dimecres, 9 d’abril del 2025

Economía y bien común para el futuro (XXI). Progreso y Prosperidad

 

Economía y bien común para el futuro (XXI). Progreso y Prosperidad 

Progreso y Prosperidad. Después de haber colgado en este blog cinco posts dedicados al tema de la deuda pública y la teoría monetaria moderna, recuperamos la serie previa relacionada con la cuestión de “economía y bien común para el futuro”, realizada bajo los auspicios de la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria (ACdP).

Lo hacemos revisando el último tema al que se refiere el libro de Ben Ansell, Por qué fracasa la política, el cual está destinado a analizar el papel de los políticos y de los gobiernos en la marcha de las sociedades actuales y a identificar los fallos corrientes en que incurren. Recordamos que este autor sintetiza la función de los gobernantes en cinco áreas específicas: democracia, igualdad, solidaridad, seguridad y prosperidad. En cada una de ellas identifica lo que llama trampas y explica los fracasos en la caída de los gobernantes en ellas.

En el caso de la Prosperidad, máximo y definitivo estado al que los hombres y los distintos países deberíamos tender, señala como trampa la siguiente: lo que a corto plazo nos enriquece a largo plazo nos empobrece.

(Imagen de arriba: Golfo de California)

Mejora a corto plazo de las variables económicas básicas en España

Justo en los días en que volvemos a la serie de posts de este blog dedicada a la economía y bien común para el futuro se publican datos bastante positivos sobre el crecimiento y la inflación en nuestro país. El crecimiento del PIB para 2024 se sitúa, según las últimas predicciones, entre un 2,7 y un 2,9 % dependiendo de la institución que las ha hecho. Para los años 2025 y 2026 las predicciones del Gobierno español son, respectivamente, de 2,4 % y de 2,2 %.

La inflación se ha moderado de forma muy importante también, bajando a finales de septiembre hasta el 1,5 % anual. Con la subyacente (sin contar los alimentos frescos y la energía) situada en el 2,4 %.

Son datos a los que hay que dar la bienvenida en una época de crecimiento muy bajo en la UE: alrededor del 1.0 % previsto para este año y algo menos, alrededor del 0.8 %, en la Eurozona. Así como de una mejora notable de la inflación que ha bajado desde el 2022 y que se espera hoy que sea en la UE de un 2,7 % en 2024 y de un 2,2 en 2025.

El empleo también ha mejorado en la UE, lo cual sorprende un poco a la vista de los bajos crecimientos indicados. En 2023 se crearon más de 2 millones de puestos de trabajo y en marzo de 2024 el desempleo alcanzó el mínimo histórico de. 6,0 %-

En España, sin embargo, el desempleo sigue siendo el más alto de la UE, con un 11,5 %, tasa inferior a la existente en 2023, que fue del 12,1 %. Y eso a pesar de haber introducido la fórmula del “empleo discontinuo” que no deja de corregir el dato a la baja.

Deterioro de otras variables más estructurales

Estas variables muestran unos valores bastante volátiles y no resultan muy adecuadas para ver si nuestro país, en particular, progresa adecuadamente. Hay que prestar atención, de hecho, a dimensiones más estructurales, como. por ejemplo, la pobreza y su evolución, la desigualdad, la renta per cápita, el PIB per cápita, la productividad, la inversión industrial y otras, a las que nos hemos referido en posts anteriores.

Los índices de pobreza y desigualdad, por ejemplo, tampoco muestran resultados favorables en nuestro país. En 2023 el 26,9 % de la población española estaba en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. Y en cuanto a desigualdad se está produciendo el fenómeno de que los que menos tienen son los que más empeoran. Con datos como que en los último cinco años los salarios han aumentado un 6 % y solo la vivienda ha tenido un incremento del 15 %, o que un 50 % de la población española ingresa menos de 21.000 Euros al año.

Resulta claro entre nosotros la desaparición o deterioro de la clase media ya que, por ejemplo, tras la pandemia y otras crisis posteriores, un 70 % de la población española ha visto empeorada su situación, con un paso creciente de deterioro para los segmentos más bajos y aumento bastante elevado de mejora para los más altos.

En el índice 80/20, que mide los ingresos totales del 20 % de la población más rica en comparación con el 20 % de la población más pobre, utilizando datos de 2021, año en el que la desigualdad aumentó, presentábamos un valor de 6,19 y ocupábamos el lugar cuarto de la UE, tras Bulgaria, Rumanía y Letonia. Para el conjunto de la UE dicho índice mostraba un valor del 4,97.

Una visión positiva del progreso y la prosperidad

Ya hemos indicado que España parece deteriorarse poco a poco y descender en el ranking de países desarrollados, y eso, independientemente de las mejoras a corto plazo, que no vamos a discutir ni menospreciar. Es la estructura y la dinámica lo que resulta preocupante. Pero, no vamos tampoco insistir en ello. Más bien nos toca ahora hablar de progreso y prosperidad y de cómo se consiguen estos objetivos deseables para cualquier sociedad.

Para ello vamos a distinguir entre cuatro temas: crecimiento económico, desarrollo económico y social, progreso y prosperidad, al que nos referiremos en posts posteriores al presente.  Para consideraciones sobre el último, la prosperidad, vamos a utilizar en parte el libro de Ben Ansell, Por qué fracasa la política (Península 2023), tal como hemos hecho en posts anteriores. Nos apoyaremos también en otras publicaciones recientes como, Poder y Progreso, de Daron Acemoglu y Simon Johnson (Deusto 2023); Camino a la Utopía. Una historia Económica del Siglo XX, de J. Bradford Delong (Deusto 2023); La crisis del capitalismo democrático, de Martin Wolf (Deust0 2023); El desconcierto democrático, de Michael J. Sandel (Debate 2022) y de varios otros citados en posts anteriores.

Todos ellos nos hablan del fin del capitalismo, del deterioro de la democracia, de las crisis políticas actuales, de la conflictividad mundial, de las revoluciones tecnológicas en marcha y sus posibles impactos negativos, de la sostenibilidad del planeta y las dificultades para conseguirla, del pesimismo ante el futuro y de otras mil graves cuestiones actuales.

Venimos de un pasado tenebroso como muy bien recuerda Ansell en su libro citando a Thomas Hobbes (1588-1679), quien consideró que la vida humana era “solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Pero al revisar la historia de los últimos siglos con las diversas revoluciones industriales que han tenido lugar desde mediados del siglo XVIII, con el papel destacado de la tecnología y con épocas de fuerte desarrollo económico y social, como la de los treinta años gloriosos posteriores a la segunda guerra mundial, Ansell sugiere que es posible también que la vida del hombre se vuelva “sociable, rica, agradable, sofisticada y larga”.

La trampa de la prosperidad

Lo que llamamos Prosperidad es la consecución de ese objetivo para la humanidad y, de hecho, algunos países, en algunas épocas y bajo determinadas circunstancias se han acercado a una “buena vida” o una “vida satisfactoria” para una mayoría de sus poblaciones.

Ansell, que dedica su libro a revisar el papel de la política en cuanto a alcanzar dicho objetivo y a los fallos que se producen en ello, habla, como en los otros temas tratados en su libro, de la “trampa de la prosperidad”. La formula diciendo que es:  lo que a corto plazo me enriquece a largo plazo me empobrece.

Destaca en relación con ello que los políticos dependen de ganar elecciones y esto a su vez está relacionado con el corto plazo. Muy poca gente está dispuesta a sacrificarse en el presente para asegurar el futuro. Ni siquiera la llamada a sacrificarse en el presente por el bien de nuestros hijos y de las generaciones futuras tiene mucho atractivo hay en día, en relación, por ejemplo, con la protección del medio ambiente.

En realidad, los cinco temas tratados por Ben Ansell en su libro, democracia, igualdad, solidaridad, seguridad y prosperidad, que son a los que los gobiernos y los políticos deberían dedicarse, tienen todos que ver con el enfrentamiento entre lo individual y lo colectivo y con la actuación a corto y a largo plazo.

Con la particularidad de que surge de nuevo entre nosotros la idea de equilibrio en nuestras actuaciones. Ni resulta válido defender el extremo del individualismo y el liberalismo económico sin más, como hacen los libertarios, ni el colectivismo absoluto ha dado buenos resultados como han demostrado las experiencias comunistas vividas en nuestro mundo.

Cómo evitar la trampa de la prosperidad

A la hora de hablar de actuaciones para evitar la trampa de la prosperidad o, lo que es lo mismo, al hablar de actuaciones a corto plazo que no deterioren las condiciones de vida a largo plazo de un país, Ansell no hace grandes propuestas. Simplemente revisa países con éxito sostenido a lo largo de los años tal como el caso de la industria alemana y su colaboración estrecha con el sistema bancario que acuerdan una financiación a largo plazo basada en la confianza y el esfuerzo.

También el caso de Finlandia y sus sistemas de apoyo a las start-ups y a las empresas medianas y pequeñas innovadoras. El de Taiwan basado en una mejora continua de empresas de tecnología avanzada. El del Estado emprendedor propuesto por Mariana Mazzucato. El de Canadá como buen uso del sistema financiero y de su regulación. El de Noruega como un ejemplo de buen uso de los recursos naturales en beneficio de todos sus habitantes.

Aborda también el caso de la protección medioambiental especialmente en cuanto al control de las emisiones resultado del uso del carbón. Después de analizar diversas medidas posibles, muchas de ellas ya ensayadas, se inclina por un uso adecuado de los impuestos.

Se detiene bastante, por fin, en el papel de los impuestos en gen eral, de lo que es bastante partidario siempre que se utilicen inteligentemente y en beneficio de todos.


Doctor Ingeniero del ICAI y Catedrático de Economía Aplicada, Adolfo Castilla es también Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, MBA por Wharton School, Master en Ingeniería de Sistemas e Investigación Operativa por Moore School (Universidad de Pennsylvania). En la actualidad es asimismo Presidente de AESPLAN, Presidente del Capítulo Español de la World Future Society, Miembro del Alto Consejo Consultivo del Instituto de la Ingeniería de España, Profesor de Dirección Estratégica de la Empresa en CEPADE y en la Universidad Antonio de Nebrija.

 

dimarts, 25 de febrer del 2025

Inversión pública en la industria de armas nucleares Ademas del BBV y el Santander

 Banco Santander y el BBVA o la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) siguen manteniendo inversiones en empresas del sector nuclear en 2024.

Esto es lo que se desprende del nuevo informe publicado por las organizaciones International Campaign to Abolish Nuclear Weapons (ICAN) y la holandesa PAX bajo el título At Great Cost: The companies building nuclear weapons and their financiers (A un gran coste Las empresas que construyen armas nucleares y sus financiadores) en el que desgranan las relaciones financieras entre los grandes bancos y las empresas que fabrican este tipo de armamento. 

El informe examina detalladamente la implicación de 24 empresas en la producción, mantenimiento o modernización de armas nucleares, así como sus lazos con las 260 entidades financieras mediante préstamos, líneas de créditos, adquisición de bonos o directamente formando parte de su accionariado mediante la compra de acciones. 

El Banco Santander y el BBVA tienen 7.433 millones de dólares en préstamos y avales a la industria de las armas nucleares

 

Un año más, los dos grandes bancos españoles aparecen en el listado. El Banco Santander y el BBVA tienen 7.433 millones de dólares en préstamos y avales a la industria de las armas nucleares. La entidad presidida por Ana Patricia Botín tiene 4.527 millones de dólares en préstamos y avales a este tipo de empresas. Cierto es que la cifra se ha reducido frente a 2023, en la que el Santander tenía 6.524 millones de dólares invertidos en este mismo concepto. La entidad presidida por Carlos Torres aparece con 2.906 millones de dólares en préstamos y avales a esta industria, lo que supone también una disminución frente a 2023 en el que la cifra era de 4.406 millones.

Inversión pública en la industria de armas nucleares

También, repitiendo frente al informe con datos de 2023, la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo financiero del Estado mediante el que controla acciones de distintas empresas como Indra o Navantia, vuelve a aparecer en el listado. Según señala la investigación, la SEPI tiene 4.463 millones de dólares en acciones o bonos en empresas que participan del negocio de las armas nucleares en 2024. 

La SEPI tiene 4.463 millones de dólares en acciones o bonos en empresas que participan del negocio de las armas nucleares en 2024

La inversión y la cifra no varía mucho con la de 2023, cuando estaba valorada en 4.480 millones de dólares. Dicha cantidad corresponde a acciones de Airbus, la cual también participa en el negocio de las armas nucleares. La empresa MBDA France, en la que Airbus tiene una participación del 37,5%, es el contratista principal del misil de crucero nuclear de medio alcance aire-tierra ASMPA fabricado para formar parte del arsenal nuclear francés.

Sabadell y CaixaBank se caen del listado

Sí que existe una diferencia sustancial y remarcable en comparación con el informe del año anterior. Dos entidades españolas han desaparecido del listado. Según el nuevo informe, el Banco Sabadell y CaixaBank no tendrían lazos financieros con las empresas de armas nucleares en 2024. 

En la investigación realizada hace un año, Caixabank aparecía con un montante de 111 millones de dólares en préstamos a este tipo de empresas en 2023. Por su parte, Banco Sabadell aparecía como prestataria con 10 millones de dólares a la empresa estadounidense Peraton Inc. Pero en 2024, las organizaciones que realizan dicho informe no listan a estas dos entidades españolas, por lo que es de suponer que ambas deudas con dichas empresas han sido saldadas o los derechos de cobro han sido vendidos a otra financiera. 

Números frente a 2023

El número de instituciones financieras ha disminuido desde el anterior informe de estas mismas organizaciones publicado en febrero de 2024. Si antes eran 287 instituciones financieras las que tenían lazos con la industria de armas nucleares, los investigadores han encontrado 260 en el siguiente periodo. Es decir, hay hasta 27 entidades que han abandonado sus inversiones en armas nucleares siguiendo los compromisos del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) firmado en 2021.

No obstante, el valor de dichas inversiones, sobre todo la capitalización bursátil de las acciones en manos de los bancos y fondos ha vuelto a crecer debido a las subidas en bolsa de este sector de empresas impulsado por las tensiones bélicas y la amenaza nuclear que Putin saca a pasear cada vez que la OTAN o alguno de sus Estados miembro amaga con intervenir en el conflicto de Ucrania mediante envío de tropas. 

Yago Álvarez Barba 

dilluns, 24 de febrer del 2025

La economía del bien común: ¿Qué ha sido de la búsqueda del bien común? J.Tirole

 

La economía del bien común: ¿Qué ha sido de la búsqueda del bien común? ¿En qué medida la economía puede contribuir a su realización?


En este brillante ensayo, Jean Tirole, uno de los economistas más influyentes del mundo, nos facilita el acceso a las teorías económicas que le valieron el Premio Nobel.

Cuando Tirole ganó en 2014 el Premio Nobel de Economía, pasó a verse detenido en la calle por perfectos desconocidos que le pedían que comentara las cuestiones del día. Su paso de ser un economista académico a un intelectual público lo llevó a reflexionar sobre el papel que desempeña el economista en la sociedad. Así surgió Economía del bien común, un apasionado manifiesto a favor de un mundo en el que la economía, lejos de considerarse una «ciencia lúgubre», se vea como una fuerza positiva a favor del bien común.

El lector penetra en el laboratorio de uno de los economistas más influyentes del mundo, que responde a todas las preguntas que nos planteamos hoy sobre el estado de la economía: universo digital, empleo, cambio climático, Europa, papel del Estado, etcétera, con el fin de ofrecernos soluciones de futuro. Accesible e instructivo sin resultar aleccionador, este ensayo revela el afán comunicativo de un hombre que aspira a conciliarnos bajo el signo de la inteligencia.

Reseñas:

«En su primer libro dirigido al gran público, Tirole se ha propuesto restablecer la paz en todos los frentes del debate económico. Los afronta con valentía, paciencia e infinito afán pedagógico.»

Antoine Reverchon, 
Le Monde

«Tirole es una rara excepción, un premio Nobel que siente el compromiso social de hablar de manera clara y responsable sobre los temas en la mente de los no economistas Un libro extraordinario, de lectura obligada para políticos, pero también para cualquier persona que quiera entender la economía de hoy.»

Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional

«Estupendamente escrito y profundamente revelador, este libro ofrece sorprendentes y elocuentes paradojas sobre el comportamiento económico.»

Harold James, Universidad de Princeton

«Un libro fascinante. Su credo: la economía es ante todo un medio para alcanzar un mundo mejor.»

Julien Damon, 
Les Échos

«Un libro edificante que desentraña todas las grandes cuestiones de la economía contemporánea. Instructivo y honesto.»
Challenges

«¿Qué destacar de este libro? Su afán de justicia, de igualdad, frases con mucha fuerza, repletas de sentido común. Jean Tirole es un hombre pragmático que observa y anticipa ideas renovadoras.»
Le Figaro