Suficiente es Suficiente
Ideas para una economía sostenible en
un mundo de recursos finitos
http://steadystate.org/wp-content/uploads/EnoughIsEnough_FullReport_ES.pdf
El Informe de la Conferencia sobre la economía de estado
estacionario
Editores
Dan O’Neill, Rob Dietz y Nigel Jones
Autoría de los capítulos
Capítulo 1 – Dan O´Neill, Rob Dietz y Nigel Jones
Capítulo 2 – Dan O´Neill y Rob Dietz
Capítulo 3 – Dan O´Neill y Rob Dietz
Capítulo 4 – Dave Abson, Victoria Johnson y Rob Dietz
Capítulo 5 – Christian Kerschner, Rob Dietz, Roger Martin y Eric Rimmer
Capítulo 6 – Rob Dietz y Kate Pickett
Capítulo 7 – Dan O´Neill, Molly Scott Cato, Mary Mellor y Noel Longhurst
Capítulo 8 – Dan O´Neill, Saamah Abdallah y Sasha Norris
Capítulo 9 – Dan O´Neill, Martin Pullinger, Blake Alcott y Christre Sanne
Capítulo 10 – Dan O´Neill, André Reichel y Claire Batin
Capítulo 11 – Rob Dietz, Marco Sakai, Clair Bastin y Tim Foxon
Capítulo 12 – Nigel Jones, Davil Fell, Rob Dietz y David Midgley
Capítulo 13 – Nigel Jones, Ian Cristie, Paul Chatterton y Rob Dietz
Capítulo 14 – Rob Dietz, Dan O´Neill y Nigel Jones
Capítulo 15 – Nigel Jones, Dan O´Neill y Rob Dietz
Nota: La autoría de los capítulos no implica necesariamente el refrendo del resto del informe
Cita sugerida
O’Neill, D.W., Dietz, R., Jones, N. (Ed), 2010.
Suficiente es Suficiente: Ideas para una economía
sostenible en un mundo de recursos finitos. El informe de la Conferencia sobre la economía de
estado estacionario. Center for the Advancement of the Steady State Economy and Economic
Justice for All, Leeds, RU.
Traducción al castellano: Desazkundea y colaboradores/as (Blanca Aparicio-coord-, Sheida
Besozzi, Sandra Castañeda, Rosa Fernández, Blanca Hernández, Nerea Larrea, Pello López de
Munain, Montse Martín, Ainhoa Mendizabal, Adrián Noguero, Oscar Pérez, David Rengel, Asier
Rodríguez, Conchi Ruiz, Izaskun Ruiz, Paula Suárez, David Tijero, Iñaki Valentín-coord-).
www.desazkundea.org
Un prólogo de Brian Czech
Suficiente es Suficiente es un documento extremadamente interesante y único. Es académico y parece
un libro en cuanto a extensión y estilo, y tan bien documentado como un éxito editorial de Jared
Diamond. Y sin embargo, también mete al lector en el escenario de una conferencia maravillosamente
organizada, interactiva y productiva. Uno incluso casi podría oír las charlas plenarias desde el estrado
en la primera parte, moverse a las diversas sesiones de talleres de la segunda parte, y reunirse con las
personas asistentes en la tercera parte
Propuestas para una economía de estado estacionario
La Conferencia sobre economía de estado estacionario utilizó talleres interactivos para profundizar en
10 áreas claves donde el cambio es necesario para lograr una economía de estado estacionario. A
continuación presentamos un resumen de las principales propuestas que surgieron en dichos talleres.
Por cada propuesta exploramos brevemente por qué es necesaria y cómo podría implementarse.
Dichas propuestas no deben verse como la respuesta definitiva para la consecución de una economía
de estado estacionario, pero sí nos proporcionan un buen punto de partida para el debate y para la
acción.
Limitar el uso de recursos y la generación de residuos
¿Por qué? Para conseguir una economía de estado estacionario, el consumo de recursos y la
generación de residuos deben estabilizarse y mantenerse dentro de los límites ecológicos. Los recursos
renovables, tales como la pesca o los bosques no deben ser utilizados a mayor velocidad de lo que
tardan en regenerarse. Los recursos no renovables, tales como los combustibles fósiles no deben ser
utilizados a mayor velocidad de lo que tarden en absorberse los residuos que generan (ej. CO2).
¿Cómo? Deberían establecerse topes en el uso de recursos específicos, basados en la mejor evidencia
científica disponible sobre los límites ecológicos. Estos topes deberían fijarse en todos los niveles,
empezando en un nivel global para concretarse luego por regiones internacionales, países y
finalmente comunidades locales. El poder de organizar los recursos dentro de los límites establecidos,
debe residir en el nivel local con inclusión de los individuos y de las organizaciones sociales de base
-Asegurar el pleno empleo
¿Por qué? En el sistema económico actual el crecimiento económico (esto es, el incremento de la
producción y el consumo) es el factor que se liga con el mantenimiento y/o el aumento de las
oportunidades de empleo. En una economía de estado estacionario no sería posible incrementar la
producción y el consumo si esto implica un aumento del uso de los recursos y un incremento de la
producción de desechos y emisiones. En igualdad de condiciones, a una menor producción
correspondería una disminución del trabajo necesario en la economía, que desembocaría en un
aumento del desempleo en el caso de no tomarse las medidas políticas necesarias para evitarlo.
¿Cómo? En lugar de utilizar el desarrollo tecnológico como medio para una mayor producción de
bienes y servicios (como es la tendencia actual) lo deberíamos usar para incrementar el tiempo de
ocio reduciendo gradualmente las horas diarias, semanales y anuales de trabajo remunerado, así
como nuestra trayectoria profesional en su conjunto. Las personas deben de poder ajustar libremente
sus dinámicas de trabajo a sus preferencias, a la par que deben ofrecerse apoyos e incentivos para
promover una reducción generalizada de las horas de trabajo. Esta reducción gradual del tiempo de
trabajo ayudaría a mantener bajas las tasas de desempleo mediante un reparto más equitativo del
trabajo existente.
-Mejorar la cooperación global
¿Por qué? Actualmente, el uso de recursos a nivel mundial es insosteniblemente alto. Muchos países
necesitan aumentar su consumo de recursos para aliviar situaciones de pobreza y permitir así que las
personas puedan cubrir sus necesidades básicas. Estos países representan un crudo contraste en
comparación con los países ricos como el Reino Unido en los que ya se ha disfrutado de los beneficios
del crecimiento. El RU y las demás naciones ricas deben estabilizar, cuando no decrecer, sus
economías para proporcionar el espacio ecológico necesario para que los países empobrecidos
puedan desarrollarse.
Los problemas podrían aparecer si algunos países inician su transición hacia la economía de estado
estacionario mientras otros aún continúan su camino hacia el crecimiento. Es por esto que las
economías ricas, las estabilizadas, las que se encuentran en proceso de desarrollo y las economías en
expansión deben trabajar juntas con los mecanismos específicos que les posibiliten coexistir y
codesarrollarse en de un modo solidario, justo y próspero.
¿Cómo? Las organizaciones internacionales tales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el
Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio deben ser democratizadas
para representar realmente los intereses de la mayoría de los habitantes del planeta. Los países ricos
deben promover las transferencias de tecnología hacia las naciones en desarrollo para eliminar la
dañina dependencia del Sur con respecto del Norte.
Crear una economía duradera
Este informe recoge las ideas de las más de 250 personas que tomaron parte en la Conferencia sobre
la economía de estado estacionario en Leeds. Algunas de estas ideas pueden parecer, sin duda,
radicales y no esperamos que los/as lectores/as estén de acuerdo con todas las sugerencias
realizadas. Incluso las propias personas autoras del informe tienen diferencias de opinión respecto a
algunos temas específicos. Pero la idea central de que un cambio de rumbo es necesario resulta cada
vez más clara - del más al suficiente, del crecimiento a la estabilidad.
Las ideas que presenta este informe son el inicio de la que podría ser una guía para una economía
sostenible, justa y eficiente. Este proyecto incluye unos cimientos sólidos (esto es, las características
de la economía que deseamos), una estructura resistente (las políticas diseñadas para materializar
esta economía) y un techo asegurado por esta firme estructura de soporte (el objetivo de un bienestar
equitativo y sostenible para todos los seres humanos).
Debemos construir una nueva y más resiliente economía basada en este proyecto, pero no podemos
comenzar desde cero. Estamos lastrados por el sistema económico actual que necesita importantes
correcciones.
El trabajo de reconstrucción requerirá que realicemos una revisión de conceptos
económicos fundamentales tales como inversión, productividad y propiedad:
Inversión La inversión es
primordialmente el modo
de generar rentabilidad
financiera. Se trata de usar
dinero para hacer dinero
Cómo sería concebido en una economía de estado
estacionario
La inversión es un modo de generar rentabilidad
social y medioambiental. Implica renunciar al
consumo actual y utilizar los recursos no
consumidos en la construcción de un futuro mejor
Productividad: La maximización de la
productividad (por
ejemplo, produciendo más
por cada hora de trabajo
realizada) se hace en
beneficio de la sociedad.
Cómo sería concebido en una economía de estado
estacionario
La optimización de la productividad, en lugar de su
maximización, se realiza en beneficio de la
sociedad. Las mejoras en la productividad deben
utilizarse para que se reduzca el tiempo invertido
en labores arduas, pero no deberían desplazar a las
actividades que generan placer o alegría y dan
significado a la vida de las personas.
Propiedad:La propiedad de los medios
de producción puede ser
de dos tipos: pública o
privada.
Cómo sería concebido en una economía de estado
estacionario
La propiedad no es una elección dicotómica y
excluyente entre público y privado. Existe todo un
espectro de modelos innovadores de propiedad
intermedios
--
Moviéndonos hacia adelante con audacia
Confiamos en que este informe genere debate, porque el debate es necesario. Pero este informe es
más que una mera recopilación de ideas para ser debatidas. Es una llamada a pasar de las ideas a la
acción con coraje. Debemos iniciar la transición hacia una economía de estado estacionario sin
dilación si queremos alcanzar el bienestar para todas las personas dentro de los límites ecológicos.
Para movernos hacia adelante debemos:
Difundir las implicaciones negativas del crecimiento y las ventajas de la economía de estado
estacionario: El movimiento político de transición hacia una economía de estado estacionario
necesita una sede y un nombre inspirador. Los conceptos necesitan ser examinados y discutidos de
forma rigurosa en público. Es necesario que los políticos y los individuos influyentes den su apoyo y
promocionen la transición.
Construir credibilidad: Las personas quieren saber cómo puede funcionar una economía de no
crecimiento puesta en práctica y qué implicaciones posee para su vida diaria. Los/as
investigadores/as habrán de proporcionar las respuestas que satisfagan las preocupaciones de las
personas para poder así dar credibilidad a la alternativa que supone la economía de estado
estacionario.
Comenzar a implementar las políticas adecuadas: Las políticas propuestas y discutidas en la
conferencia y detalladas en este informe son respuestas positivas hacia un sistema que no está
funcionando. Estas políticas se reafirman entre ellas pero su puesta en marcha requerirá que la
sociedad supere formas arraigadas de hacer las cosas. Primero se tendrían que poner en marcha
aquellas políticas que sean más viables (aprovechando las oportunidades) y abrir así la puerta a
cambios más delicados.
Alentar el cambio de actitudes: La economía es una construcción humana. Las “leyes” económicas
no son como la ley de la gravedad. Se pueden cambiar. Pero, al fin y al cabo, si queremos cambiar
la economía, son las actitudes de las personas las que habrán de cambiar. Esto puede parecer una
tarea titánica pero no es imposible. Todo lo que tenemos que hacer es observar los modos
creativos en los que la cultura y las normas de comportamiento han ido cambiando a lo largo del
tiempo. En nuestro hiperconectado mundo actual los cambios pueden ocurrir más rápidamente
que en ningún otro momento de la historia.
Pero para conseguir llegar a una economía de estado estacionario debemos comenzar con la
transición ya – porque el tiempo es el principal límite al que tendremos que enfrentarnos y es el único
bien del que nunca tendremos lo suficiente.
"Si no se tiene cierta comprensión de la economía como parte integrante de
los sistemas naturales del planeta, no se puede llegar muy lejos en el intento
por entender por qué tenemos los problemas que tenemos con el medio
ambiente, y cómo vamos a resolverlos ".
- Peter Victor, Universidad de York
Economía y Sociedad
Aunque el crecimiento económico ha supuesto grandes costes ambientales, también ha traído muchos
beneficios. Ahora tenemos acceso a más bienes materiales y a más información que en ningún otro
momento de la historia. Podemos desplazarnos con mayor libertad y disfrutar de tecnologías que no
eran imaginables hace apenas unas décadas. En otras palabras, nos hemos vuelto más ricas/os.
Supongamos por un momento que pudiéramos encontrar una manera de que la economía creciera sin
agotar los recursos o sin impactar de manera negativa en el medio ambiente. ¿Sería este crecimiento
continuado en países ricos como el Reino Unido un fin que mereciera la pena perseguir? Una
economía más grande ¿Mejoraría nuestra calidad de vida, aliviaría la pobreza u ofrecería pleno
empleo? ¿O más bien impediría conseguir estos objetivos?
Los resultados de las encuestas sobre felicidad y satisfacción vital pueden ayudarnos a resolver la
primera de estas cuestiones. Normalmente, en estas encuestas se pide a las personas que califiquen su
nivel de satisfacción vital en una escala numérica (del 1 al 10, por ejemplo). Cuando estos datos se
comparan con el PIB, el resultado es sorprendente. Aunque el PIB per cápita se ha multiplicado por
más de tres en países como el Reino Unido y Estados Unidos desde 1950, los datos de las encuestas de
satisfacción vital revelan que las personas no son más felices (Figura 2.7)14. Como Peter Victor destaca
en su libro Managing Without Growth, “los americanos han tenido más éxito en separar el PIB de la
felicidad que en separarlo de materia y energía”15
.
“Trabajar en la nueva macroeconomía de la sostenibilidad se parece a encajar
las piezas de un puzzle, pero sin la ventaja de tener la foto de la caja. Como
investigadoras/es, estamos tratando de colocar las piezas para poder
completar la foto. Pero como activistas también estamos tratando de
comunicar lo que vemos, porque el tiempo se nos echa encima y la transición
tiene que comenzar.”
— Dan O’Neill, CASSE
¿Qué es la economía de estado estacionario? La idea de una economía de estado estacionario fue ampliamente desarrollada por el economista Herman Daly en su libro de 1977 Steady-State Economics30. De forma resumida, una economía de estado estacionario es una economía cuyo objetivo es mantener un nivel estable de consumo de recursos y una población estable. Es una economía en la que la energía y el uso de recursos se mantienen dentro de los límites ecológicos, y en la que el objetivo de maximización del PIB se sustituye por el de maximización de la calidad de vida. Una economía de estado estacionario requeriría del equilibrio entre las existencias de capital natural y las de capital construido, en el que ambos permanezcan relativamente constantes a lo largo del tiempo. Unas existencias constantes de capital natural implican la conservación de las áreas salvajes, y el mantenimiento de los importantes servicios ofrecidos por los ecosistemas, como la regulación del clima. Unas existencias constantes de capital construido implican el mantenimiento y la mejora de la calidad de las infraestructuras como edificios y carreteras, sin construir más y más a lo largo del tiempo. Una economía de estado estacionario es una economía en la que lo suficiente es un fin – prioriza el bienestar sobre el consumo, y la salud a largo plazo sobre las ganancias a corto plazo. Se concentra en la innovación y en el desarrollo en lugar de en el crecimiento, y trata de llegar a una transferencia estable de materia y energía. El objetivo del crecimiento ilimitado, con todos sus problemas, es claramente insostenible en el siglo XXI. Una economía de estado estacionario es la alternativa sostenible al crecimiento económico indefinido. La economía de estado estacionario tiene cuatro características principales. La primera y podría decirse que la más crítica, es el tamaño sostenible. El tamaño de la economía es sostenible siempre que el subsistema económico sea capaz de existir indefinidamente dentro de la capacidad que ofrecen los ecosistemas terrestres. La economía debería crecer siempre que los beneficios del crecimiento (ej.: más ingresos, casas más grandes) excedan a los costes (ej.: cambio climático, extinción de especies). Sin embargo, tan pronto como los costes comienzan a igualar a los beneficios, el crecimiento se hace no-económico. En este momento, cada libra, dólar o euro de más nos hace más pobres, no más ricos.
La segunda característica fundamental de la economía de estado estacionario es la distribución justa de los ingresos y la riqueza. Como Richard Wilkinson y Kate Pickett describen en su libro, The Spirit Level – Desigualdad: un análisis de la (in)felicidad colectiva), existe una razón social importante para reducir la desigualdad en la sociedad. Unos niveles altos de desigualdad están asociados con múltiples problemas sociales y de salud, incluyendo el descenso de la confianza, el incremento de las enfermedades mentales, y tasas más altas de delincuencia31. Pero también hay una razón ambiental importante para reducir las diferencias entre personas ricas y pobres. Unos niveles altos de desigualdad llevan a una malsana competencia por el estatus, y por lo tanto a mayores niveles de consumo material en la sociedad en su conjunto, ya que todo el mundo pretende tener lo mismo que su vecino.
La tercera característica fundamental es la asignación eficiente. La economía convencional se centra en la asignación de recursos limitados entre los intereses que compiten entre sí. Según el pensamiento dominante los mercados libres que compiten entre sí, en los que los precios vienen determinados por la oferta y la demanda, y que posibilitan que las personas consumidoras tengan acceso a una buena información sobre los productos, son los que llevan a una distribución eficiente de los productos y servicios. Los mercados juegan un papel importante en la economía de estado estacionario, pero es esencial identificar dónde funcionan y dónde no funcionan, y utilizar el poder de los mercados de forma adecuada. Una economía de estado estacionario pretende mantener el equilibrio entre los mercados, el estado y la sociedad civil. En lo últimos años, esta relación se ha desequilibrado
¿Qué es la economía de estado estacionario? La idea de una economía de estado estacionario fue ampliamente desarrollada por el economista Herman Daly en su libro de 1977 Steady-State Economics30. De forma resumida, una economía de estado estacionario es una economía cuyo objetivo es mantener un nivel estable de consumo de recursos y una población estable. Es una economía en la que la energía y el uso de recursos se mantienen dentro de los límites ecológicos, y en la que el objetivo de maximización del PIB se sustituye por el de maximización de la calidad de vida. Una economía de estado estacionario requeriría del equilibrio entre las existencias de capital natural y las de capital construido, en el que ambos permanezcan relativamente constantes a lo largo del tiempo. Unas existencias constantes de capital natural implican la conservación de las áreas salvajes, y el mantenimiento de los importantes servicios ofrecidos por los ecosistemas, como la regulación del clima. Unas existencias constantes de capital construido implican el mantenimiento y la mejora de la calidad de las infraestructuras como edificios y carreteras, sin construir más y más a lo largo del tiempo. Una economía de estado estacionario es una economía en la que lo suficiente es un fin – prioriza el bienestar sobre el consumo, y la salud a largo plazo sobre las ganancias a corto plazo. Se concentra en la innovación y en el desarrollo en lugar de en el crecimiento, y trata de llegar a una transferencia estable de materia y energía. El objetivo del crecimiento ilimitado, con todos sus problemas, es claramente insostenible en el siglo XXI. Una economía de estado estacionario es la alternativa sostenible al crecimiento económico indefinido. La economía de estado estacionario tiene cuatro características principales. La primera y podría decirse que la más crítica, es el tamaño sostenible. El tamaño de la economía es sostenible siempre que el subsistema económico sea capaz de existir indefinidamente dentro de la capacidad que ofrecen los ecosistemas terrestres. La economía debería crecer siempre que los beneficios del crecimiento (ej.: más ingresos, casas más grandes) excedan a los costes (ej.: cambio climático, extinción de especies). Sin embargo, tan pronto como los costes comienzan a igualar a los beneficios, el crecimiento se hace no-económico. En este momento, cada libra, dólar o euro de más nos hace más pobres, no más ricos.
La segunda característica fundamental de la economía de estado estacionario es la distribución justa de los ingresos y la riqueza. Como Richard Wilkinson y Kate Pickett describen en su libro, The Spirit Level – Desigualdad: un análisis de la (in)felicidad colectiva), existe una razón social importante para reducir la desigualdad en la sociedad. Unos niveles altos de desigualdad están asociados con múltiples problemas sociales y de salud, incluyendo el descenso de la confianza, el incremento de las enfermedades mentales, y tasas más altas de delincuencia31. Pero también hay una razón ambiental importante para reducir las diferencias entre personas ricas y pobres. Unos niveles altos de desigualdad llevan a una malsana competencia por el estatus, y por lo tanto a mayores niveles de consumo material en la sociedad en su conjunto, ya que todo el mundo pretende tener lo mismo que su vecino.
La tercera característica fundamental es la asignación eficiente. La economía convencional se centra en la asignación de recursos limitados entre los intereses que compiten entre sí. Según el pensamiento dominante los mercados libres que compiten entre sí, en los que los precios vienen determinados por la oferta y la demanda, y que posibilitan que las personas consumidoras tengan acceso a una buena información sobre los productos, son los que llevan a una distribución eficiente de los productos y servicios. Los mercados juegan un papel importante en la economía de estado estacionario, pero es esencial identificar dónde funcionan y dónde no funcionan, y utilizar el poder de los mercados de forma adecuada. Una economía de estado estacionario pretende mantener el equilibrio entre los mercados, el estado y la sociedad civil. En lo últimos años, esta relación se ha desequilibrado
Una economía de estado estacionario fomenta estas tres características (sostenibilidad, justicia y
eficiencia) con el fin de conseguir una alta calidad de vida para toda la ciudadanía. Actualmente, el PIB
se usa como la principal medida del progreso económico, pero como veíamos en el Capítulo 2, los
incrementos del PIB no se traducen en incrementos del bienestar para las personas de países ricos
como el RU. Una economía de estado estacionario utilizaría diferentes indicadores de progreso para
medir si la calidad de vida está mejorando. Sustituiría la medición de la producción y el consumo de
bienes y servicios por la medición de cuestiones que realmente importan a las personas como la salud,
el bienestar, el empleo seguro, más tiempo de ocio, comunidades fuertes y estabilidad económica. En
resumen, transformaría el objetivo de la economía de producir más cosas por el de ayudar a las
personas a tener una vida mejor.
¿Podemos ponerlo en práctica?
La visión de una economía de estado estacionario como la descrita arriba es profundamente positiva.
La transformación de un sistema económico de crecimiento en uno de estabilidad, yendo del más al
suficiente, nos permitiría resolver problemas ambientales importantes y al mismo tiempo mantener (o
incluso mejorar) la calidad de vida. Parece casi demasiado bueno para ser verdad. ¿Puede una
economía así funcionar en la vida real? ¿Es posible tener empleo suficiente, pobreza cero, un balance
fiscal positivo, y reducir los impactos ambientales sin apoyarse en el crecimiento económico?
Para ayudar a resolver esta pregunta, el economista Peter Victor ha creado un modelo sobre la
economía canadiense para probar qué pasaría en varios escenarios de bajo crecimiento durante un
periodo de treinta años (de 2005 a 2035)32. Aunque un modelo informático no puede sustituir a la
experiencia del mundo real, puede ayudarnos a comprender qué cambios serían necesarios en las
políticas para conseguir varios resultados económicos.
Aunque el escenario “business as usual” puede resultar atractivo por muchas razones, no es realista
dados los límites ambientales a los que nos enfrentamos (no incluidos en el modelo). Larry Elliot, el
economista jefe de The Guardian, escribió en 2008, “La cuestión es si es posible desafiar al modelo de
crecimiento a cualquier precio y dar con una alternativa que sea respetuosa con el medio ambiente,
económicamente sólida y políticamente factible”34
.
Si el incremento de las fuentes de crecimiento económico (esto es, gasto en consumo, inversión, gasto
público, comercio, población y productividad) se elimina durante un periodo de 10 años, empezando
en 2010, aparece un escenario muy diferente: un desastre de no crecimiento (Figura 3.2). La pobreza
crece de manera vertiginosa, el desempleo se incrementa de forma imparable y el nivel de deuda
pública se torna insostenible. El PIB per cápita y las emisiones de gases de efecto invernadero terminan
estabilizándose, pero al coste del colapso económico.
Para conseguir una economía exitosa sin crecimiento como la que muestra la Figura 3.3., se requiere
de una serie de cambios significativos.
Dichos cambios incluyen:
Redefinición del progreso y nuevas formas para medirlo;
Límites al consumo de materiales y energía, a la generación de desechos y al uso de la superficie
terrestre;
Una población y una fuerza de trabajo estables;
Unas existencias de capital más eficientes;
Bienes más duraderos y reparables;
Un mejor sistema de establecimiento de precios (incluyendo el precio del carbono);
Un año laboral más corto y más tiempo de ocio;
Reducción de la desigualdad;
Menos bienes representativos del estatus social;
Publicidad de carácter informativo;
Mejor criba de la tecnología;
Más comercio de bienes y servicios locales (y menos globales); y
Una educación para la vida y no sólo para el trabajo.
Sin embargo, tal y como Tim Jackson, autor de Prosperity Without Growth35 (Prosperidad sin
crecimiento), describió en su ponencia, la transición hacia una economía de estado estacionario
requerirá, seguramente, algo más que cambios políticos. Necesitaremos repensar conceptos
económicos fundamentales como inversión, productividad y propiedad
Conclusión
Para establecer una economía que prospere dentro de la capacidad ecológica, será necesario limitar el
uso de los recursos y la producción de residuos. Las políticas que lo hagan deberían emplear topes
basados en las evidencias científicas disponibles más fiables sobre límites ecológicos, y aplicar el
principio de precaución cuando haya incertidumbre. Los límites deberían ser introducidos lenta y
progresivamente, e implementados de arriba a abajo. No obstante, la gestión de los recursos debería
residir en y ser controlada por los individuos y las organizaciones de base de abajo a arriba.
Fijar límites a los recursos representa una oportunidad clave para lograr una distribución más justa de
la riqueza, y en definitiva, las políticas de recursos deberían ser alineadas con los principios de la
justicia ambiental. Se requerirá un detallado sistema de medición para medir no sólo el rendimiento
material de la economía, sino también los impactos sociales y medioambientales de ese rendimiento.
Aunque quedan varias preguntas por responder sobre cómo limitar el rendimiento equitativamente,
los sistemas “cap and share” pueden ser el punto de partida para una economía que cuide de las
personas y del planeta
-Reforma sistema monetario:
Debates
Quienes participaron en el taller acordaron que una economía de estado estacionario requeriría unos
sistemas monetario y financiero diferentes a los que tenemos en la actualidad. Sin embargo, el debate
sobre si las propuestas descritas anteriormente representan el tipo de reformas adecuadas fue más
abierto. Una gran parte de la discusión se centró en cómo podrían ser puestas en práctica estas
propuestas y cómo se superarían los obstáculos que se pondrían a su implementación. Un punto
importante alcanzado fue que además de una diversidad de monedas, también necesitaríamos una
diversidad de instituciones financieras, por ejemplo más organizaciones financieras cooperativas y
basadas en la comunidad.
Otros aspectos clave discutidos en el taller fueron:
La inflación. Para que un sistema de creación de dinero a través de los mecanismos públicos sea
aceptado, es necesario hacer desaparecer el mito de que tal sistema implicaría necesariamente
más inflación. En el momento en que el dinero se crea, ya sea por los bancos o por las autoridades
públicas, existe un riesgo potencial de inflación. Lo que importa no es quién crea el dinero, sino
cuánto se crea, y cómo circula. El dinero puede circular siendo creado por los bancos privados
como préstamos y recuperado a través de amortizaciones de deuda, o puede circular siendo creado
por una autoridad pública y recuperado a través de los impuestos. A pesar de que existen ejemplos
de hiperinflación en países en los que es el gobierno quién emite el dinero (como por ejemplo,
Zimbawe y la República de Weimar en Alemania), es demasiado simplista concluir que la causa de
la inflación en estos países es que son los gobiernos los que crean el dinero. En realidad, la creación
de dinero por parte del gobierno es normalmente una consecuencia, más que una causa, de una
crisis económica. Durante la crisis financiera, el Banco de Inglaterra, que es una institución pública
del gobierno del RU, creó 200 mil millones de libras esterlinas a través de la expansión monetaria
cuantitativa (en inglés, quantitative easing)
100. El Banco empleó este dinero recién creado para
comprar activos financieros como obligaciones del estado, pero de la misma forma podría haber
empleado este dinero en infraestructuras para una economía baja en carbono. En cualquier caso,
este ejemplo demuestra que una autoridad pública puede crear sumas significativas de dinero sin
causar un incremento de la inflación101
.
El papel de las instituciones. El papel de las instituciones existentes como el Banco de Inglaterra
debería cambiar en una economía de estado estacionario. En la actualidad, los principales objetivos
del banco son (1) mantener la inflación en torno a la tasa objetivo del 2% anual, (2) proteger y
aumentar la estabilidad del sistema financiero, y (3) emitir billetes seguros102. En una economía de
estado estacionario, el Banco de Inglaterra probablemente debería gestionar la cantidad de dinero
en circulación de una forma más directa a como lo hace ahora. Como institución pública a
disposición del gobierno, el Banco debería decidir si la cantidad de dinero en circulación debería
aumentarse o disminuirse con el fin de proporcionar suficiente moneda para el intercambio. Si
fuese necesario aumentar el suministro de dinero, el Banco lo crearía y transferiría al gobierno para
ponerlo en circulación. En caso de que fuese necesario reducir el suministro de dinero, el Banco
instaría al gobierno a eliminar dinero de la circulación a través de los impuestos.
El interés. Si el sistema monetario basado en la deuda fuese reemplazado por un sistema
monetario estable, el principal motor del crecimiento económico desaparecería. Sin embargo, los
bancos todavía podrían actuar como intermediarios financieros y prestar el dinero invertido con un
cierto interés. La necesidad de que la gente devuelva más dinero del que le prestaron puede aún
forzar a la economía a crecer, y por lo tanto sería problemático en términos medioambientales
práctica de prestar dinero a un cierto interés ha sido prohibida históricamente por muchas de las
principales religiones del mundo, fundamentalmente porque tiende a aumentar las diferencias en
la sociedad. Las personas ricas prestan dinero a las pobres, y las pobres deben devolver este dinero
con intereses. Como consecuencia, el pago de intereses supone una forma regresiva de imposición
de las personas ricas sobre las pobres. Si el propio interés es incompatible con los objetivos
medioambientales y sociales de una economía de estado estacionario, entonces tendríamos que
repensar cómo funcionan los sistemas de ahorro y pensiones.
La preocupación por el carbono. Tres preocupaciones surgieron acerca de la vinculación de la
moneda internacional a las emisiones de CO2. En primer lugar, un esquema como ese podría estar
demasiado centrado en un problema medioambiental concreto excluyendo a los demás. En
segundo lugar, el dinero es algo de lo que la gente generalmente quiere tener más, no menos, y por
lo tanto podría ser mejor asociar la moneda internacional a un recurso natural cuya cantidad
querríamos aumentar. Y en tercer lugar, si los combustibles fósiles terminan siendo reemplazados
por las energías renovables, y el mundo para de emitir CO2, la moneda no tendría un respaldo
físico.
Se identificaron varios obstáculos para la consecución de una reforma monetaria. La mayor parte se
refieren al argumento de que reformar el sistema monetario es una tarea muy difícil:
Intereses creados. Los bancos consiguen enormes beneficios de su capacidad para crear dinero de
la nada y prestarlo a un cierto interés. No parece que vayan a renunciar a ese poder con facilidad, y
tienen increíbles recursos a su disposición para oponerse al cambio. Como dijo Mayer Amschel
Rothschild, fundador de la dinastía bancaria de la familia Rothschild, "Permítanme emitir y
controlar el dinero de una nación, que yo no me preocupo por quién hace sus leyes. "103
Inercia institucional. El sistema monetario actual está profundamente integrado en los sistemas
político y económico. Para realizar los cambios necesarios se requeriría un "nuevo Bretton Woods",
pero sin una Guerra Mundial previa. Tal y como preguntó una de las personas que participó en el
taller:
¿Cuál es la "vía de acceso" a nivel nacional y regional cuando nuestra estrategia económica
regional en Occidente viene dictada por Goldman Sachs, determinada por los requisitos del
Tesoro con respecto al crecimiento del PIB y del VAB (Valor Añadido Bruto), y respaldada
por las finanzas y el dinero europeos y la protección bancaria? Vamos a ir a estas
estructuras sugiriendo que nos apartemos de ese sistema de crecimiento. Es virtualmente
imposible incluso conseguir que se reúnan contigo ni para discutirlo.
A pesar de todo, también se sacaron a la luz varias oportunidades y posibles acciones para
promocionar la reforma monetaria:
Aumentar la sensibilización. Existe una necesidad de mejorar el conocimiento que la ciudadanía
tiene del sistema bancario. Si la gente entendiese cómo de desigual e insostenible es el actual
sistema monetario basado en la deuda, sería mucho más fácil promover el cambio hacia un sistema
de creación de dinero público. Sin embargo, el sistema financiero es muy complejo, y no es fácil
comunicar muchos de los conceptos implicados. Para conseguir un aumento de la masa crítica, el
mensaje de la reforma monetaria debe ser traducido a palabras sencillas que capturen la
imaginación del público104
.
Trabajar con las autoridades locales. El presupuesto de austeridad del gobierno de coalición
implicará recortes en la financiación de las autoridades locales, las cuales tendrán dificultades para
conseguir el dinero para proveer los servicios sociales básicos. Para hacer frente a estos recortes de
financiación, las autoridades locales podrían crear sus propias monedas locales, como ya se hizo en
EE.UU. en los años 30105, para gastarlas en servicios locales y centros de ocio. Si las autoridades
locales aceptasen las monedas locales como impuestos municipales, esto aumentaría la demanda
de este tipo de monedas, y para los negocios sería mucho más fácil ponerlas en circulación.
Promover sistemas de puntos. Las reglas son más flexibles para el dinero electrónico o los sistemas
de "puntos" que para las monedas en papel alternativas. La Social Trade Organisation, una ONG con
sede en los Países Bajos, ha creado proyectos de moneda electrónica en América Central y
Sudamérica, a los cuales no se les da el nombre de "dinero" sino de "puntos"106. Este sistema de
puntos puede ser un buen modelo para las monedas alternativas en el Reino Unido.
Reivindicar demandas de transición. Una transición del sistema bancario actual hacia un sistema
de reservas al 100% contaría con la oposición total de aquellos que controlan el sistema monetario,
incluso aunque los pasos se fuesen dando progresivamente. Una posible manera de avanzar sería
realizar "peticiones de transición", es decir, defender medidas políticas que parecen posibles dentro
del sistema económico actual (como un impuesto sobre los bienes raíces o sobre las rentas de los
ciudadanos), pero que en realidad necesitan un cambio hacia una economía de estado estacionario
para poder ser implementadas.
Emplear la crisis como una oportunidad. Como dijo el economista de Stanford Paul Romer, "Es
terrible no aprovechar una crisis"107. La crisis financiera que comenzó en 2007 puso de manifiesto
los serios problemas del sistema financiero, y ha costado a los contribuyentes ingentes cantidades
de dinero. El gobierno de coalición ha creado una comisión independiente para investigar si con la
separación de las bancas minorista y de inversión (es decir, disolviendo los principales bancos) se
reduciría el riesgo sistémico108. Existe una oportunidad de ampliar este debate y dar pie a reformas
más fundamentales como reintroducir el control sobre el intercambio de divisas o eliminar la
creación de dinero basado en la deuda. El precedente sentado por el empleo de la expansión
monetaria cuantitativa en el RU demuestra que el dinero emitido por las entidades públicas puede
funcionar. Además, el gobierno posee ahora un bastón de mando sobre dos de los cuatro
principales bancos del Reino Unido (Lloyds y RBS), lo que hace que el cambio sea aún más
realizable.
Conclusión
El actual sistema monetario basado en la deuda es uno de los principales motores del crecimiento
económico, la inflación, y la inestabilidad dentro del sistema económico. Si queremos estabilizar el
tamaño de la economía, entonces deberemos hacerlo también con el sistema monetario. Se debería
prohibir a los bancos privados que crearan dinero de la nada, y el control del suministro de dinero —
un recurso público — debería ser devuelto a las autoridades públicas. Deberían crearse monedas
locales para revitalizar las comunidades locales, y el gobierno del Reino Unido debería promover y
participar en una negociación global para crear una moneda internacional neutral. Estos cambios no
serán sencillos, y aparecerán poderosos intereses en su contra. No obstante, la manera en la que
funciona el actual sistema es tan indignante que el aumento de la sensibilización podría ser un camino
hacia la consecución del cambio.
Si no se realizan cambios fundamentales en el sistema monetario, la economía seguirá estando
contaminada por las quiebras y las crisis. Cuando suceda la siguiente crisis, las políticas alternativas
tienen que estar listas para ser aplicadas.
Como escribió en cierta ocasión el economista
estadounidense Milton Friedman:
Sólo una crisis — real o percibida — produce cambios reales. Cuando sucede esa crisis, las
acciones que se toman dependen de las ideas que merodean por ahí. Esa, creo, es nuestra
función primordial: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas
vivas y a disposición hasta que lo políticamente imposible se convierta en políticamente
inevitable"
PIB, otras medidas
El Producto Interior Bruto (PIB) es el principal indicador económico en la actualidad, y probablemente
el más influyente en materia política. Es difícil soslayar su importancia en la toma de decisiones a
todos los niveles. Cada nueva política es valorada en función de su impacto en el PIB. Los presupuestos
gubernamentales son evaluados en función de su predecible efecto en el PIB. Incluso la sostenibilidad
es frecuentemente calculada en relación con la reducción del impacto ambiental por unidad de PIB. En
resumen, el progreso de un país se ha convertido en sinónimo de aumento del PIB. Pero, ¿qué es el PIB
y cuán buen indicador de progreso es?
En pocas palabras, el PIB es una medida de la actividad económica, del movimiento del dinero. El gasto
del consumo en comida, ropa o entretenimiento contribuye al PIB. Las inversiones gubernamentales
en educación también cuentan. Estos son gastos que la mayoría de la gente considera deseables. Sin
embargo, si hay un vertido de petróleo, como el desastre de BP en el Golfo de Méjico, el dinero
gastado por el gobierno en las labores de limpieza también contribuye al PIB. Si la incidencia del cáncer
aumenta, los costes de su tratamiento también cuentan para el PIB. Los costes generados por las
guerras, el crimen o la desestructuración familiar, todos provocan el aumento del PIB. En lenguaje
económico, el PIB no distingue entre beneficios y costes, lo suma todo bajo el epígrafe “actividad
económica”.
Existe una gran variedad de opiniones sobre el significado de progreso (Cuadro 6.1), y muchas de ellas
están relacionadas con el aumento del PIB. Aunque el PIB per cápita se ha más que triplicado en el
Reino Unido desde 1950, las encuestas de satisfacción vital muestran que la gente no es más feliz. Más
allá del nivel de ingresos necesarios para cubrir las necesidades básicas y obtener un mínimo confort,
los ingresos adicionales no parecen mejorar nuestras vidas110. Diversos estudios sugieren que otros
factores, como tener pareja, disponer de buena salud y de un trabajo seguro, los bajos niveles de
criminalidad, la confianza en las instituciones, el voluntariado, o no ver mucha televisión, mejoran el
bienestar
Nuestra principal vara de medida económica, el PIB, no parece ser un buen indicador del progreso,
incluso en un sistema donde la meta es el crecimiento. Sería aún menos útil como indicador de
progreso en una economía de estado estacionario, donde el objetivo es alcanzar un tamaño sostenible,
un reparto justo, una distribución eficiente y una alta calidad de vida. El PIB proporciona poca
información sobre si estamos consiguiendo estas metas. Aunque el crecimiento del PIB y el aumento
de los recursos suelen ir de la mano, un crecimiento cero del PIB no sería indicativo de una economía
de estado estacionario. Un crecimiento cero del PIB podría estar de todas maneras acompañado de
una disminución de las existencias de capital natural o de un aumento de la desigualdad, lo que
supondría una posición contraria a los objetivos de una economía de estado estacionario. Por esta
razón se necesitan nuevos indicadores que complementen o incluso sustituyan al PIB.
Existen diversas iniciativas que investigan alternativas al PIB, como la iniciativa de la Comisión Europea
Más Allá del PIB112, el proyecto de la OCDE para la Medición del Progreso de las Sociedades113 y la
Comisión de Medición de la Actividad Económica y el Progreso Social impulsada por el presidente
francés Nicholas Sarkozy, y que ha publicado su informe recientemente114
.
Los gobiernos de muchos países, como Francia, Reino Unido, Bután, Costa Rica o Ecuador, están
tomando en serio la búsqueda de formas alternativas de medir el progreso. Lo hacen en parte debido
a las críticas sobre el PIB, pero también porque hay una constatación de que los objetivos y las
prioridades están cambiando. Una encuesta en el RU mostró que el 81% de la población apoya la idea
de que el principal objetivo del gobierno hacia su ciudadanía debería ser proporcionarle la “mayor
felicidad” más que la “mayor riqueza”115. De igual manera, una encuesta desarrollada
internacionalmente halló que tres cuartas partes de las personas encuestadas creían que los
indicadores de salud, sociales y ambientales son tan importantes como los económicos y deberían ser
utilizados para medir el progreso
Empleo:Debate
Debate
La mayor parte de la discusión en el taller giró en torno a la propuesta sobre la reducción del tiempo
de trabajo. Hubo un consenso generalizado sobre la necesidad de aplicar políticas a favor dicha
reducción. Además, durante una asamblea general, se preguntó a todas las personas que
participaron en la conferencia sobre si estaban a favor de la propuesta de reducción del tiempo de
trabajo, y casi todas las manos se alzaron mostrando su apoyo a la misma.
En el taller se debatieron una gran variedad de temas, como:
La definición de trabajo y de ocio: La distinción entre trabajo y ocio no está siempre clara. No todo
el trabajo es retribuido, y no todo el tiempo que pasamos fuera del puesto de trabajo retribuido es
ocio. Las interpretaciones sobre estos dos términos pueden variar, pero una definición aproximada
equipararía trabajo a producción y ocio (posiblemente) a consumo. Las políticas sobre reducción
del tiempo de trabajo se centran en reducir el tiempo que pasamos en el empleo retribuido,
dejando más tiempo para el trabajo no retribuido, para el ocio y para otras actividades. Sin
embargo, tal y como una persona que participaba en el taller señaló, el problema no es solo la
actividad económica: toda actividad humana que utiliza recursos tiene un impacto ambiental,
independientemente de si esa actividad es o no el resultado del trabajo retribuido.
Incentivos: Se sugirió la inclusión de dos incentivos adicionales para fomentar la reducción de las
horas de trabajo: (1) proporcionar protección a los/as trabajadores/as a tiempo parcial para que
tengan los mismos derechos que los/as que trabajan a tiempo completo, y (2) gravar más el trabajo,
en respuesta a la evidencia de que la gente está trabajando actualmente de modo excesivo. Con
respecto a la segunda idea, las parejas podrían someterse a los impuestos de modo conjunto (como
una sola persona) a fin de fomentar el reparto del trabajo.
Escasez de recursos y recuperación ambiental: Hay dos factores que podrían reducir o, incluso,
eliminar la necesidad de políticas específicas para conseguir el pleno empleo en una economía de
estado estacionario. El primero de ellos es la escasez de recursos, como el pico del petróleo. Si los
precios de la energía aumentan considerablemente debido a la escasez de combustibles fósiles,
entonces puede llegar a hacerse demasiado caro mantener en funcionamiento todas las máquinas
que venían dependiendo de un combustible barato. El resultado podría ser un giro hacia una
mayor presencia de mano de obra en los medios de producción –más agricultores/as y menos
tractores, por ejemplo- lo cual podría generar una importante cantidad de puestos de trabajo.
La segunda posible fuente de nuevos puestos de trabajo es la recuperación del medio ambiente, es
decir, la reparación del daño causado al medio ambiente. Si bien hay aún mucho trabajo por hacer
en este campo, no está claro quien pagaría por ello. Sin embargo, existe la posibilidad de potenciar
más el trabajo voluntario (no retribuido) en la recuperación del medio ambiente, una actividad en
la que la gente podría invertir más tiempo, si su trabajo remunerado se redujera.
También se identificados una serie de preocupaciones y posibles obstáculos a la implementación de
políticas de reducción del tiempo de trabajo:
Libertades individuales: La propuesta de RTT anteriormente descrita sugiere que los
individuos deben poder ajustar sus pautas de trabajo para compatibilizarlo con sus preferencias -
un aumento de las libertades de los/as empleados/as. Se supone que los/as
empleados/as utilizarían esta libertad para reducir sus horas de trabajo, y hay alguna evidencia que
apoya esta hipótesis. Por ejemplo, las encuestas muestran que el 40 por ciento de
los/as trabajadores/as a tiempo completo en Gran Bretaña preferirían trabajar menos horas con su
actual salario por hora, mientras que sólo el 5 por ciento preferiría trabajar más horas135. Por otra
parte, cuando se les consultó sobre si preferirían mayores ingresos en el futuro o más tiempo
libre, la mayoría de los encuestados eligió más tiempo libre136. Sin embargo, si la gente no eligiera
reducir sus horas de trabajo voluntariamente, o no respondiera a los incentivos, la reducción del
tiempo de trabajo tendría que ser obligatoria por ley para ser eficaz. Esto daría lugar a una
disminución en las libertades individuales, con posibles consecuencias negativas para el bienestar
de las personas.
Equidad: La política de RTT debe estar estructurada de tal manera que no dé lugar a que algunas
personas tengan ingresos demasiado reducidos para satisfacer sus necesidades básicas. Mientras
profesionales con un alto nivel de ingresos, como los de las ingenierías, podrían reducir sus horas
de trabajo y seguir manteniendo un alto nivel de vida, no ocurriría lo mismo con los
trabajadores/as que están cerca de la línea de la pobreza. En paralelo a la RTT deben ser tratados
los problemas de desigualdad (véase el Capítulo 6), y debe garantizarse una red de protección
social.
Eficiencia y competitividad: Desde la perspectiva de un/a empleador/a, la RTT podría suponer una
menor eficiencia y competitividad, así como un incremento de costes (por ejemplo, por tener que
formar más personas). También podría considerarse que demasiada flexibilidad podría dificultar el
trabajo en equipo, y los/as clientes/as podrían quejarse si no hubiera miembros de la plantilla
disponibles durante el horario de trabajo habitual. Además, existe el peligro de fuga de capital a
otros países en busca de mayores beneficios, a no ser que se tomen medidas para prevenirlo (ver
Capítulo 11)
No hay más remedio que trabajar: Una pregunta importante es “¿Por qué trabajamos? En cierta
medida, la gente trabaja porque le gusta, pero existen al menos otras dos razones que tienen que
ver con el sistema socioeconómico. En primer lugar, la gente trabaja porque necesita el dinero que
el empleo le proporciona para poder pagar una renta o una hipoteca, para poder comprar comida,
ropa y otros bienes y servicios. El sistema económico, en particular el creado en base a la deuda
(ver Capítulo 7) hace necesario que la gente trabaje, incluso aunque quisiera hacerlo menos. Como
una persona de las que participaba subrayó, “ Si yo pudiera dejar de trabajar uno o dos días a la
semana ahora, lo haría de cabeza. Pero, por los impuestos que tengo que pagar, por la deuda que
tengo sobre mi casa, y por todo ese tipo de asuntos, me es imposible ni siquiera planteármelo. No
se tiene escapatoria”.
En segundo lugar, la gente trabaja porque existe una cierta presión social. La noción de la “ética del
trabajo” está inserta en la sociedad, mediante una serie de valores basados en el trabajo duro y la
eficacia. El trabajo proporciona reconocimiento social. Las personas que están fuera del mercado
laboral durante un año o dos dejan de ser vistas como competitivas en el puesto de trabajo.
Además, en el RU, la falta de confianza en el sistema de protección social hace que la gente se
sienta angustiada por su futuro, lo que les lleva a intentar ganar la mayor cantidad de dinero
posible para tener una cierta seguridad. De esta manera, estamos condicionados/as a producir.
Pero, como veremos en el Capítulo 12, también estamos condicionados/as a consumir. En Suecia,
por ejemplo, se gasta al año tanto dinero en publicidad como en educación. Para poder satisfacer
nuestros deseos como consumidores/as, tenemos que trabajar a cambio de un salario.
Conclusión
En lugar de usar el progreso tecnológico para producir más bienes y servicios, podríamos utilizar
nuestro ingenio para aumentar el tiempo de ocio. Las personas deberían tener la libertad de
amoldar sus patrones laborales a sus preferencias; al mismo tiempo, se deberían ofrecer apoyos e
incentivos para potenciar una reducción generalizada del tiempo de trabajo en todos los órdenes
sociales. Esta reducción progresiva del tiempo de trabajo ayudaría a mantener el empleo, reduciría
la explotación de los recursos y aumentaría el nivel de vida. Si el desempleo siguiera siendo un
problema en el periodo de transición hacia una economía de estado estacionario, el estado podría
actuar como “empleador de último recurso” y así garantizar empleos de la misma manera que
garantiza la educación o la asistencia sanitaria. Estas ideas se han demostrado válidas en la práctica.
El reto está en liberar a las personas de las presiones sociales sistémicas que impiden que puedan
elegir trabajar menos
“La cuestión es si somos capaces de adaptarnos. Como individuos, somos
increíblemente adaptables, pero las instituciones tienden a resistirse al
cambio. Si no logramos adaptarnos, el futuro será sombrío, pero ese no es el
único futuro posible. Si nos ponemos a ello, si conseguimos vencer la inercia
de nuestras instituciones y aprendemos a gestionar la economía de otra
manera, un futuro esperanzador nos espera en el horizonte”.
— Peter Victor, Universidad de York
La base de una economía de estado estacionario incluye cuatro conceptos clave expuestos en la
primera parte de este documento: (1) escala sostenible, (2) distribución equitativa, (3) asignación
eficiente y (4) alta calidad de vida. Una escala sostenible que supone que el tamaño de la economía
sea compatible con la capacidad de los ecosistemas de proporcionar recursos y absorber desechos –los
flujos materiales y energéticos estarían condicionados por los límites ecológicos, y tanto la población
como el consumo estarían estabilizados por debajo de la capacidad de regeneración del planeta. Con
el término distribución equitativa se hace referencia a que la gente tenga las mismas oportunidades
para obtener ingresos y riqueza, limitando la injusticia y evitando brechas entre personas ricas y
pobres. Por otro lado, asignación eficiente implica que el poder de los mercados esté bien
aprovechado (teniendo en cuenta dónde funcionan y dónde no) para distribuir los recursos entre los
diversos usos de dichos recursos. Por último, una alta calidad de vida supone sustituir el paradigma
del crecimiento ilimitado, representado por el PIB, por las cosas que realmente importan a la gente
como la salud, la felicidad, el empleo estable, el tiempo libre, comunidades fuertes y estabilidad
económica. Una economía prospera, diseñada para durar debe, al menos, incluir estos cuatro
conceptos como base.
Si bien es cierto que debemos construir el nuevo modelo sobre la base anteriormente propuesta,
también es verdad que no podemos empezar desde cero. Vivimos atrapados en el actual sistema
económico y debemos reparar su base inestable antes de empezar a construir nada sobre ella. La
reparación requiere que revisemos tres conceptos básicos: (1) La inversión, (2) la productividad y (3) la
propiedad privada. En primer lugar, no podemos seguir entendiendo la inversión como una forma de
usar el dinero para hacer dinero. La inversión debe abarcar un campo más amplio que el de los
beneficios económicos, generando también rentabilidad social y ambiental. Por otro lado, la
optimización, que no maximización, debe de ser el santo y seña en lo referido a la productividad
laboral. Además, debemos utilizar los beneficios de la productividad sabiamente para ofrecer
oportunidades de generar empleos que satisfagan. En lo correspondiente a la propiedad privada,
desde hace tiempo está claro que existen muchas opciones entre los extremos del socialismo de
estado y el capitalismo privado.
La nueva base económica necesita de un apoyo social generalizado. Una vez logrado el respaldo de la
mayoría de la ciudadanía, y que seguro llegará si tenemos en cuenta que los inconvenientes del
crecimiento cada vez son más, debemos estar preparadas/os para instaurar una serie de medidas y
estrategias que nos posibiliten alcanzar esa base estable.
Los pilares
Los resultados recogidos de los talleres de la Conferencia sobre la economía de estado estacionario,
proporcionan un punto de partida para avanzar en la transición hacia una nueva economía.
Las ideas
que surgieron de cada taller forman los diez pilares del edificio de la economía en estado estacionario.
1. Limitar el uso de los recursos naturales y la producción de residuos.
2. Estabilizar la población.
3. Distribuir equitativamente los ingresos y la riqueza.
4. Reformar el sistema monetario.
5. Cambiar la forma de medir el progreso.
6. Asegurar el pleno empleo.
7. Repensar las estructuras de los negocios y los métodos de producción.
8. Favorecer la cooperación internacional a medida que las naciones entran en la fase de
transición económica.
9.Cambiar los comportamientos en el consumo;
10. Implicar a la clase política y a los medios en un amplio debate pública sobre estrategias y
objetivos de la economía.
Suficiente tiempo esperando la transición
El concepto de economía de estado estacionario no es nuevo. Desde hace siglos, las/os economistas han considerado la transición de una economía basada en el crecimiento a un modelo estable.
En “La riqueza de las naciones” (The wealth of nations), obra cumbre de Adam Smith, el economista admitió los límites del crecimiento económico. Smith predijo que, a largo plazo, el crecimiento de la población acarrearía la reducción de los salarios, los recursos naturales escasearían y el reparto del trabajo alcanzaría los límites de su eficacia. Incluso predijo que el periodo de crecimiento duraría, como mucho, 200 años, seguido de una estabilización de la población .
John Stuart Mill, brillante filósofo y economista pionero, desarrolló la idea de la economía de estado estacionario a mediados del siglo XIX. Stuart Mill creía que tras un periodo de crecimiento, la economía debía alcanzar una situación estacionaria, caracterizada por la estabilización de la población y por el no crecimiento de las reservas de capital. Sus palabras nos describen elocuentemente los aspectos positivos de dicho sistema económico:
"Casi no será necesario decir que una situación estacionaria del capital y de la población no implica una situación estacionaria del adelanto humano. Será más amplio que nunca el campo para la cultura del entendimiento y para el progreso moral y social; habría las mismas posibilidades de perfeccionar el arte de vivir, y hay muchas más probabilidades de que se perfeccione cuando los espíritus dejen de estar absorbidos por la preocupación constante del arte de progresar"
Estos pensadores vanguardistas del los siglos XVIII y XIX andaban tras la pista de algo. Las/os actuales economistas ecologistas, las/os científicas/os en pos de la sostenibilidad, las/os investigadoras/es del buen vivir y un creciente número de gente concienciada entienden la necesidad urgente de unatransición que nos aleje del crecimiento. En 2008 se celebró la primera conferencia internacional sobre Decrecimiento (la décroissance) en París. En 2009, la comisión sobre desarrollo sostenible del Reino Unido publicó el histórico informe “¿Prosperidad sin crecimiento?” (Prosperity without growth?)” y la NEF lanzó La gran transición (The great transition). En enero de este año, el gobierno austriaco patrocinó un importante evento bajo el lema Crecimiento en transición (Growth in transisition). La segunda conferencia internacional sobre Decrecimiento se celebró en marzo en Barcelona, seguida de un evento más pequeño en Vancouver, Canadá. Está surgiendo un movimiento global. Existen incluso indicios de que estas ideas se están incorporando en la corriente principal.
Robert Solow, ganador del Premio Nobel de Economía por su trabajo entorno al crecimiento económico dijo recientemente: Es posible que con el transcurrir de las décadas, los Estados Unidos y Europa descubran que, o bien el crecimiento es demasiado destructivo para el medio ambiente y que son demasiado dependientes de la escasez de recursos, o bien que prefieren utilizar el aumento de la productividad en forma de disfrute del ocio. No hay nada intrínseco en el sistema que diga que no se pueda vivir de forma feliz en un estado estacionario.183 La idea de una economía con la que alcancemos el bienestar para todas las personas teniendo en cuenta los límites del planeta es muy atractiva. Nunca se ha intentado y es contraria a la forma en la que hemos estado haciendo las cosas, por lo que el alcance del cambio que se requiere es considerable. Los resultados de los talleres indican que todavía queda mucho por hacer y muchos interrogantes por responder. El proyecto esta todavía incompleto en algunas áreas. Aún así, tenemos suficientes ideas como para romper los esquemas con nuestra propuesta, y es cada vez más urgente que así lo hagamos.
Capítulo 1 – Introducción 1. Remitirse a CASSE, lista de ejemplos: http://steadystate.org/discover/reading-list/
2. Remitirse a la siguiente página de internet con vídeos de las ponencias principales de la conferencia: http://steadystate.org/leeds2010/videos/ 3. Remitirse a la siguiente página de internet con enlaces a todos los resúmenes de los talleres: http://steadystate.org/leeds2010/workshops/
Capítulo 2– ¿Cuánto es suficiente? 4. Este capítulo está basado en gran parte en el discurso de apertura de Peter Victor en la Conferencia sobre la economía de estado estacionario, Leeds, RU, 19 de Junio. http://steadystate.org/leeds2010/videos/
El concepto de economía de estado estacionario no es nuevo. Desde hace siglos, las/os economistas han considerado la transición de una economía basada en el crecimiento a un modelo estable.
En “La riqueza de las naciones” (The wealth of nations), obra cumbre de Adam Smith, el economista admitió los límites del crecimiento económico. Smith predijo que, a largo plazo, el crecimiento de la población acarrearía la reducción de los salarios, los recursos naturales escasearían y el reparto del trabajo alcanzaría los límites de su eficacia. Incluso predijo que el periodo de crecimiento duraría, como mucho, 200 años, seguido de una estabilización de la población .
John Stuart Mill, brillante filósofo y economista pionero, desarrolló la idea de la economía de estado estacionario a mediados del siglo XIX. Stuart Mill creía que tras un periodo de crecimiento, la economía debía alcanzar una situación estacionaria, caracterizada por la estabilización de la población y por el no crecimiento de las reservas de capital. Sus palabras nos describen elocuentemente los aspectos positivos de dicho sistema económico:
"Casi no será necesario decir que una situación estacionaria del capital y de la población no implica una situación estacionaria del adelanto humano. Será más amplio que nunca el campo para la cultura del entendimiento y para el progreso moral y social; habría las mismas posibilidades de perfeccionar el arte de vivir, y hay muchas más probabilidades de que se perfeccione cuando los espíritus dejen de estar absorbidos por la preocupación constante del arte de progresar"
Estos pensadores vanguardistas del los siglos XVIII y XIX andaban tras la pista de algo. Las/os actuales economistas ecologistas, las/os científicas/os en pos de la sostenibilidad, las/os investigadoras/es del buen vivir y un creciente número de gente concienciada entienden la necesidad urgente de unatransición que nos aleje del crecimiento. En 2008 se celebró la primera conferencia internacional sobre Decrecimiento (la décroissance) en París. En 2009, la comisión sobre desarrollo sostenible del Reino Unido publicó el histórico informe “¿Prosperidad sin crecimiento?” (Prosperity without growth?)” y la NEF lanzó La gran transición (The great transition). En enero de este año, el gobierno austriaco patrocinó un importante evento bajo el lema Crecimiento en transición (Growth in transisition). La segunda conferencia internacional sobre Decrecimiento se celebró en marzo en Barcelona, seguida de un evento más pequeño en Vancouver, Canadá. Está surgiendo un movimiento global. Existen incluso indicios de que estas ideas se están incorporando en la corriente principal.
Robert Solow, ganador del Premio Nobel de Economía por su trabajo entorno al crecimiento económico dijo recientemente: Es posible que con el transcurrir de las décadas, los Estados Unidos y Europa descubran que, o bien el crecimiento es demasiado destructivo para el medio ambiente y que son demasiado dependientes de la escasez de recursos, o bien que prefieren utilizar el aumento de la productividad en forma de disfrute del ocio. No hay nada intrínseco en el sistema que diga que no se pueda vivir de forma feliz en un estado estacionario.183 La idea de una economía con la que alcancemos el bienestar para todas las personas teniendo en cuenta los límites del planeta es muy atractiva. Nunca se ha intentado y es contraria a la forma en la que hemos estado haciendo las cosas, por lo que el alcance del cambio que se requiere es considerable. Los resultados de los talleres indican que todavía queda mucho por hacer y muchos interrogantes por responder. El proyecto esta todavía incompleto en algunas áreas. Aún así, tenemos suficientes ideas como para romper los esquemas con nuestra propuesta, y es cada vez más urgente que así lo hagamos.
Capítulo 1 – Introducción 1. Remitirse a CASSE, lista de ejemplos: http://steadystate.org/discover/reading-list/
2. Remitirse a la siguiente página de internet con vídeos de las ponencias principales de la conferencia: http://steadystate.org/leeds2010/videos/ 3. Remitirse a la siguiente página de internet con enlaces a todos los resúmenes de los talleres: http://steadystate.org/leeds2010/workshops/
Capítulo 2– ¿Cuánto es suficiente? 4. Este capítulo está basado en gran parte en el discurso de apertura de Peter Victor en la Conferencia sobre la economía de estado estacionario, Leeds, RU, 19 de Junio. http://steadystate.org/leeds2010/videos/
En “La riqueza de las naciones” (The wealth of nations), obra cumbre de Adam Smith, el economista admitió los límites del crecimiento económico. Smith predijo que, a largo plazo, el crecimiento de la población acarrearía la reducción de los salarios, los recursos naturales escasearían y el reparto del trabajo alcanzaría los límites de su eficacia. Incluso predijo que el periodo de crecimiento duraría, como mucho, 200 años, seguido de una estabilización de la población .... Smith, A., 1776. Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Editorial Planeta DeAgostini S.A. Edición original: Smith, A., 1776 An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations. University of Chicago Press.
Articulo entero en
http://steadystate.org/wp-content/uploads/EnoughIsEnough_FullReport_ES.pdf
Bibliografia:http://transicionsocioeconomica.blogspot.com.es/2016/08/suficiente-es-suficiente-bibliografia.html
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