En este blog se debaten articulos relacionados con la transición siguiendo el enfoque del bien común,con las propuestas de J.Tirole, S.Zamagni, C.Felber,etc.
________________________________________ January 2022: EU Taxonomy Regulation begins to apply!
February 2022: Corporate Climate Responsibility Monitor finds 25 companies are responsible for 5% of global carbon emissions
March 2022: The IRS Foundation's ISSB published two draft standards aimed at providing a global sustainability reporting baseline for organizations.
April 2022: - Mandatory Diversity Target Disclosure for UK Listed Issuers - TCFD-Aligned Disclosures become mandatory for over 1,300 of the largest UK-registered companies and financial institutions
May 2022: The
Bank of England published results from ran its first exploratory
scenario exercise on climate risk, involving the largest UK banks and
insurers.
June 2022: - GRI Agriculture, Aquaculture and Fishing Sectors 2022 released - GFANZ releases guidance on credible Net-zero Transition Plans
July 2022: - Australia mandates climate targets into law - MSCI launches tool to measure emissions across investment portfolios
August 2022: - UN declares access to a Clean, Healthy and Sustainable Environment as a human right - Inflation Reduction Act is passed in the US
September 2022: GRI celebrates its 25th Anniversary!
October 2022: ISSB confirms Scope 3 inclusion in its proposed standards
November 2022: - COP27 - Biden Administration makes CDP's model the law - TNFD releases v0.3 of its beta framework
December 2022: - COP15 - CSRD is published in the Official Journal of the European Union
**This journey has culminated in some significant steps during 2022**
India - Amendment of Energy Conservation bill to facilitate carbon trading - Net Zero emission bill 2022 tabled in parliament towards a comprehensive net zero legislation - EPR for plastics, tyres and automobiles to drive circular economy growth
EU - CSRD approval and ESRS submittal from EFFRAG to EU
US - Inflation Reduction Act of 2022 - significant regulatory support for decarbonisation US - Federal Government's proposal to protect federal supply chain from climate risks
Standards - CDSB merged into ISSB - Value Reporting Foundation (SASB + IIRC) merged into ISSB - GRI published 2025 work program draft and Bio Diversity standard draft for public comments - UNRISD published SDPI standards for threshold based indicator reporting
Creación de ESG: ESG en 2022 ________________________________________ Enero 2022: ¡El Reglamento de Taxonomía de la UE comienza a aplicarse!
Febrero 2022: Corporate Climate Responsibility Monitor revela que 25 empresas son responsable del 5% de las emisiones globales de carbono
Marzo 2022: El ISSB de la Fundación IRS publicó dos borradores de estándares destinados a proporcionar un informe de sostenibilidad global Línea base para organizaciones.
Abril 2022: - Divulgación obligatoria de objetivos de diversidad para los emisores cotizados en el Reino Unido -
Las divulgaciones alineadas con TCFD se vuelven obligatorias para más
de 1,300 de las compañías e instituciones financieras registradas en el
Reino Unido
Mayo 2022: El Banco de Inglaterra publicó los
resultados de su primer ejercicio de escenario exploratorio sobre el
riesgo climático, que involucró a los bancos y aseguradoras más grandes
del Reino Unido.
Junio 2022: - GRI Sectores de Agricultura, Acuicultura y Pesca 2022 liberados - GFANZ publica una guía sobre planes creíbles de transición neta cero
Julio 2022: - Australia exige que los objetivos climáticos se conviertan en ley - MSCI lanza una herramienta para medir las emisiones en todas las carteras de inversión
Agosto 2022: - La ONU declara el acceso a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano - Se aprueba la Ley de Reducción de la Inflación en los Estados Unidos
Septiembre 2022: ¡GRI celebra su 25 aniversario!
Octubre 2022: ISSB confirma la inclusión del Alcance 3 en sus estándares propuestos
Noviembre 2022: - COP27 - La Administración Biden convierte el modelo de CDP en ley - TNFD lanza v0.3 de su marco beta
Diciembre 2022: - COP15 - CSRD se publica en el Diario Oficial de la Unión Europea
** Este viaje ha culminado en algunos pasos significativos durante 2022 **
India - Enmienda del proyecto de ley de conservación de energía para facilitar el comercio de carbono -
Proyecto de ley de emisiones netas cero 2022 presentado en el
parlamento hacia una legislación integral de cero emisiones netas - EPR para plásticos, neumáticos y automóviles para impulsar el crecimiento de la economía circular
UE - Aprobación de CSRD y presentación de ESRS de EFFRAG a la UE
NOS - Ley de Reducción de la Inflación de 2022: apoyo regulatorio significativo para la descarbonización EE.UU. - Propuesta del Gobierno Federal para proteger la cadena de suministro federal de los riesgos climáticos
Normas - CDSB fusionado con ISSB - Value Reporting Foundation (SASB + IIRC) fusionado con ISSB - GRI publicó el borrador del programa de trabajo 2025 y el borrador del estándar de Biodiversidad para comentarios públicos - El Instituto publicó normas SDPI para la presentación de informes de indicadores basados en umbrales
La Fundación Finanzas Éticas presenta la edición en castellano del
primer Informe de las Finanzas Éticas y Sostenibles en Europa. Una
edición que inicialmente ha sido producida por la fundación de Banca
Etica en Italia (la Fondazione Finanza Etica) y que en su edición
castellana incorpora adaptaciones y textos propios sobre la realidad en
ESpaña. El informe analiza y compara bancos éticos con la banca
tradicional. Además ofrece una amplia panorámica sobre otras cuestiones
de gran interés a nivel europeo como los Fondos de Inversión Socialmente
Responsables, las microfinanzas, los bonos verdes y las inversiones de
impacto social.
En esta primera edición el informe se focaliza en dar cifras para conseguir al menos dos objetivos: demostrar a las personas que ya invierten de forma sostenible en la banca ética, que ésta sigue creciendo y ocupando espacios nuevos.
Y en segundo lugar, explicar a quien no ha oído hablar nunca de las
finanzas éticas que son muy diferentes de las convencionales y que, en
cambio permiten conservar o aumentar el valor económico de los ahorros
con el tiempo, así como añadir a la última línea del extracto bancario
una serie de valores diferentes, como el respeto al medio ambiente, la
lucha contra el cambio climático, el derecho a la vivienda o a una
alimentación sana.
El sector de las finanzas éticas y sostenibles en Europa ha dejado de ser marginal:
tiene un valor de 715 mil millones de euros, que representan el 5% del
PIB de la UE. En su interior coexisten realidades diversas: los bancos
éticos que están en condiciones de responder a la crisis mejor que las
entidades de crédito tradicionales, los fondos socialmente responsables,
los microcréditos y lo que hemos denominado como nuevas fronteras: los
bonos verdes y las inversiones de impacto.
De los 715.000 millones mencionados, 39.800 representan los activos de aproximadamente treinta bancos éticos y sostenibles europeos,
que a finales de 2016 habían concedido créditos por un total de 29.330
millones a decenas de miles de proyectos de inclusión social, defensa
del medio ambiente, cultura o cooperación internacional. De estos bancos
se habla en la primera parte, en la que también se presenta una inédita
comparativa entre su rentabilidad y la de los grandes bancos
comerciales europeos.
El resultado, es una victoria en toda regla para los bancos éticos.
Sí, también en beneficios. Una vez finalizado el periodo de vacas
gordas que precedió a la crisis del 2008, desaparecieron también los
famosos crecimientos «de dos cifras» para los colosos grupos bancarios
europeos. Ahora siguen creciendo pero mucho menos que antes y sin
grandes diferencias respecto a los bancos éticos, que se confirman como
más sólidos y resilientes: en los últimos diez años, sus rendimientos
han sido constantes.
Este capítulo del informe recoge
también dos cuestiones de gran interés: la nueva legislación italiana
sobre la banca ética y un recorrido histórico sobre los principales
bancos éticos y sostenibles en Europa.
La segunda parte del informe centra
su atención en los Fondos Socialmente Responsables (ISR), un sector en
fuerte expansión en los últimos años que suma inversiones por un total
de 493 mil millones de euros. Se detallan y cuantifican las siete
estrategias que este tipo de fondos puede seguir por definición y se
alinean al concepto finanzas sostenibles aquellos que utilizan como
mínimo la estrategia Best-In-Class, es decir los que eligen sólo el
mejor valor en términos de comportamiento, para cada sector. El capítulo
concluye llamando la atención sobre el riesgo de instrumentalización de
las ISR como green-washing.
2.540 millones de euros suman los
microcréditos concedidos. El informe detalla todos los números del
sector, por zona, país, tipos de servicios complementarios ofrecidos,
beneficiarios finales y radiografia completa del tipo de entidad
promotora. En su adaptación al castellano se presenta también un
capítulo concreto a la realidad en el Estado Español, caracterizada
sobretodo por la posición preponderante de Microbank.
El último capítulo, titulado las
nuevas fronteras de las finanzas éticas y sostenibles, describe dos
realidades incipientes con dos niveles de penetración muy diferentes:
los bonos verdes (que representan ya 178 mil millones de euros) y los
bonos de impacto social que representan en cambio 273. En ambos casos se
destacan impactos positivos pero también riesgos reputacionales de los
propios instrumentos según la intencionalidad de sus promotores.
Este informe, de vocación anual,
representa pues una herramienta imprescindible para cualquier persona
que quiera profundizar y estar al día en todo lo que representa las
finanzas éticas y sostenibles en Europa.
Por qué elegir el banco correcto es más urgente que reciclar
Antonio Gnocchini es socio y cliente de Fiare Banca Etica y un
experto en marketing. En su espacio en la plataforma de blogs Medium,
publicó ...
Di Antonio Gnocchini para www.fiarebancaetica.coop/blog/
Antonio Gnocchini es socio y cliente de Fiare Banca Etica
y un experto en marketing. En su espacio en la plataforma de blogs
Medium, publicó un artículo titulado “Why choosing the right bank is more urgent than recycling”. Es urgente tomar decisiones radicales si queremos cambiar las cosas y garantizar un futuro para el planeta.
Siempre que analizo mi impacto social o cualquier otro estilo de vida
sostenible que quiero llevar, cualquier cosa que quiero hacer mejor, me
doy cuenta que, de alguna manera, estoy participando con unos sistemas
muy interrelacionados y todas las grandes organizaciones que actúan en
mi contra.
Lo que quiero decir es que estas organizaciones están financiadas por
los mismos bancos con los que tengo una cuenta o una hipoteca. Todos
los agentes con malas intenciones necesitan de los bancos para
funcionar. Y esos bancos nos necesitan para funcionar.
Lo que trato de explicar es que lo más necesario y urgente para
conseguir un estilo de vida sostenible es actuar sobre los bancos de
esas organizaciones. Tenemos que dejarlos sin recursos. Cualquier acción
sería para mejorar el mundo tiene que comenzar por ahí.
Básicamente, los bancos funcionan invirtiendo activos. Los cobros de
las hipotecas o las cuentas de ahorro o los préstamos, una vez agrupados
y descontados los impuestos, suponen un activo sólido que el banco
puede invertir. Esto implica financiaciones, provisiones, inversiones y,
por supuesto, especulaciones con cantidades varias veces superiores al
valor original del activo. Pueden hacerlo porque cuentan con
nosotros/as, con que pagaremos nuestras deudas y depositaremos nuestros
ahorros en una cuenta corriente.
Así que los bancos simplemente apalancan nuestros préstamos y
nuestros ahorros. Invierten nuestra hipoteca y nuestro trabajo.
Invierten nuestra vida. Nosotros/as somos quienes sustentan su montaje.
Si nos retiramos, no tendrán nada suficientemente sólido con que
sostenerse.
Así que la parte más difícil es darse cuenta de que, en nuestra
relación con los bancos, ellos nos necesitan más que nosotros/as a
ellos.
La mayor parte de los negocios que hacen los bancos son invisibles. Para
ti son invisibles pero muchas veces ni ellos lo tienen claro tampoco.
Además, todos los bancos exigen transparencia a cualquiera que les pida
un crédito. Todos los bancos son estrictos a la hora de exigir
transparencia a las organizaciones que les solicitan una línea de
crédito o a las personas que piden una hipoteca.
Tú eres muy transparente con tu banco: ve tu nómina, tu tarjeta de
crédito y tu alquiler, es decir, conoce tus ingresos y tus gastos. De
hecho conoce toda tu vida como persona económica. Intenta pedir la misma
transparencia a tu banco.
A fin de cuentas, es tu comportamiento como buen ciudadano o
ciudadana que paga sus deudas lo que da una buena calificación y valida a
los bancos. Puesto que la ocupación principal de los bancos es usar tu
dinero y tu crédito, en realidad se les debería calificar por esto y, de
ser así, la mayor parte obtendrían una puntuación terrible.
La combinación de nuestros pequeños ahorros y, en un sentido más
amplio, de nuestras cuentas bancarias, tienen más influencia sobre el
comportamiento de los bancos que cualquier fondo de alto riesgo: los
bancos nos necesitan desesperadamente. A nosotros y nosotras, a la gente
real, no a las empresas.
Encuentra un momento
La atención es la única moneda que necesitamos para esto.
Comprueba en qué está invirtiendo tu banco en este momento. Mira para qué utiliza tus ahorros (o tu deuda).
Hazlo ahora. Encuentra un momento. Por favor.
¿Te das cuenta de que nada de lo que hacen es representativo de lo
que valoras en tu vida? De hecho, la mayoría de lo que hacen es
precisamente a lo que te opones todos los días.
Hace ya décadas que los bancos dejaron de estar a tu servicio o, de
hecho, al de nadie. Esto no es un juicio ético, lo digo solo desde un
punto de vista descarado y asquerosamente egoísta: no están ni a mi
servicio, ni al tuyo ni al de la gente. Ya no.
En este momento, los productos financieros son más como un impuesto
sobre el resto de la población. Un impuesto que se usa para pagar algo
que te está perjudicando.
Busca un banco distinto que represente tus valores
Yo me he cambiado a un banco ético. Hay muchos en todas partes del mundo. El mío lo he elegido de esta lista.
Son sólidos, fiables y se preocupan. Sólo invierten en la economía
real y en energías renovables y financian actividades comerciales
sostenibles.
Verás que la mayor parte de las veces tienen una calificación mayor
que la de los grandes bancos internacionales porque no están interesados
en apostar en derivados usando tus ahorros. La especulación no es su
negocio central.
“…pero mi banco actual me cobra dos euros menos…”. Por favor. Mira
cuántas veces a lo largo del año han encontrado formas de recuperar esos
dos euros de menos de maneras menos visibles. Además… ¿realmente está
bien que un banco abuse de ti y de tu planeta por una cantidad tan
pequeña? Cambia de banco. Es fácil. No lo pospongas. Hazlo ahora. Es importante.
¿Y ahora qué?
Pregúntale a tu banco cómo y en qué invierte. En qué compañías, en
qué industrias y qué tipo de medidas de control adopta. Pídele la
visibilidad de todas sus financiaciones. Si no las publican en su página
web, exige transparencia. Quieres saber cómo usan tus ahorros.
Si estás invirtiendo, considera muy bien el fin para el que te quieres
arriesgar. Toda inversión conlleva un riesgo. ¿Qué merece la pena ese
riesgo?
Si quieres ir sobre seguro, se consciente de que la mayoría de los
bonos sólidos están diseñados conforme a directrices éticas y de
sostenibilidad estrictas. Solícitalas.
Algunas son falsas o se les ha hecho un blanqueo ecológico, así que comprueba la lista de empresas que incluyen.
En general, asegúrate de que tu banco, o quien sea que invierte tu
dinero, lo haga conforme a tus valores. Y no dejes de controlarlos.
Puedes usar herramientas de investigación como las que te indicamos a
continuación: Finance-watch.org BankTrack.org
La mayoría de los grandes bancos tienen un historial increíblemente
escandaloso, no te sorprendas si los encuentras varias veces en estos
listados. Se han librado en otras ocasiones, pero ya vale. Cámbiate a
uno nuevo, nunca ha sido tan fácil hacerlo.
Eduardo Martín Ruano, premio Arcadi Oliveres: «No hay referencias a otras formas alternativas de financiación»
Fundación Finanzas Eticas, con la colaboración de
FETS-Finançament Ètic i Solidari, puso en marcha en 2021 el Premio
Arcadi Oliveres al mejor trabajo ..
Fundación Finanzas Eticas, con la colaboración de FETS-Finançament Ètic i Solidari, puso en marcha en 2021 el Premio Arcadi Oliveres al mejor trabajo universitario sobre finanzas éticas
con el fin de estimular y promover el estudio e investigación en
finanzas éticas entre el alumnado de las universidades españolas. El
premio supone un homenaje al economista y activista por la paz, Arcadi Oliveres, profesor universitario durante muchos años que estuvo muy vinculado a las Finanzas Éticas.
En esta segunda edición, Eduardo Martín Ruano, graduado en Economía y actual profesor de secundaria, se ha alzado con el premio con una propuesta que pretende mejorar la competencia financiera del alumnado de secundaria
mediante la creación de una moneda social en el aula, que permita
explicar el valor del dinero con una mirada social y comunitaria. Su
propuesta se integra en el enfoque de la economía social y solidaria que
marca la trayectoria formativa del autor.
¿Cómo surge tu idea de elaborar tu Trabajo Final del Máster de Profesorado sobre temas vinculados a finanzas ética?
Desde que terminé el grado de Economía, hace ya 5 años, he estado
formándome y asistiendo a espacios del entorno de la Economía Social y
Solidaria. Dentro de este tipo de economía, las finanzas éticas siempre me han llamado la atención,
porque ofrecen una alternativa fiable y transparente, en uno de los
ámbitos de la economía más deshumanizados. Por esta razón, los últimos
años me he enfocado en conocer más su funcionamiento y a las personas
que trabajan en este modelo de finanzas y he descubierto una herramienta muy poderosa de transformación del sistema tradicional, con muchas fortalezas, pero también que bastantes debilidades.
El curso pasado, aprendiendo más sobre educación secundaria y la
asignatura de Economía, vi una posibilidad de unión muy potente, y me
lancé a pensar algo relacionado con las finanzas éticas. El TFM requería
de una propuesta innovadora y con cierto peso en su propuesta, por lo
que pensé que las monedas sociales y complementarias podían ser
una puerta de entrada, desde la educación secundaria, al mundo de las
finanzas éticas muy interesante.
¿Cuál es tu opinión sobre la
formación en finanzas que se imparte dentro de la formación escolar
actual? ¿Qué aspectos destacarías como positivos y qué aspectos podrían
revisarse?
La formación actual en finanzas, como casi todo lo que se imparte, depende del docente
que lo haga. Existe profesorado que va más allá de los contenidos que
plantean los manuales y se interesan por todos los tipos de finanzas,
pero otros se conforman con lo que estos ofrecen, sin un ápice de empeño
por ir más allá.
Los recursos disponibles sobre finanzas vienen elaborados principalmente de la mano de grandes bancos,
con poca capacidad de autocrítica y muy enfocados a las finanzas
personales. La iniciativa más extendida en los centros de enseñanza es «Finanzas para todos«,
promovida por la CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Asuntos
Económicos y Transformación Digital, dentro del Plan de Educación
Financiera. Es un magnífico trabajo de acercamiento de las finanzas a la
población y de introducción en el sistema educativo, de una manera muy
accesible, que busca la alfabetización financiera de la sociedad.
Aportan gran cantidad de recursos a los centros y al profesorado y
promueve una participación activa del alumnado en torno a este ámbito.
Pero, creo que tiene grandes carencias y algún error de enfoque. Por
ejemplo, se centran en una educación de la población para no caer en
errores y engaños que han sido el germen de crisis pasadas muy
perjudiciales para la sociedad, pero evitan poner el foco en el enorme papel que tuvieron (y tienen) los bancos y entidades financieras en ese proceso.
Además, no hay referencias a otras formas alternativas de financiación,
incluso a los bancos éticos que operan bajo otros principios a los
convencionales. Si queremos una educación financiera completa debemos
abordar un acercamiento de las finanzas, pero también una perspectiva crítica al sistema actual y una oferta de alternativas a los abusos cometidos constantemente por estas entidades.
Desde tu experiencia, ¿cuál es la aproximación que hacen los adolescentes al mundo de las finanzas y la economía?
Por una parte está el alumnado que elige itinerarios en los que no
recibe ningún tipo de información sobre economía, por lo que es algo
totalmente ajeno y externo a sus vidas, además de considerarse complejo e
inaccesible. Los que se interesan más por ello, acuden a una búsqueda generalizada en la que solo encuentran incentivos para «hacerse rico», invertir, o jugar en bolsa,
que poco tiene que ver con el objetivo principal de las finanzas, pero
que se convierte en su aspiración principal en este mundo. Por otro
lado, el alumnado que va por la rama de ciencias sociales tiene la
oportunidad de recibir formación sobre finanzas, pero esta no va más
allá de poner en orden esos conceptos que parecen complejos e
inaccesibles y acaban en la misma aspiración que los anteriores.
Pero una cosa tengo clara, su aproximación no depende solo de ellos,
sino de lo que sus profesores enseñan, lo que ven en las redes sociales y
lo que fomenta la publicidad.
¿Cuál es la idea central del trabajo presentado al concurso? ¿Qué aspectos aborda tu trabajo de TFM presentado al concurso?
En el trabajo se presenta una innovación educativa en el ámbito de la
economía. Pretende mejorar la competencia financiera del alumnado en
general y de las materias de economía, en particular. Además, trabaja con un enfoque social que se enmarca en las finanzas éticas y alternativas.
El trabajo propone el diseño y la creación de una Moneda Social y
Complementaria (MSC) en las aulas de 4º ESO y 1º Bachillerato, y su
posterior implementación en todo el centro educativo.
Mediante una metodología activa, el objetivo es utilizar la moneda como una herramienta pedagógica
que sirva de hilo conductor para comprender el valor del dinero, su
creación, así como sus características. Además, tiene una amplia dimensión comunitaria que invita a la participación y la dinamización de la vida del centro,
ya que su objetivo final es que sirva como medio de uso e intercambio
en diversos espacios como cafetería, reprografía o en el propio aula.
¿Has podido desarrollar la
idea que aborda el trabajo en tu experiencia como docente? En caso de
que sí, ¿qué conclusiones puedes sacar? Y en caso de que no hayas podido
aún llevarlo a cabo ¿qué reacciones crees que puede generar en el
alumnado?
Debido a mi corta experiencia como docente, no he tenido la
oportunidad de implementarlo, pero será una de las primeras cosas que
haga en cuanto tenga la oportunidad. Me haría ilusión que algún/a
profesor más asentado/a pudiera comenzar a implementarlo, ya que es un
proyecto abierto y disponible a introducir las mejoras que la práctica
nos enseñe. Soy consciente por conversaciones durante la elaboración del
trabajo, que es una idea que varios docentes tienen en mente, y quizás
esto los anime a desarrollarla.
Creo que entre el alumnado supondrá algo muy innovador,
y causará curiosidad por ver cómo se puede crear una moneda y que esta
sirva para sus intercambios. Lejos de ser algo impuesto, esta moneda
será creada por ellos y ellas a su medida, lo que facilitará su interés
para que salga adelante. Además, ofrece un aprendizaje sobre finanzas éticas, algo totalmente desconocido para la gran mayoría.
¿En qué medida crees que los contenidos de finanzas éticas y alternativas están presentes en la formación universitaria?
Hablar de la educación universitaria es hablar de otro mundo distinto
a la secundaria. Por supuesto también depende del docente que lo
imparta, pero en general, es una educación con menos experiencias pedagógicas y metodológicas activas que fomenten un pensamiento crítico en el ámbito de las finanzas.
En mi opinión y experiencia, las asignaturas están centradas en los aspectos analíticos y matemáticos financieros,
y dejan un espacio pequeño o nulo, a conocer las finanzas éticas y
alternativas. A través de las finanzas sostenibles se comienza a abrir
un hueco en torno a la temática, pero desde luego el camino es largo y
las aproximaciones y experiencias, aún son escasas, más allá de
actividades o cursos complementarios.
Genial y radical Bruno Latour: cómo pasé de la desazón a la fascinación ante su obra
Cuando
leí por primera vez al filósofo recién fallecido, no sabía a ciencia
cierta si había leído una desvergonzada provocación o estaba ante una
obra genial, novedosa y radical
Recuerdo con claridad el primer libro que leí del filósofo y sociólogo de la ciencia Bruno Latour, fallecido el pasado 9 de octubre, así como la profunda desazón que me produjo su lectura. Desde entonces, los libros de Latour (y lo mismo me pasa con Feyerabend)
me han dejado la sensación de salir con algunos golpes mal encajados,
pero con varias cosas valiosas e inspiradoras en los bolsillos. Fue en
el año 1992, fecha en la que la añorada editorial Labor acababa de
publicar su Ciencia en acción.
Yo era entonces un joven profesor que apenas iniciaba su carrera y que
estaba cada vez más interesado por la filosofía de la ciencia. Había
leído con detenimiento a John Stuart Mill, a Popper, a Kuhn, a Feyerabend y a Lakatos.
Digamos que estaba ya al tanto de las grandes disputas en el área y de
la existencia de posiciones muy críticas con respecto a la imagen
idealizada de la ciencia que el positivismo lógico y el racionalismo
popperiano nos habían legado. Pero no estaba preparado para lo que Latour me tenía reservado. Al
terminar el libro, no sabía a ciencia cierta si había leído una
desvergonzada provocación o estaba ante una obra genial, novedosa y
radical. En aquel momento, todo sea dicho, me inclinaba más por lo
primero y tardé en verlo de otro modo.
Latour no se limitaba a subrayar la importancia del contexto social para
entender la marcha de la ciencia, cosa que ya habían hecho otros, como
Kuhn, sino que venía a decir que la propia objetividad científica no es
el resultado de conocer correctamente la realidad a través de métodos
rigurosos de contrastación empírica que garantizan lo alcanzado, sino el
producto de las prácticas científicas (la ciencia en acción), que son
las que construyen dicha objetividad cuando el trabajo se da por concluido.
En esa época, bajo la influencia del filósofo finlandés Ilkka Niiniluoto, mis simpatías empezaban a decantarse por el realismo científico,
una posición filosófica opuesta a esta en la que luego he trabajado
durante años. El realismo científico explica el éxito de la ciencia
basándose en la idea de que las teorías científicas son aproximadamente
verdaderas y que el progreso científico obedece a que vamos mejorando
los métodos que nos permiten eliminar las falsedades y obtener teorías
con un creciente contenido de verdades. Nada podía, pues, contrariar más mis convicciones epistemológicas.
La
propia objetividad científica no es el resultado de conocer
correctamente la realidad, sino el producto de las prácticas científicas
Quizá no esté de más aclarar la diferencia entre el realismo y el constructivismo de Latour
con un ejemplo. Supongamos que hay por ahí una molécula, o un virus, o
un microorganismo que lleva cumpliendo una función útil o afectando
negativamente al ser humano desde hace tiempo. Por las razones que sea,
pero también por el deseo de conocer mejor el mundo, los científicos
deciden aislar dicha entidad natural y estudiar su estructura y los
mecanismos causales relevantes en la afectación al ser humano. Esto
implica mucho esfuerzo y trabajo, y el despliegue de un sofisticado dispositivo experimental.
Al principio formulan hipótesis rivales sobre ello, basadas en
supuestos teóricos distintos o en datos dispares, y es imposible decir
cuál triunfará. Después de semanas/meses/años de estudio, a la luz de la
evidencia empírica obtenida, los científicos parecen estar de acuerdo
en cuál es la estructura y función (positiva o negativa para el ser
humano) de esa molécula/virus/bacteria, etc. Ahora puede decirse que
sabemos algo que antes no sabíamos acerca de un ente natural y es el momento de empezar a aprender cómo controlarlo.
Los científicos tienen intereses
Todo esto puede parecer bien a muchos, pero hay otra forma muy distinta de describirlo:
los científicos tienen interés profesional (por presión social, por
necesidad de hacer una carrera, por intereses económicos, etc.) en
investigar una cuestión que involucra a una entidad que solo en el
laboratorio se convierte en lo que consideramos que es
(molécula/virus/bacteria, etc.). Analizan la cuestión durante
semanas/meses/años en un proceso muy costoso, dados los recursos
culturales, humanos y técnicos que hay que invertir en la investigación.
Elaboran hipótesis para dar cuenta de lo observado en los laboratorios y
los resultados de las manipulaciones realizadas por medio de una
tecnología sofisticada. Todo este proceso de discusión de los diversos
resultados por parte de numerosos científicos va dando carta de
naturaleza, es decir, va dotando de realidad a lo que antes no era más que un tema de investigación interesante.
Finalmente, una hipótesis triunfa sobre las demás porque sus defensores
han sabido utilizar mejor los recursos disponibles y manejar con más
audacia las relaciones de poder. En ese momento, la realidad cuenta ya
con una nueva entidad (molécula/virus/bacteria, etc.) que antes no
existía. Ha sido creado un objeto nuevo que no es ni natural ni social,
sino una mezcla inextricable de ambas cosas. Atribuirle a dicho objeto
una existencia natural previa a este proceso de constitución resultaría
ingenuo (y anacrónico) e ignoraría la complejidad del andamiaje social (instituciones, laboratorios, financiación, educación, discusiones...) que ha hecho posible hablar siquiera de él.
La primera descripción es la del realista, la segunda la del constructivista.
Puntualicemos, no obstante, que el realista prioriza los fines
epistémicos, pero no descarta por completo otros objetivos en la
ciencia. Admite, claro está, que la ciencia es una construcción social,
como cualquier otra institución humana, pero la realidad que se estudia
no lo es y tampoco lo es la validez empírica de los resultados. Los
intereses epistémicos son primordiales en la ciencia puesto que la
ciencia es, ante todo, una forma de conocimiento. Los factores sociales
que posibilitan y conforman la actividad científica no determinan el
resultado de la investigación, aunque sean necesarios para motivarla y
conducirla. Marcan la importancia relativa que se otorga a los temas, la
provisión de recursos, la estructuración de la comunidad, los cauces de
discusión, etc., pero la validez del conocimiento es independiente de su dictado.
Latour asumió el constructivismo con todas sus consecuencias en el famoso artículo '¿Murió Ramsés II de tuberculosis?'
Esa es la mejor manera de entender la actividad científica según el
realista: como una forma de obtener conocimiento fiable sobre el mundo. Lee McIntyre ha sabido caracterizar bien lo que él llama la actitud científica.
Consiste en la disposición comunitaria (institucionalizada), basada en
la competición y en la crítica, pero también en la colaboración, para cambiar de ideas en función de la evidencia empírica, con independencia de cuáles sean las convicciones y orientaciones que se mantengan los individuos.
Latour, sin embargo, asumió el constructivismo con todas sus
consecuencias en un famoso artículo que todavía genera polémica,
publicado inicialmente en 1998 en la revista de divulgación La Recherche
y titulado “¿Murió Ramsés II de tuberculosis?”.
Su respuesta a la pregunta del título es que, pese a lo que pudieran
decir los expertos que analizaron la momia en París, Ramsés no pudo
haber muerto de tuberculosis porque “antes de Koch, el bacilo no tenía existencia real”.
Sería, pues, tan anacrónico decir que Ramsés murió de tuberculosis como
decir que murió ametrallado, pues trasladaríamos con ello al pasado
todo nuestro conocimiento actual y todo lo que nos posibilita la moderna
tecnología.
Obviamente, esto chocaba contra el
sentido común (y contra lo que diría un realista). El bacilo de Koch
estaba actuando mucho antes de que Koch lo descubriera y estudiara en
1882. Sería un anacronismo decir que Ramsés murió de tuberculosis si en
una novela histórica dicha frase se pone en boca de uno de sus
contemporáneos, pero no es ningún anacronismo que lo diga un médico o un
biólogo de hoy. Puede concederse a Latour que el bacilo de Koch,
entendido como un elemento activo dentro de un conjunto de relaciones
sociales, tecnológicas, científicas, cognitivas, etc. no existía antes
de Koch, pero sí existía el bacilo en tanto que organismo vivo; una bacteria, producto de una evolución biológica y causante de una determinada enfermedad en humanos y animales.
La vida en el laboratorio
La lectura de 'Ciencia en acción' me había interesado mucho, pese a la
discrepancia de perspectivas que señalo, y eso, unido a la fama
creciente de Latour, me llevó a la lectura de la que hasta entonces
había sido su obra más influyente, La vida en el laboratorio. La construcción de los hechos científicos, publicada en 1979 y escrita con Steve Woolgar, un sociólogo de la ciencia que luego mantuvo tesis antirrealistas más radicales que las de Latour.
Se trata de un trabajo sorprendente. Latour y Woolgar consiguieron ser
aceptados en el Salk Institute for Biological Studies de Texas, en el
laboratorio de Roger Guillemin, para estudiar a los
científicos desde la perspectiva de los antropólogos, es decir, del
mismo modo que estudiarían a “una tribu en Costa de Marfil”, cuaderno en
mano. Se da la circunstancia de que poco después, en 1977, Guillemin
obtuvo premio Nobel precisamente por la investigación que ellos iban a
presenciar. En el libro se nos explica que las negociaciones de los científicos son las que constituyen el objeto mismo y
hacen que algo sea considerado un hecho, en este caso concreto la
estructura de la hormona TRH, hormona liberadora de tirotropina. Hay que
invertir, por tanto, el modo en que explicamos cómo procede la ciencia.
Como ya había sostenido en Ciencia en acción, no es la realidad ni la
evidencia basada en los hechos lo que cierra las controversias
científicas y lleva al consenso. Lo que consideramos como la realidad es
la consecuencia y no la causa del cierre de las controversias. La realidad es lo que terminamos aceptando tras ese cierre porque sería demasiado costoso modificarlo.
Quizás la crítica que más daño hizo a su prestigio fue la de Alan Sokal y Jean Brickmont en 'Imposturas intelectuales'
Estas tesis fueron duramente atacadas por sus críticos, en especial
desde el lado realista, pero no solo. Quizás la crítica que más daño
hizo a su prestigio fue la de Alan Sokal y Jean Bricmont en 'Imposturas
intelectuales', un libro que fue pieza central en las llamadas 'Guerras
de la ciencia'. Allí le acusan de confundir algunas perogrulladas,
como que las teorías científicas son construcciones sociales y que la
naturaleza por sí sola no puede explicar el cierre de una controversia
científica (las controversias científicas no suelen ser del tipo “mira
los hechos y cierra la boca”), con las ideas absurdas de que la
naturaleza que esas teorías pretenden conocer es una construcción social
y que el modo en que son las cosas no impone ninguna constricción a las controversias.
Con el tiempo, las ideas epistemológicas y los intereses temáticos de Latour fueron cambiando y diversificándose. Se alejó del constructivismo social estricto, buscando un retorno a cierta “actitud realista”
y concediendo también un papel explicativo en el desarrollo del
conocimiento a lo que podríamos llamar el lado natural, aunque sin
olvidar que “un hecho solo es un cordero frente a los lobos”.
Dejo aquí de lado inevitablemente cualquier comentario sobre sus
influyentes trabajos en historia de la ciencia y de la tecnología o
sobre sus propuestas teóricas en sociología de la ciencia, que
afianzaron aún más su fama mundial, como la teoría del actor-red. Pero quiero destacar dos libros más que me interesaron de forma especial.
El primero de ellos es Nunca hemos sido modernos.
Para algunos comentaristas este es quizás su mejor trabajo, y merecería
una reimpresión. Para mí supuso un reencuentro fructífero con su
pensamiento, esta vez desde una perspectiva más cercana a la suya. En
esa ocasión yo andaba tras reflexiones críticas acerca del
postmodernismo y Latour argumentaba que difícilmente podemos haber sido postmodernos cuando ni siquiera es seguro que hayamos sido modernos.
Aquí teníamos por fin un punto de coincidencia: el proyecto moderno no
se había realizado, al menos no completamente. Su idea de la
“proliferación de híbridos” entre lo natural y lo social, como el
agujero en la capa de ozono, me pareció fecunda desde una perspectiva
realista.
Estos días, en algunos lugares se le ha llamado, un poco exageradamente, el filósofo del cambio climático
Finalmente, el último libro suyo que he leído con enorme interés es Dónde aterrizar,
publicado en español en 2019. Pertenece a la última fase de su
pensamiento en la que se volcó en los problemas planteados por el cambio
climático y el deterioro del planeta a manos del ser humano. Estos
días, en algunos lugares se le ha llamado, un poco exageradamente, el
filósofo del cambio climático. En este libro denuncia, entre otras
cosas, cómo las élites económicas y las clases dirigentes en general se
están desentendiendo del asunto y preparan la huida, construyendo
refugios donde sobrevivir cuando el colapso sea inevitable o
encerrándose mentalmente en tecno-utopías poco realistas, como la
transhumanista. Se promueve así la desconexión, el sálvese quien pueda. Hoy este mensaje es casi un tópico, pero leído de su puño y letra no deja de ser un tirón de solapas.
Latour señala el aumento de las desigualdades económicas y sociales, de
las actitudes negacionistas o quietistas, el auge del populismo, la
desregulación y las grandes migraciones, como partes conectadas en el
entramado de los desafíos globales a los que nos enfrentamos.
En el libro busca un lugar donde aterrizar, donde volver a tocar tierra
firme en un planeta que ya sabemos limitado, porque “si la angustia es
tan profunda es porque empezamos a sentir que el suelo desaparece bajo
nuestros pies. Porque estamos descubriendo, con relativa claridad, que
todos estamos en migración hacia territorios por redescubrir y por
reocupar”.
En 2021 recibió el Premio Kyoto,
algo parecido a un Nobel de filosofía. Creo que la mayoría de la
comunidad de profesionales de la filosofía lo vio como un premio
merecido, porque, después de todo, Latour ha sido uno de los filósofos que más nos ha hecho pensar en estos años, como espero haber mostrado en esta personal selección de sus obras.
La reciente partida del pensador francés Bruno Latour
es sin lugar a dudas una gran pérdida para quienes hemos seguido su
trabajo por su enorme contribución para los tiempos actuales y que
creemos en la necesidad urgente de un giro en cómo hemos entendido la
sociología tradicionalmente.
A
nivel personal y biográfico, mi acercamiento al trabajo de Latour fue en
el año 2008, luego de titularme como sociólogo en la universidad en
Chile y leer la versión traducida al castellano de su libro Reensamblar lo social: Una introducción a la Teoría del Actor Red.
La
lectura de aquel libro transformó radicalmente mi forma de concebir la
disciplina y ampliar un canon de pensamiento que históricamente ha sido
dominado por una concepción antropocéntrica de lo que entendemos como
social y una mirada de lo ambiental específica, como si fuera solo una
mera subdisciplina.
Es
así, que si bien mi formación como sociólogo, a nivel teórico como
metodológico, incorporó a las grandes tradiciones epistemológicas de las
Ciencias Sociales europeas, han sido incapaces en buena parte de ellas
en salirse de la separación histórica moderna entre cultura y
naturaleza, sean estas funcionalistas, estructuralistas,
fenomenológicas, marxistas o sistémicas.
Es
cosa de revisar algunos conceptos sociológicos fundamentales para la
disciplina, como lo son la lucha de clases, diferenciación funcional,
división del trabajo, campos sociales, sistemas sociales, mundos de la
vida, aparatos sociales, estructuras sociales, los cuales han excluido
de su análisis la capacidad de agencia de lo no humano.
De
ahí la interesante y ecléctica crítica posthumanista realizada por Bruno
Latour a toda una larga tradición sociológica, que ha empobrecido la
noción de lo social, la cual se ha reducido a relaciones entre seres
humanos solamente, como si la sociedad fuera un dominio autónomo y capaz
de sostenerse por sí mismo.
Ante
esto, que Latour nos haya propuesto una mirada constructivista de un
mundo socionatural y sociotécnico, pero que incorpora de manera
simétrica a los no humanos en la producción del planeta, lo que es sin
duda una ruptura enorme con la separación y dicotomía entre Ciencias
Sociales y Ciencias Naturales.
No
es casualidad, por tanto, que Latour se haya vuelto un autor
imprescindible para dar respuesta a la crisis ambiental que nos
encontramos, la cual se ha vuelto la principal amenaza de nuestros
tiempos y una problemática que es imposible entenderla desde miradas
reduccionistas del conocimiento.
En
otras palabras, la mirada de Latour nos ayuda a comprender las causas y
consecuencias ecológicas del Antropoceno, entendido este como época
geológica generada por la acción humana, iniciada desde el nacimiento de
la agricultura y profundizada con la Revolución Industrial, la cual
está poniendo en peligro las condiciones mínimas para la reproducción de
la vida en el planeta.
Lamentablemente,
lo ambiental sigue siendo visto como un área específica de
investigación o intervención, en donde la política institucional no ha
sido capaz de entregarnos alternativas sostenibles para vivir en la
Tierra, profundizando así modelos económicos productivistas y
extractivistas, que han heredado las bases antropocéntricas del proyecto
moderno.
En
consecuencia, seguimos experimentando el mundo como si no fuéramos parte
de este, sino como meros individuos completamente separados de lo que
entendemos como Naturaleza, la cual la vivimos como algo externo a
nosotros, a pesar de los cada vez más frecuentes efectos de la crisis
ambiental.
Frente
a aquello, Latour toma la noción de Gaia, que al igual que otras
denominaciones más integrales y relacionales como Pachamama o Madre
Tierra, son mucho más amplias que la idea occidental y colonial de
Naturaleza, ya que es construida por todos los seres vivos de manera
conjunta y entrelazada, y no como algo exterior a nosotros mismos.
Por
lo mismo, fenómenos generados por la crisis ambiental, como lo son la
desertificación, deforestación, migración climática, derretimiento de
los polos, extinción de flora y fauna, falta de agua dulce, aumento de
incendios, huracanes, nos obligan a replantearnos cómo estamos viviendo y
construir así un horizonte distinto.
Tomando
en consideración todo lo anterior, el cómo nos relacionemos
socioamentalmente es clave. Y más aún en una región como América Latina y
el Caribe, debido a su enorme biodiversidad e importancia de sus bienes
comunes naturales para toda la Tierra.
Así,
la lectura de Latour se vuelve una invitación a concebir y experimentar
el planeta desde un lugar que pareciéramos querer seguir tomando
distancia a pesar de todo lo que ha pasado.
Lecture given for the 150 anniversary of Sciences Po, Paris, on the 16th of september 2022
Abstract
Ladies and gentlemen, I first
reminded you of Emile Boutmy project; I then sketched, alas very
superficially, the new curriculum necessary to fulfill our duties as
educators in the New Climatic Regime; and I concluded, again much too
briefly, on the big turnaround that will shift the research university
out of a model so ill-adapted for a situation it could not anticipate. I
apologise that I have not found a better way to entertain you during
the celebration of our School which more than ever deserves a Latin
motto: “primus sine paribus”. Thank you for your patience.
A lecture for the International Congress of the European Society for Catholic Theology, Osnabrück, August 2021
(translated by Sam Ferguson)
Abstract
Since I am unable to speak as a
theologian at this conference, I am addressing you as someone who has
tried to grasp what the ecological mutation is doing to philosophy; and
also as someone who has always been inspired by Catholicism, and has
been frustrated at being unable to transmit its message to my loved
ones. So in this lecture I shall try to link these two crises: that of
ecology and that of transmission. I want to see if a different
understanding of the mutation currently under way would make it possible
to revisit the message in a different way. I will proceed in three
stages: in the first part I will define the contrast between
cosmological projection and preaching; in the second part I will list
some points where, in my view, the change of cosmology provides a new
opening for certain traditional questions of transmission and preaching;
finally, I would like to summarise the present situation, as I see it,
by presenting a riddle that will, I hope, open up the discussion.
Held at La maison de la Poésie in Paris with Emmanuele Coccia,
introduced and translated by Stephen Muecke and published on the web by Asymptote the French video is accessible here.
Abstract
This is the first time that the
philosopher, social scientist, 2013 Holberg Prizewinner, and, as of last
month, recipient of a Kyoto Prize Bruno Latour has spoken extensively
about his writing practices while denying that he is a ‘writer’ in the
strictly literary sense. Drawn out sensitively and expertly by Emanuele
Coccia, himself a writer on ecologies, we discover much more about
Latour, the writer of networks. He has become such an active ‘agent’ in
literary and scholarly networks that he is now perhaps this century’s
most cited intellectual. There must be something about what and how he
writes that attracts citations, that makes people want to repeat what he
says, paraphrase it or comment on it, creating in the end a huge
literary network in which the author’s name is centrally suspended. It
would be too easy to put it down to genius, or to a passionate
engagement with ‘matters of concern’. These no doubt are factors, but
what he and his friend Emanuele explore here is a different kind of
environment for the writer to inhabit and flourish in, a kind of
political ecology that is of planetary significance, but one that is
nonetheless firmly grounded and practically negotiable.
Lecture given for the reception of the Spinozalens prize, Nijmegen, 23 November 2020
Abstract
Lecture given on the 23rd of
November at Radboud Reflects Nijmegen at the occasion of the Spinozalens
prize 2020. Arjen Kleinherenbrink asks questions after the lecture.
BL was asked to reminisce about the argument first proposed in 1989 on a
possible « Parliament of Things ». Thirty years later, we have moved
from a question which could be solved by an expansion of parliamentary
politics — in the way Rousseau’s version of the social contract or
Serres’ natural contract. But we have move to a much more tragic
situation. The question is no longer to grand rights to non humans, but
to accept to be dependent on them. The lecture uses the “Embassy of the
North Sea” — sponsor of the prize — to give practical example of the
shift in understanding political ecology.
A lecture given at the Royal Anthropological Institute conference on Geography and Anthropology, Past Present Future,
16 September 2020
Abstract
I will start from a fairly old,
not to say reactionary, formulation of the problem: which people live on
which soil? This will recast the question of the symposium, as I
understand it, on the new connections between geography and
anthropology.
I will use the lockdown episode due to the pandemic as a fairly good
natural experiment, so to speak, because everyone of us had to undergo a
sort of general revision of the two aspects of this problem: we had to
relocalise on a different soil because, suddenly, the borders between
the global, the national and the local were reshuffled; and we had to
rethink quite seriously which sort of people we were, especially because
of the sudden suspension of the Economy and the revelation of class
differences that had previously remained in the background. So, in
effect, the lockdown is adding a very practical, not to say existential
dimension, to the academic question of connecting geography and
anthropology anew.
Who needs a philosophy of history? A proposition followed by a response from Dipesh Chakrabarty
In the special issue “Historical Thinking and the Human”, Journal of the
Philosophy of History 14 (3), 2020, 419–454, eds. Marek Tamm and Zoltán
Boldizsár Simon
Abstract
The background of my piece is that
Chakrabarty’s introduction of the Planetary triggered a seism in
philosophy of history: if the Planetary emerges so late then all the
other moments of what used to be called “history” are taking place on a
ground that has lost its stability. Neither the World, nor the Globe,
nor the Earth, nor the Global — to take a few of the steps he recorded —
are actually the places where humans reside. Hence the deep suspicion
projected backward as to why the distance separating the places the
Moderns inhabited from those they thought they were inhabiting was not
recognized earlier. A deep source of inauthenticity is revealed every
time we engage more thoroughly in the Anthropocene. Geohistory breaks
down any claim to have a human-oriented history. Hence the new ground
for critique that is provided by realizing we live in the well named
critical zone. Just at the time that critique had lost its steam, the
simple fact of being violently transported onto the critical zone gave a
new edge to a ferocious revision of Modernity. The civilization that
had claimed to be the discoverer of the world was now dispersed over
many incommensurable “planets” — the Planetary being one of the names
for our present situation. The aim of this piece and of Chakrabarty’s
response is to give a spatial and geopolitical ground to counteract the
notion of the arrow of time implied so far by philosophies of history.
Timothy Lenton, Sebastien Dutreuil & Bruno Latour The Anthropocene Review 2020
Abstract
Article accessible on TAC website
The triumph of the Gaia hypothesis was to spot the extraordinary
influence of Life on the Earth. “Life” is the clade including all extant
living beings, as distinct from “life” the class of properties common
to all living beings. “Gaia” is Life plus its effects on habitability.
Life’s influence on the Earth was hard to spot for several reasons:
Biologists missed it because they focused on life not Life;
Climatologists missed it because Life is hard to see in the Earth’s
energy balance; Earth system scientists opted instead for abiotic or
human-centred approaches to the Earth system; Scientists in general were
repelled by teleological arguments that Life acts to maintain habitable
conditions. Instead we reason from organisms’ metabolisms outwards,
showing how Life’s coupling to its environment has led to profound
effects on Earth’s habitability. Recognising Life’s impact on Earth and
learning from it could be critical to understanding and successfully
navigating the Anthropocene.
Translations
Dutch translation
« Uitbreiding van het domein van de vrijheid, of waarom Gaia zo moelijk te begrijpen valt »
Het Parlement Van de Dingen,
2020, Boom, Amsterdam. pp 125-156]
"Seven Objections Against Landing on Earth” Introduction to the
book Critical Zones — The Science and Politics of Landing on Earth (a
volume prepared at the occasion of the exhibition Critical Zones —
Observatories for Earthly Politics, ZKM, May-October 2020, MIT Press
2020
Abstract
— “Landing on Earth? Why would
anyone attempt to land there? Are we not already on Earth?”
Well, not quite! And that’s the circumstance this book tries to present
to the inquiring reader: it seems that there has been in the past some
misinterpretation over what it means to be earthly. If you believe it
means “practical”, “mundane”, “secular”, “material” or even
“materialist”, you’re in for a surprise.
If members of modern industrial societies prided themselves on being
“down to earth”, “rational”, “objective” and above all “realist”, they
seem to suddenly discover that they need an Earth to continue to live —
and live well. Should they not have carefully surveyed the span, size
and location of the very land inside which they were supposed to reside
and spread? Is not surveying and mapping what they had been doing when
they engaged for centuries in what they still celebrate as the “age of
great discoveries”? How odd that, after having assembled so many maps of
so many foreign lands, collating so many views from so many landscapes,
drawing so many versions of what they called “the Globe”, they now
appear taken aback by the novelty of this newly emerging Earth? Of all
people, should they not have been the best prepared for such a
discovery?
Traduction par Stephen Muecke of ‘Troubles dans l’engendrement’,
Bruno Latour interviewed by Carolina Miranda. Revue du crieur N° 14, La
Découverte/Mediapart, 2019. Carolina Miranda could be a Chilean
ethnologist and documentary filmmaker. They might have met on the 10th
of June 2019 in Chatelperron. The form of the spoken language has been
retained as much as possible. (unpublished in English but available on Academia)
CM — This time I’d like to talk to
you about politics, rather than about your philosophy or anthropology.
You will appreciate the importance of this, for me, coming from Latin
America, especially after the publication of Down to Earth. We are all
bursting with questions.
BL—How do you mean, ‘we’?
CM —Lots of people were surprised by this, your first really political
book, very committed even, even left wing, and I’m acting as a
go-between for a fair number of political groups, activists, not just
academics. A lot of people back home are reading you in Spanish.
BL —And yet The Politics of Nature came out in 1999, and politics plays
an essential role in Inquiry into the Modes of Existence. And if you
type ‘politics’ into my webpage, it is the most common word after
‘science.’ Are your friends just finding out that I’m interested in
politics? For thirty years I have been worried about the danger of it
disappearing as a fundamental practice, and as a unique mode of
expression.
CM — I know, I know. I hope we will have time to talk about it. But
still, you wrote Down to Earth differently and for a different audience.
And isn’t it the first time you have drawn connections in such a clear
way with classical leftist ideas?
BL — They are just more explicit, and yes, in another style.
Afterword of the 2017 meeting at Cini Foundation, San Giorgio, Venice
Abstract
How in our right mind could we
have the idea of convening in one three-day meeting political
philosophers with scientists working on ants, baboons, cells, natural
parks, together with historians of capitalism and — how totally bizarre!
— specialists of the planet taken as a whole, namely Gaia — plus
metaphysicians and historians of science thrown in, plus a bit of legal
theory and a lot of social science to steer the pot further? What did we
hope to achieve by linking corporate law with embryo development, the
management of Amboseli with 19th century investment in railway or the
competition between baboons and farmers, with the philosophy of
Whitehead and the autotrophy of the earth system?
And yet the only way to have a chance to renew the question of the
extent, function and future of politics might well be to enter into this
strange exercise and, against all odds, to carry it obstinately to the
end. Why? Because whatever you expect from the future, you will indeed
have to join in some ways in the same polity exactly those various types
of beings that were brought to the table in September 2017. It is true
that the term “body politik” has been disputed, but is there a better
way to flag the goal of the new geohistorical epoch? No matter how
disputed is the geological term of Anthropocene, this is exactly the
sort of clarification that it triggers and the sort of occasion it opens
for natural and social scientists to be able to collaborate. Indeed, it
has provided a new breed of diplomats with the underserved chance of an
improbable encounter, thanks to the generosity of the Cini Foundation,
in one of the most beautiful setting there is: the Biblioteca Longana of
San Giorgio.
In 1999 Bruno Latour organized for Hans Ulrich Obrist a series
of reenactment of public lectures famous in science. BL did the 1864
Pasteur's lecture (abridged) on spontaneous generation where Pasteur
demonstrated in a beautiful series of experiments that Pouchet, his
adversary, had actually contaminated his vessels by neglecting what will
become the rules of aseptic culture.
Lecture given at the end of an AIME workshop in Copenhagen on
the invitation of the Danish Royal Academy of Science. The text can be
read here.
I will take capitalism to mean not a thing in the world, but a
certain way of being affected when trying to think through this strange
mixture of miseries and luxuries we encounter when trying to come to
terms with the dizzying interplays of “goods” and “bads”. Capitalism is a
concept invented to help absorb this odd mixture of enthusiasm for the
cornucopia of riches that has lifted billions of people out of abject
poverty and the indignation, rage and fury in response to the miseries
visited on billions of other people. Especially troubling to me is the
feeling of helplessness that is associated with any discussion of
economics and that I have so much trouble reconciling with what I
consider science’s and politics’ main effects, these being the opening
of new possibilities and the provision of margins to maneuver.
Building ESG: ESG in 2022
________________________________________
January 2022:
EU Taxonomy Regulation begins to apply!
February 2022:
Corporate Climate Responsibility Monitor finds 25 companies are
responsible for 5% of global carbon emissions
March 2022:
The IRS Foundation's ISSB published two draft standards aimed at providing a global sustainability reporting
baseline for organizations.
April 2022:
- Mandatory Diversity Target Disclosure for UK Listed Issuers
- TCFD-Aligned Disclosures become mandatory for over 1,300 of the largest UK-registered companies and financial institutions
May 2022:
The Bank of England published results from ran its first exploratory scenario exercise on climate risk, involving the largest UK banks and insurers.
June 2022:
- GRI Agriculture, Aquaculture and Fishing Sectors 2022 released
- GFANZ releases guidance on credible Net-zero Transition Plans
July 2022:
- Australia mandates climate targets into law
- MSCI launches tool to measure emissions across investment portfolios
August 2022:
- UN declares access to a Clean, Healthy and Sustainable Environment as a human right
- Inflation Reduction Act is passed in the US
September 2022:
GRI celebrates its 25th Anniversary!
October 2022:
ISSB confirms Scope 3 inclusion in its proposed standards
November 2022:
- COP27
- Biden Administration makes CDP's model the law
- TNFD releases v0.3 of its beta framework
December 2022:
- COP15
- CSRD is published in the Official Journal of the European Union
**This journey has culminated in some significant steps during 2022**
India
- Amendment of Energy Conservation bill to facilitate carbon trading
- Net Zero emission bill 2022 tabled in parliament towards a comprehensive net zero legislation
- EPR for plastics, tyres and automobiles to drive circular economy growth
EU
- CSRD approval and ESRS submittal from EFFRAG to EU
US
- Inflation Reduction Act of 2022 - significant regulatory support for decarbonisation
US - Federal Government's proposal to protect federal supply chain from climate risks
Standards
- CDSB merged into ISSB
- Value Reporting Foundation (SASB + IIRC) merged into ISSB
- GRI published 2025 work program draft and Bio Diversity standard draft for public comments
- UNRISD published SDPI standards for threshold based indicator reporting