¿Qué es la Economía del Bien Común?
El modelo de la economía del bien común desarrollado por Christian Felber es eminentemente práctico.
Las empresas en vez de regirse únicamente por su balance económico, lo hacen por criterios de utilidad social. Tan importante es que produzcan beneficios, como que respeten el medioambiente, remuneren igual a hombres y mujeres, no exploten a sus trabajadores, creen empleo…
El instrumento, para las empresas, es el balance del bien común, en el que se evalúan todos esos factores. Lo mismo con los países: el indicador del producto interior bruto (PIB) es sustituido por el producto del bien común, un indicador que mide la calidad de la democracia, la política medioambiental, el justo reparto de los beneficios generados, la igualdad, entre otros factores.
El PIB, no indica si un país está en guerra, si hay explotación infantil, corrupción, o si lo que se está produciendo contamina o destruye la naturaleza. De hecho el PIB no cuenta la riqueza de un país, solo los bienes nuevos que se producen y que se venden, ni siquiera se tiene en cuenta los inventarios de periodos anteriores.
El dinero, el capital, el beneficio pasan a ser un medio no un objetivo en sí mismos. El dinero por tanto sirve para producir, no para especular. Dice C. Felber “Si el fin de la empresa fuera el bien común, no corrompería la democracia”.
¿Qué papel tendrán los gobiernos?
No sería la primera vez que la sociedad va por delante de las leyes, creemos que éste es el caso. Por ahora, sólo apelamos a la responsabilidad individual, y colectiva.
Cuando los ciudadanos como consumidores, se rijan por los criterios del BC y demanden que las empresas cumplan con los parámetros de un buen Balance del Bien Común, será necesario que los gobiernos empiecen a legislar en consonancia. Igual pasará con la democracia participativa. Es imposible un modelo de Bien Común si no se promueve una verdadera participación en las decisiones importantes del país.
Los gobiernos deberían ser dinamizadores del cambio, pero en este caso, seremos los ciudadanos los que consigamos hacer por fin un gobierno real y participativo.
¿Cómo va a cambiar el EBC a la sociedad?
Las sociedades se basan en principios éticos. La EBC es un modelo de economía alternativa que buscan una economía real y cuyas actividades produzcan un impacto social o medioambiental positivo. El modelo económico actual, promueve la competitividad en los mercados y mide los resultados sólo en función de los beneficios financieros, no en función de lo que se aporta al bien común. Las personas no necesitamos dinero para vivir, necesitamos utilidades.
En un sistema de libre mercado todas las empresas deben trabajar en igualdad de condiciones. No es justo que aquellas que tienen un comportamiento más ético, más respetuoso con el medio ambiente, etc. sean penalizadas con un precio de sus productos más elevado. Debemos conseguir que aquellas empresas alineadas con los valores de nuestra sociedad, obtengan, a cambio, el beneficio de poder ofrecer al consumidor mejores precios.
Seguramente no es suficiente, pero no es para controlar las grandes corporaciones, se pretende incentivar con menos aranceles, con menos IVA, etc. a quienes se comporten éticamente. No es penalizar o castigar el mal comportamiento. Es apoyar, incentivar y promover el buen comportamiento.
Nosotros creemos en el refuerzo positivo para cambiar la sociedad y no en la punidad o el castigo per se.
¿Qué es el Balance del Bien Común?
A muchas empresas les importa saber por qué están haciendo lo que están haciendo y formar parte de un sistema que tenga sentido, no de un sistema que vaya en contra de nuestra ética. Se sienten pioneros de una economía al servicio del ser humano. El balance del bien común es para ellos un instrumento de desarrollo organizativo: la evaluación ética de lo que están haciendo les lleva a una metamorfosis. En la plataforma en la que operan, las empresas se prestan ayuda entre sí, incluida la financiera. Atraen a mano de obra ética y a clientes éticos.
El Balance del Bien Común es un instrumento de valoración objetiva de los criterios de adecuación al Bien Común es un “continuum” y no un certificado puntual. Su aplicación implica la mejora integral en los procesos que prioriza la puesta en práctica de los Valores (Dignidad, Solidaridad, Cooperación, Sostenibilidad, Democracia, Igualdad) en la empresa.
Las empresas y productos llevarían un etiquetado con una puntuación (al igual que las estrellas miden los servicios esperados en un hotel o los electrodomésticos son señalados por su consumo). De esta forma se espera que el consumidor no sólo elija por precio, expectativas con respecto a la calidad o prestigio de la marca, sino que tome su decisión de compra en base a unos criterios de Bien Común públicos y contrastados.
¿Qué ganan las empresas con ello?
A muchas empresas les importa saber por qué están haciendo lo que están haciendo y formar parte de un sistema que tenga sentido, no de un sistema que vaya en contra de nuestra ética. Se sienten pioneros de una economía al servicio del ser humano.
El balance del bien común es para ellos un instrumento de desarrollo organizativo: la evaluación ética de lo que están haciendo les lleva a una metamorfosis. En la plataforma en la que operan, las empresas se prestan ayuda entre sí, incluida la financiera. Atraen a mano de obra ética y a clientes éticos”
¿Cuáles serían las medidas que se tomarían en una transición hacia una Economía de Bien Común?
1. Limitación de las desigualdades. Empezando por las desigualdades salariales.Las empresas ha pasado de una relación de 24 a 1, en 1965, a una de 325 a 1, en 2011. Propuesta: Consenso sistémico en cada región para decidir si los sueldos no deben superar el ratio 1:10, 1:20 ; 1:30 veces el salario mínimo.
C Felber : “La limitación de la desigualdad podría ser una de las primeras medidas, ya se está haciendo en Suiza. Cuando por primera vez demandé esto, en 2006, y, por supuesto, no he sido el primero en hacerlo, me tachaban de comunista por proponer una limitación de la desigualdad. Yo me considero liberal. Para salvaguardar las libertades hay que poner límites, por motivos liberales. Pero la única libertad que no limitamos es la de la propiedad. Este año, el fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, propuso en Davos la limitación de la renta en el factor 20, es decir, que los salarios más altos no sean veinte veces superiores al salario mínimo. Pero los medios de comunicación lo acallaron. En noviembre se va a hacer un referéndum en Suiza sobre la implementación del factor doce en las empresas”
2. Democracia Directa: Los ciudadanos son consultados más a menudo, intervienen en los anteproyectos de ley, por ejemplo, gracias a las posibilidades que brindan las tecnologías digitales. Todo es posible con otro tipo de democracia que combine democracia directa, democracia participativa y democracia económica. Los partidos están demasiado lejos del pueblo soberano. La cultura de la democracia directa está empezando, porque la gente se da cuenta de que los supuestos representantes no nos representan. Para mí la solución es democracia directa, referéndums, asambleas democráticas para ciertos temas como el sistema económico, monetario, los medios de comunicación… Nuevo sistema democrático de la economía. Empezamos desde los municipios del bien común, que organizan los procesos de participación ciudadana.
a. El primero es el desarrollo del índice de calidad de vida municipal, para saber cuál es la meta.
b. El segundo, las asambleas económicas democráticas, donde la ciudadanía define el orden económico, según sus preferencias, necesidades y valores. La economía del bien común no es un modelo perfecto y acabado. Las cuestiones clave deben ser debatidas por los ciudadanos.
3. Sistema financiero: Imagínese unaalternativa a los sistemas actuales Capitalismo/Comunismo, que ya se han demostrado que en sí mismos no son perfectos. Una cita de Max Frisch lo expresa muy bien: El problema del capitalismo es que el ser humano explota al ser humano. Y en el comunismo es exactamente al revés. Se pretende el cambio de bancos sistémicos a bancos democráticos (Ley Stegall Glass). Hoy por hoy los bancos son demasiado grandes y peligrosamente interconectados, ése es el motivo por el que se les rescata. Ofrecer a los bancos la alternativa de orientarse al bien común, convirtiéndose en entidades sin ánimo de lucro, como eran al principio las cajas de ahorros, para que pudieran gozar de ventajas ante el Estado. Si optan por ser entidades con ánimo de lucro, se les retiran los apoyos del Estado, como, por ejemplo, el apoyo del banco europeo. C Felber “El Estado no contrataría con ellos, ni garantiza los ahorros depositados en ellos. Y si van a la bancarrota, el Estado no tiene por qué salvarlos. A largo plazo, la idea es que todos los bancos estén orientados al bien común, igual que los colegios, los institutos, las universidades”
4. Frente a la competencia se propone la cooperación: Frente a la desconfianza, la necesidad de control y el miedo, generosidad, altruismo y solidaridad.
¿En qué punto se centra vuestra crítica en el sistema actual?
En primer lugar, no hay una crítica al sistema actual. Nos centramos en la observación de la realidad y constatamos fenómenos de desigualdad, pobreza, e injusticia. Recogemos dichos fenómenos y nos formamos una imagen de la realidad (nuestra propia imagen) y concluimos que dicha imagen es fruto de unos valores o de unos principios que posponen las necesidades humanas a un segundo o tercer término. Nuestra pregunta central es ¿puede el hombre crear un modelo económico y social a medida del hombre?¿Puede existir algún camino que coloque al hombre al mismo nivel de importancia que los beneficios económicos o las reglas del mercado?
Todos nuestras propuestas se orientan a contestar a esta pregunta central. Y desde luego, nuestra vocación es co-crear esa nueva realidad que responda a estas necesidades humanas.
Estamos en transición a un nuevo modelo socioeconómico enfocado en la economía de mercado, evolucionando del capitalismo y del comunismo tradicionales hacia unos modelos más colaborativos basados en los valores éticos, en la dignidad, la equidad, la justicia , la verdadera democracia participativa.....
La economía del bien común
Christian Felber nació en 1972 en Salzburgo, es profesor universitario de economía especialista en economía alternativa y sostenible, escritor y divulgador. La economía del bien común es un nuevo modelo internacional económico que Christian ha desarrollado y promovido, en el que el bienestar social está por encima del beneficio financiero.
En los últimos años más de 1000 empresas
se han sumado a este modelo revolucionario. Un sistema económico basado
en los valores humanos de dignidad, solidaridad, sostenibilidad,
justicia social y democracia, donde las empresas no se esfuerzan por
competir entre ellas, sino que cooperan para conseguir el mayor bien
común para la sociedad en su conjunto.
Es difícil imaginar la implantación de un modelo económico nuevo, que priorice el beneficio social por encima de la acumulación de riquezas.
La mayoría de los mercados mundiales siempre se han orientado a esta
última vertiente, y aquellos que han pretendido alterar la fórmula
terminan derrumbándose más temprano que tarde.
Sin embargo, un nuevo concepto económico empieza a generar su peculiar bola de nieve en Europa. Un modelo donde no todo se mide en ganancias monetarias, y que incluye en la ecuación la naturaleza humana y sus virtudes. Este es el modelo económico del bien común.
La economía del bien común es un
proyecto creado por el profesor de economía austríaco, Christian Felber,
para hacerle frente al sistema capitalista y a la economía planificada,
pues la filosofía de este tipo de mercado es que los lineamientos del
modelo provengan de cada uno de sus integrantes.
La base de Felber para desarrollar esta forma de economía está en su planteamiento
de que casi todas las constituciones del mundo señalan que la economía
debe estar al servicio de los intereses generales o públicos.
De esta forma, la economía del bien común supone que debería adaptarse
el sistema capitalista, en el que privan los intereses personales, a la
concepción anterior.
Actualmente, la economía se mueve por la
competencia y las ganancias monetarias que obtienen las empresas con
las actividades que realizan. En este modelo, por lo general, no se
evalúa el valor humano, la explotación de los recursos naturales, entre
otros aspectos que no son considerados como monetariamente beneficiosos
por las grandes compañías, quienes se encargan de establecer los
lineamientos del mercado.
Y ahí es justamente donde irrumpe el modelo de Felber. La
economía del bien común parte de cinco valores humanos claves:
dignidad, solidaridad, cooperación, responsabilidad ecológica y empatía.
Para el economista, la suma de todas estas virtudes en cada empresa
deberían ser consideradas y tomadas en cuenta por los consumidores.
Felber sugiere un nuevo orden, donde las
condiciones laborales y humanas de todas las personas que hacen
funcionar un ente económico, tengan tanta importancia como los ingresos
monetarios de la misma.
Según esta arriesgada propuesta, las
empresas que se valgan de este precepto deben obtener beneficios por
parte de la ley, que le permitan subsistir con la competencia cuando
ésta aplique el modelo económico acostumbrado.
Aunque el proyecto hasta ahora se ha
limitado a un plano netamente teórico, son muchas las empresas que desde
2010 están implementando estas ideas en mayor o menor medida.
Cabe acotar que la economía del bien
común busca trascender del apartado financiero y trasladarse a lo social
y lo político. A través de este movimiento, se quiere transmitir ánimo y
esperanza a la sociedad que se sienta oprimida. Políticamente, el
objetivo es conseguir reformas a largo plazo, que garanticen por vías
legales una mejor calidad de vida para todos los seres vivos.
https://ecoinventos.com/la-economia-del-bien-comun/
Bon dia. Completament d'acord amb els plantejaments de l'EBC, és molt il·lusionant, i jo també estic treballant per seu creixement i extensió, des d'un Camp d'energia... No Compartisc el que es diu al final de l'entrevista de que "no hay una crítica al sistema actual" quan l'EBC fa una crítica clara i rotunda de l'actual sistema econòmic, injust i generador de pobresa i desigualdat... de ahí la proposta d'un model econòmic fonamentat en uns altres valors i objectius, com bé s'explica en l'entrevista.
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