentando el intercambio de buenas prácticas y experiencias entre las empresas que promueven estos nuevos modelos económicos mediante redes de iniciativas privadas y públicas.
Para finalizar esta breve nota, y siguiendo el Dictamen en sus conclusiones, “los nuevos modelos económicos sostenibles solo se desarrollarán si las empresas y los empresarios están convencidos de que este planteamiento tendrá sentido a nivel económico en la UE a partir de 2030 o 2050”.


Sylvia Gay – Miembro de GEZKI


https://oves-geeb.eus/es/disponible-el-dictamen-del-cese-sobre-ldquonuevos-modelos-economicos-sosteniblesrdquo-1076/

https://oves-geeb.eus/es/nuevos-modelos-economicos-sostenibles-en-europa-1083/


Las recomendaciones incluyen la creación de una estructura permanente para la nueva economía sostenible, dotada de medios de evaluación que permitan supervisar el desarrollo de estos modelos, en forma de observatorio. Según el CESE, también es esencial apoyar la investigación para conocer su impacto real en términos de sostenibilidad ambiental, social y económica. Por otro lado, es necesario facilitar el acceso a la financiación de las iniciativas ligadas a estos modelos e integrarlas en las políticas sectoriales ya existentes en la UE.



Tal y como destaca el dictamen del CESE, estos modelos están transformando las relaciones entre productores, distribuidores y consumidores. Permiten crear valor mediante nuevas formas de consumo e intercambio de bienes y servicios, pero también afloran conflictos, en especial relacionados con los derechos laborales o la competencia fiscal desleal. Por ello, explican, es necesario mantener un espíritu crítico en relación a sus objetivos y repercusión real.