dijous, 29 de novembre del 2018

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Economía del Bien Común

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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible pueden ser aplicados más eficazmente gracias a la Economía del Bien Común.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son 17 metas aprobadas en 2015 por la ONU. Con el objetivo de construir un mundo mejor, la Asamblea de este organismo internacional adoptó la denominada  Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Desde entonces, estos objetivos representan un mandato inexcusable para cualquier país.
Pero, ¿qué son en realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)? Pues son, simple y llanamente, un llamamiento. Un llamamiento a todas las personas, colectivos, instituciones y organizaciones que habitan este mundo. Un llamamiento para poner fin a la probreza, para proteger el planeta y asegurar la paz y la prosperidad universales.
Como puede verse en la imagen superior, cada ODS se identifica con un número, un color y un icono distinto. A su vez, los objetivos generales se concretan en 169 metas con una extensión y contenido variables. ¿Un ejemplo práctico? Una meta del Objetivo 10 (reducción de las desigualdades en y entre los países) es facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas (meta 10.7).
Los ODS se agrupan en 17 objetivos generales y 169 metas aprobados por la ONU para lograr un mundo mejor. Suponen un llamamiento para todos los países, organizaciones, instituciones y seres humanos. Pero la forma para alcanzarlos depende de cada Administración y de la sociedad civil de cada país.
A pesar de la precisión de la Agenda 2030, lo cierto es que no se han aprobado herramientas concretas que sirvan para su adecuada implementación. Un reciente seminario, organizado por el Colegio de Economistas de Madrid, señaló que no existen instrucciones concretas para la ejecución de los ODS. Las diferencias políticas, sociales, económicas y culturales entre los países justifica que la ONU haya establecido unos objetivos y unas metas, pero no los instrumentos concretos para su desarrollo.
Esta afirmación tiene importantes consecuencias. ¿Por qué? Recientes comunicaciones en prensa alertan que España no está cumpliendo adecuadamente con la Agenda 2030. Así, en el reciente informe titulado Índice ODS 2018, nuestro país se coloca en un discreto puesto 25 en la clasificación mundial de cumplimiento de los ODS. Periódicamente, este índice documentará los avances y retrocesos en la aplicación de la Agenda 2030.
SIn embargo, sí existen metodologías que permiten abordar el cumplimiento de los ODS. La Economía del Bien Común es una de ellas. Este movimiento (cuyo acrónimo es EBC) surgió en el año 2010 a partir de un grupo de empresas socialmente responsables. Su objetivo es demostrar que se puede formular un modelo económico alternativo al sistema actual. Un modelo en el que el éxito no se mida por el afán de lucro, sino por la contribución al bien común.
Para ello, cuenta con una sólida formulación teórica y con un movimiento social de alcance internacional. Además, dispone de varias herramientas prácticas que permiten comprobar la contribución al bienestar de la sociedad por una empresa o por un ayuntamiento. Entre las más destacadas se encuentran el Balance del Bien Común y el Índice del Bien Común.
El Balance del Bien Común es una herramienta para medir la contribución al bien común de una persona, organización, comunidad o municipio. Se basa en una matriz que incluye los grupos de interés más relevantes y un conjunto de cuatro valores universalmente reconocidos. En su versión actual (Matriz del Bien Común 5.0), incluye veinte casillas con las que se pueden estudiar aspectos concretos sobre el funcionamiento de la organización.
El movimiento EBC se ha interesado especialmente por promover el cumplimiento de los ODS. En 2017, la fundación cívica Novessendes impulsó y ejecutó la campaña de sensibilización “Los ODS, más cerca gracias a la Economía del Bien Común”. Este programa de sensibilización fue financiado por la Generalitat Valenciana y contó con la colaboración de la asociación valenciana para el fomento de la EBC y la Universitat Jaume I. El programa de actividades (disponible en la url www.futursostenible.org) tuvo como objetivo fundamental “la promoción de una conciencia de ciudadanía global en la sociedad valenciana en general comprometida con el cumplimiento de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030”.
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Muy recientemente, Matthias Kasper ha elaborado un detallado cuadro que vincula la matriz del bien común con los ODS (Kasper, 2018: 46). Precisamente, la imagen de portada de este post incluye una adaptación traducida de la tabla de este investigador alemán. Su repercusión ha sido tal que los profesores Giesenbauer y Müller-Christ lo han incluido en un influyente informe en el que se reconoce la idoneidad de la EBC para cumplir la Agenda 2030 en Alemania.
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Todos estos motivos nos llevan a afirmar que la verificación  de los indicadores previstos en el Balance del Bien Común por una empresa o un ayuntamiento supone un cumplimiento efectivo de un objetivo o de una meta incluidos en la Agenda 2030.
La Economía del Bien Común es un movimiento de alcance internacional y en constante evolución. Plantea de manera ilusionante un nuevo modelo económico inspirado en el cumplimiento de los derechos humanos y en un comportamiento ético de las personas y las organizaciones.
La Economía del Bien Común supone una ventaja adicional como instrumento adecuado para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En consecuencia,  a través del Balance del Bien Común una organización o ayuntamiento estará cumpliendo dos finalidades muy relacionadas entre sí. Por un lado, estará verificando de manera rigurosa el grado de contribución al bienestar general en su entorno más cercano. Por otro, estará participando activamente en la aplicación de metas u objetivos de los ODS.
Por último, si deseas más información sobre cómo la Economía del Bien Común tu organización puede mejorar el cumplimiento de los ODS, desde Cooperacción te podemos ayudar. Contacta a través de la página web o de nuestras redes sociales y te explicaremos cómo.
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Referencias y bibliografía
https://ebcterrassa.blogspot.com/2019/02/adela-suner-leconomia-del-be-comu-es.html

dimecres, 28 de novembre del 2018

Por qué el mundo va mejor de lo que crees y no te das cuenta

Por qué el mundo va mejor de lo que crees y no te das cuenta

 https://www.elmundo.es/papel/historias/2018/11/28/5bfd85f3fc6c83544f8b4618.html

Vivimos con miedo y prisa. Estamos convencidos de que la modernidad ha traído el caos, el desorden, la crisis permanente. Y, claro está, creemos que todos viviremos peor que nuestros padres... y hasta nuestros abuelos.

¿Tiene base tanto pesimismo? Completa este test antes de empezar a leer, comprueba cuántas preguntas has acertado... Y entiende por qué gracias a Factfulness, el libro póstumo de Hans Rosling.
Las probabilidades de que hayas acertado las respuestas de este test son muy pequeñas. ¿Sorprendido? No deberías: eres un agorero. Crees que el mundo va a peor y las tragedias aumentan, que la guerra y el hambre asuelan continentes lejanos. Tiene miedo y prisa. Estás convencido de que la modernidad, la globalización, han traído caos, desorden, populismo, terrorismo y todos los ismos que sea capaz de recitar. De que hay que actuar antes de que sea demasiado tarde. De que somos títeres en un perverso juego de suma cero en que el precio para que en Occidente prosperemos es la miseria en África o Asia. Asumes, angustiado, que una mayoría vive y vivirá peor que sus padres o sus abuelos en todas partes.
El problema es que estás equivocado, completamente equivocado y un chimpancé lanzando dardos con los ojos cerrados habría acertado más respuestas. No sabes casi nada sobre el mundo, la mayoría de lo que sabes es erróneo o está desfasado y hasta hoy, seguramente, no eras siquiera consciente.
La buena noticia, si te consuelan estas cosas, es que no estás solo. Da igual si eres rico o apenas llegas a fin de mes, si no acabaste el colegio o tienes un doctorado, si lees las noticias con regularidad o has llegado a este artículo por casualidad: estás muy bien acompañado en el grupo de los fatalistas.
La mala noticia, y va a escocer, es que es tu culpa. Los libros de texto, sus padres, sus profesores, las redes sociales, los medios de comunicación, tienen parte de responsabilidad, pero no puedes echar fuera todos los balones. Detrás de tu ignorancia y los errores de juicio no hay conspiraciones ni fake news. Muchos hacen dinero gracias a las mentiras, las exageraciones y a explotar su miedo, es verdad, pero la ceguera es voluntaria. La información está ahí, es muy accesible, más que nunca antes y ya la has acariciado. Hay artículos, libros, vídeos increíbles en internet, gráficos espectaculares que dan bofetadas de realidad. Si no eres capaz de recordarlos o de creerte lo que dicen hay una muy buena razón. Diez razones, en realidad. Y nadie las ha sintetizado e ilustrado tan bien como Hans Rosling.
Durante décadas, Rosling, un médico y estadístico sueco fallecido el año pasado, planteó cientos de cuestiones "sobre pobreza y riqueza, crecimiento de la población, nacimientos, muertes, educación, salud, género, violencia, energía y medio ambiente", sobre patrones y tendencias globales, a miles de personas. Los exámenes no son nada complicados, ya lo has visto, y no hay trampa. Son todos datos al alcance de dos clic y "no discutibles" ni controvertidos. Y sin embargo, una y otra vez, la gran mayoría saca sistemáticamente resultados extremadamente malos. La palabra con la que deberían quedarse aquí no es "malos", sino "sistemático". Los fallos no son producto de matiz ni del desconocimiento, porque si no supiera nada del tema y respondieran al azar, los resultados variarían a veces por un lado a veces por otro. No es así. Hay un patrón y siempre se apunta en la misma línea: a lo peor.
En Factfulness. Diez razones por las que estamos equivocados sobre el mundo. Y por qué, escrito junto a su hijo Ola y su nuera Anna y publicado en español por Deusto esta semana, Rosling hizo su último gran servicio público. Un intento no de convencer, sino de guiar. De ayudar a comprender el mundo y la forma en la que lo percibimos. Un ensayo divertido, ameno y necesario cuya misión es dotar al lector, al ciudadano, de herramientas e instrumentos de pensamiento crítico con los que combatir los sesgos que nublan nuestra visión.
A esos sesgos los Rosling los denominan instinto de separación, de negatividad, de la línea recta, del miedo, del tamaño, de la generalización, del destino, de la perspectiva única, de la culpa y de la urgencia, el peor de todos. Ser conscientes de todas las cosas malas que pasan a nuestro alrededor es sencillo, lo difícil es interiorizar las buenas, "miles de millones de mejoras de las que nunca se habla. No algunas noticias positivas triviales que supuestamente compensan las negativas" sino a mejoras fundamentales "que cambian el mundo pero que son demasiado lentas, están demasiado fragmentadas o son demasiado pequeñas por sí solas para ser consideradas noticias. Me refiero al milagro secreto y silencioso del progreso humano", explican.
La premisa es sencilla: el mundo va a mejor. No es perfecto y ni siquiera hace falta defender que vaya bien, pero sí mejor que nunca antes. Y no pasa nada por decirlo. Vivimos más y mejor. Tenemos más dinero y menos hambre, más vacunas y menos enfermedades y violencia. Sí, queda muchísimo que hacer, desafíos ingentes y millones de personas que sufren cada día y necesitan ayuda. Pero con desconocimiento, prejuicios e impulsos irracionales flaco favor se hace a su causa. No hay lugar para la complacencia, pero tampoco para el derrotismo.
Todos tenemos, argumentan los autores, "un escudo o un filtro de la atención entre el mundo y nuestro cerebro" que nos protege del ruido, pues de otro modo el bombardeo de información descontextualizada nos dejaría "sobrecargados y paralizados". Ese escudo, sin embargo, tiene grietas, 10 agujeros con forma de instinto. "La mayor parte de la información no lo atraviesa, pero los agujeros dejan pasar información que resulta atractiva a nuestros instintos dramáticos. De modo que acabamos prestando atención a la información que se ajusta a ellos e ignorando la que no. Y los medios de comunicación no pueden perder tiempo con historias que no traspasen nuestro filtro de atención", señalan.
A lo largo de su relato, lleno de anécdotas, parodia y autocrítica, al modo de Nigel Barley en el Antropólogo inocente, Rosling describe muy bien por qué las ideas sencillas nos resultan muy atractivas, y cómo "nos gusta sentir ese momento de clarividencia, la sensación de que realmente entendemos o sabemos algo". Necesitamos pensar que las cosas suceden porque alguien ha querido que así sea, "que los individuos tienen poder y agencia", pues de lo contrario el mundo resultaría "impredecible, confuso y aterrador". Un relato simplista de buenos y malos se ajusta mucho mejor a nuestra forma de sobrevivir, y en la forja de esa cosmovisión desdibujada interactúan tres factores: el recuerdo equivocado del pasado, la información selectiva por parte de periodistas (ejem) y activistas y "la sensación de que, como las cosas van mal, es cruel decir que están mejorando".
Rosling arrancó su carrera en clínicas de India y Mozambique y la terminó codeándose con la élite política y económica mundial. Fue alguien que intentó desesperadamente derribar un muro de prejuicios, pero a pesar de la fama y el reconocimiento estuvo muchas veces a punto de tirar la toalla y murió siendo consciente de que no había logrado sus objetivos.
"Era un verdadero visionario", explica su nuera y colaboradora Anna, que el próximo día 17 presentará la obra en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid. "No hubiera podido morir satisfecho, pasara lo que pasara. Él siempre quería más. Es muy triste que no pudiera ver cómo el libro ha llegado a tanta gente, eso le hubiera hecho muy feliz. No se habría quedado contento pensando que era suficiente, él no era así. Cuando le diagnosticaron el cáncer y empezó a hacer balance de su vida, se sintió culpable por haber pesado tan poco tiempo en sus últimos años con esas mujeres del campo africano con las que empezó. Era un hombre muy racional, quiso entender cómo funciona el mundo en la calle y los despachos, cómo piensan los líderes y cambiar sus decisiones. Pero se fue con el miedo de ellas pensaran que se dejó llevar por la fama",
Rosling se convirtió en una celebridad mundial hace menos de una década por sus presentaciones. Gracias al Trendalyzer, un software de visualización desarrollado por su hijo y vendido a Google en 2007, convirtió charlas sobre pobreza mundial, demografía y salud en algo viral incluso antes de que el concepto formase parte de nuestro vocabulario. Entendió que para llegar tenía que epatar, dar un espectáculo visual inolvidable, con gráficos, payasadas o tragando espadas (literalmente). Todo lo que fuera necesario. Rompió el corsé del mundo académico, algo que nunca le perdonaron, y se convirtió en uno de los grandes paladines de los datos, la proporción, los debates informados y el contexto.
Ganó para su cruzada a personalidades como Al Gore (con quien se negó a colaborar para "crear miedo" como estrategia para concienciar sobre los peligros del cambio climático) o Bill Gates, que ha ofrecido a decenas de miles de graduados norteamericanos la oportunidad de obtener gratis un ejemplar de esta obra. Pero también chocó sistemáticamente con un sistema obsoleto y perezoso que por costumbre, intereses o ideología se negaba a actualizarse.
A menudo, los críticos despreciaron al divulgador sueco, tildándolo de impreciso y optimista, acusándole de contribuir con su discurso (lo mismo dicen de Steven Pinker), a relativizar las tragedias actuales y los males del mundo. Nada le enfurecía más. "Yo no soy un optimista, eso me hace parecer ingenuo, naif. Soy un posibilista muy serio", replicaba con una definición creada por él mismo. "Alguien que no tiene grandes esperanzas sin razón, pero que tampoco tiene grandes miedos si no las hay. Alguien que constantemente se resiste a tener una visión melodramática del mundo", escribe.
El espíritu de Factfulness está consagrado a combatir ese instinto dramático devastador, como ya antes hicieron, con un gran coste, nadadores contracorriente como William Easterly. Hablar de mundo desarrollado y en desarrollo ya no tiene sentido. Meter en la misma categoría a China y al Congo no tiene ninguna lógica. "Al dividir el mundo en dos categorías engañosas -pobres y ricos- se distorsionan por completo todas las proporciones globales en las mentes de las personas", dicen los Rosling. Y si no entiendes bien un problema, difícilmente puedes solucionarlo.
"Si no sabes cosas pero quieres aprender, enseñarte es fácil. Pero cuando crees que sabes de verdad cómo es el mundo, es dificilísimo", señala Anna Rosling desde Estocolmo, donde todavía tiene su sede la Fundación Gapminder, que asesora y ofrece contenido gratuito y recursos muy potentes a educadores de los cinco continentes. "La gente tiene una visión muy dramática. No es que no tengamos problemas, que todo vaya bien, pero sí mejor. Mucho mejor. El saberlo, y aceptarlo puede aportar un elemento de calma en nuestras vidas. Reconforta y relaja saber que los humanos hemos logrado aumentar nuestra esperanza de vida y su calidad, curar enfermedades mortales, dar educación. En las noticias escuchamos que hay incendios en California, guerra en Siria, terrorismo, cambio climático, amenazas. Es abrumador, pero Hans siempre defendió y trabajó sobre la premisa de que los datos nos pueden calmar",
A lo largo de 300 y pico páginas, Hans Rosling, a pesar de su vitalidad y entusiasmo contagioso, no puede evitar dar muestras de su fatiga y decepción. Por la condescendencia, las generalizaciones y el paternalismo dominante al hablar de lugares remotos, salud pública y desarrollo. Ni siquiera la gente que acudía a sus conferencias, la que le aplaudía y felicitaba al terminar y en los cócteles, cambiaba. Insensibles a la lógica de la razón y la fuerza de los números, los humanos seguimos pensando que las cosas son como son "por razones inevitables e inexorables", que "siempre han sido así y nunca cambiarán".
Él, "gran fan de las cifras" y que lamentaba que en la escena pública hubiera "demasiado Word y demasiado poco Excel", previene precisamente por ello en su obra póstuma contra el peligro de extraer conclusiones derivadas sólo de los números, sin hipótesis, sin observar y sin hablar con la gente. "Si hay que redondear, tenemos que hacerlo en nuestra contra", defiende.
Harto de los falsos filósofos que interpretan el mundo sobre la imagen de cómo era hace medio siglo, y de los demagogos y profetas que entorpecen su transformación subidos a lomos de un distorsionador ahora o nunca, Factfulness ofrece una brújula de pausa, profundidad y responsabilidad. "No te estoy diciendo que no te preocupes. Te digo que te preocupes por las cosas que te tienes que preocupar (...). Lo que te digo es que ignores el ruido, pero te mantengas atento a los grandes riesgos globales. No te digo que no tengas miedo. Lo que te digo es que mantengas la cabeza fría", cierra uno de sus capítulos.
Lo dijo igual de claro hace un siglo, Rubén Darío: "Abominad la boca que predice desgracias eternas / abominad los ojos que ven sólo zodiacos funestos / abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres". Y tampoco le hicieron mucho caso.

 




La evolucion mundial de estos ultimos 50 años, ha sido la mas prospera de toda la humanidad, la globalización un su parte positiva ha permitido que millones de personas salieran de la pobreza
Esto no niega los grandres retos en el reparto del trabajo en la robotización, los grandes retos del cambio climatico y los grandes retos de los limites del crecimiento.

dilluns, 26 de novembre del 2018

Innovación social/Recursos innovación social/Guadalupe de la Mata

Blog de innovación social de Guadalupe de la Mata

https://guadalupedelamata.wordpress.com/metodologias-2/recursos-innovacion-social/

Innovacion personal
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Responsabilidad social empresas
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Inovacion empresas
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Inovacion finanzas
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Inovacion sector publico
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Inovacion educacion
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Metodologias y recursos
https://guadalupedelamata.wordpress.com/metodologias-2/
https://guadalupedelamata.wordpress.com/sobre-mi/clases-y-cursos-impartidos/
Otros enlaces
https://paper.li/Inn4SocChange/1363990647#/
http://planetforchange.org/
https://guadalupedelamata.wordpress.com/sobre-mi/ultimas-publicaciones/
https://guadalupedelamata.wordpress.com/sobre-mi/videos/


Recursos innovación social/ Key Ressources

  1.  Strategic Collaboration Between. Nonprofits and Businesses. James E. Austin. Harvard Business School http://www.utexas.edu/courses/streeter/393T19/JAustin.pdf
  2.  Nambisan, S. “Platforms for Collaboration”, Stanford Social Innovation Review, Summer 2009.
  3. Howaldt, J./ Schwarz, M. “Social Innovation: Concepts, research fields and international trends”, IMO international monitoring, 2010.
  4. “Let’s hear those ideas”The Economist. August 12, 2010. Retrieved December, 2010.
  5. Goldsmith, Stephen (March, 2010). The Power of Social Innovation: How Civic Entrepreneurs Ignite Community Networks for Good. Jossey-Bass.
  6. Gavron, Dench e ds Young at 80, Carcanet Press, London, 1995 for a comprehensive overview of one of the world’s most successful social innovators
  7. Chambon, J.-L, David, A. and Devevey, J.-M (1982), Les Innovations Sociales, Presses Universitaires de France, Paris
  8. Mumford, M.D. (2002) Social Innovation: Ten Cases from Benjamin Franklin, Creativity Research Journal, 14(2), 253-266
  9. Innovation in the Public Sector an overview of thinking about innovation in the public sector, published by the UK government’s Strategy Unit in 2003
  10.  Ready or Not? published by The Young Foundation in 2007 about the need for public sector organisations to innovate
  11. Nichols; Social Entrepreneurship, Oxford University Press 2007
  12. design companies article by Forbes magazine about how companies are innovating in the way they offer services
  13. Innovation in open source article by harvard business school about innovation in open source
  14. Westley,Zimmerman and Patton; Getting to Maybe;Toronto, Random House 2006
  15. Nambisan, S. “Transforming Government through Collaborative Innovation”, IBM Center for the Business of Government, April 2008
  16. James A. Phills Jr., Kriss Deiglmeier, & Dale T. Miller “Rediscovering Social Innovation”Stanford Social Innovation Review Fall 2008.
  17. various studies by Greg Dees and others and the study published by NESTA In and out of sync: growing social innovations, London 2007
  18. ^ Kohli, J. and Geoff Mulgan (2007) Capital Ideas. How to Generate Innovation in the Public Sector. The Young Foundation and Center for American Progress
  19. ^ Murray, R., Caulier- Grice and Geoff Mulgan (2010) The Open Book of Social Innovation. The Young Foundation and NESTA
  20. ^ Mulgan, Ali, Tucker; Social innovation: what it is, why it matters, how it can be accelerated, published by Said Business School, Oxford, 2007
  21. ^ MacCallum, D., Moulaert, F., Hillier, J. and S. Vicari (Eds) (2009) Social Innovation and Territorial Development. Ashgate, Aldershot. ISBN 978-0754672333
  22. ^ Is Social Innovation the Future of Economy?, ParisTech Review, Dec. 2011 

dissabte, 24 de novembre del 2018

DIÁLOGOS DE LA ECONOMÍA CON OTRAS CIENCIAS :Fisica y Economia, Bioeconomia ***


 DIÁLOGOS DE LA ECONOMÍA CON OTRAS CIENCIAS Yezid Soler B
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INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA COMPLEJA 10

Presentación: Clara Elsa Villalba de Sandoval, Presidenta de AEUN
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 1. INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA COMPLEJA 10 Yezid Soler B.
2. CAOS Y MACROECONOMÍA: UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS 63 Manuel Guzman Henessey
3. FÍSICA CUÁNTICA Y DERIVADOS FINANCIEROS 73 Carlos José Quimbay Herrera
 4. LEVE INMERSIÓN EN 100 LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS COMPLEJAS Carlos Alberto Garzón
5. LA REVOLUCIÓN DE LA BIOECONOMÍA 106 Jorge Humberto Granados Rocha
 6. RELACIONES ENTRE GEOGRAFÍA Y ECONOMÍA 125 Temístocles Ordóñez
7. ANTES LA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA : LA BUSQUEDA DE UA INTEGRACIÓN ENTRE ECONOMÍA Y GEOGRAFÍA 140 Edgard Moncayo Jiménez
8. HISTORIA Y ECONOMÍA 164 Raúl Alameda Ospina
9. SOCIOLOGÍA Y ECONOMÍA 167 Víctor Reyes Morris
 10.ECONOMÍA Y PEDAGOGÍA ¿CÓMO ENSEÑAR LA ECONOMÍA HOY? 174 Julián De Zubiría
11. DIFICULTADES Y RETOS DEL LENGUAJE EN LA ENSEÑANZA DE LA CIENCIA ECONÓMICA 191 Andrés Gómez León
12. LAS ÉLITES DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN COLOMBIA 210 François Serres

http://www.fce.unal.edu.co/media/files/CentroEditorial/catalogo/Libros_Digitalizados/A_Dialogos_Economia_Otras_Ciencias.pdf
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En el ensayo ―La revolución de la Bioeconomía‖, Jorge Granados revisa y valora al economista rumano Nicolás Georgescu -Roegen, disidente de la ortodoxia occidental, quien aporta a la comprensión de las leyes físicas y naturales que rigen los sistemas económicos de las sociedades humanas. En épocas de profundos cambios climáticos debidos a la exacerbación del consumo mundial de materiales y energía, la obra de Georgescu - Roegen y su programa bioeconómico mínimo, constituyen un legado visionario acerca del destino prometeico de la raza humana, pero también una luz de esperanza en las transformaciones estructurales necesarias para garantizar la seguridad planetaria, en todas sus acepciones
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Diálogos de la economía con la física La economía no fue ajena a los avances de otras ciencias y en particular de la física. Como vimos, en el renacimiento, se afianzó la matematización de la naturaleza con los importantes aportes del polaco Nicolás Copérnico y en Italia con Leonardo Da Vinci y en especial Galileo Galilei, De esta manera las ciencias se construyeron sobre una base dual de hipótesisexperiencia y sobre este sistema Galileano, se desarrollaron posteriormente las investigaciones de René Descartes, Torricelli y Pascal. En el siglo XV surgió en España la escuela económica mercantilista encabezada por Tomás de Mercado, cuyos postulados básicos eran considerar el oro como riqueza, intervenir el comercio con la acción del Estado, mantener una balanza comercial favorable y fomentar el crecimiento de la población. 26 Esta corriente se difundió con Galiani y Serra en Italia, Bodin y Colbert en Francia, Johann Becher en Alemania y Thomas Munn y Child en Inglaterra. El auge del capital 
 comercial y monetario fomentó el estudio de las leyes que regían el intercambio entre los reinados y las colonias de aquel entonces. Simultáneamente se desarrollaron sociedades secretas de alquimistas en toda Europa que buscaban la obtención del oro, con la teorización y la experimentación, combinando sustancias de las cuatro formas básicas de la materia, mediante la utilización de aparatos de destilación y sublimación, que posteriormente derivaron en la química y la física moderna. En 1637 el francés René Descartes, expresando su desilusión por la educación recibida que no le enseñó a pensar correctamente, publicó el ―Discurso del método‖, para guiar bien la razón y buscar la verdad en las ciencias. Planteó un método en el que se deben separar las partes y reunirlas para construir un todo con un plan que las unifique. Sobre la base de tres máximas morales para cambiar el orden del mundo dentro de leyes y costumbres, desarrolló los principios metafísicos a través de la duda metódica para llegar a la célebre máxima ―pienso luego existo‖. El razonamiento lo llevó a concluir que los organismos vivos están regulados por una mecánica precisa, en donde el hombre es la máquina más perfeccionada por estar dotado de discurso y razón. 27 Con esta metodología claramente matemática, se expresó el nuevo paradigma cartesiano caracterizado por tres ejes fundamentales a saber: el análisis parcelario, el racionalismo y el mecanicismo. 
En Inglaterra, el Reino desarrolló en el siglo XVI con base en el mercantilismo una política claramente intervencionista no solo en la balanza comercial, sino en la agricultura, la artesanía y la industria: Conformó núcleos de pensadores para plantear estrategias que condujeran a la riqueza de la nación, aportó subsidios agrícolas mediante las leyes del maíz, otorgó subsidios y préstamos sin intereses a la artesanía y la industria naciente, apoyó la migración de artesanos extranjeros expertos concediéndoles exención de impuestos, vivienda gratuita y garantía por un término fijo para el monopolio de sus productos, estimuló a los inventores e innovadores mediante la concesión de derechos para sus hallazgos. A medida que se fue consolidando el reinado, Inglaterra, mediante las ‗Leyes de navegación concedió subsidios y facilidades a constructores, propietarios y tripulantes de barcos con el fin de consolidar la marina mercantil, para no mendigar a los otros, ni enriquecer a los demás. (Huberman Leo ―Los bienes terrenales del hombre‖ (1936), Ed. Panamericana 1995, páginas 158 ss.) William Petty, quien nació en Inglaterra y estudió en Francia, se formó en estrecho contacto con la escuela experimental y en 1672 publicó su primer obra de ‗aritmética política‘ en donde incorporó los conceptos en boga sobre peso, número y medida, aplicándolos a la teoría del valor trabajo, dando así origen a la escuela económica clásica, que consolidaría lo realizado por la escuela mercantilista.
Para ese entonces, el inglés Isaac Newton retomó el concepto Copernicano de que la tierra no es un centro absoluto y existen tanto centros como individuos e incorporó la matematización en la física colocándola en la cúspide de los paradigmas. Su obra cumbre ―Principios de matemáticas‖ escrita en 1687, se constituyó en un ejemplo de obligada referencia en la nueva era de la razón, que enfrentaba las ideologías predominantes hasta entonces. En esta obra introdujo las tres leyes de la mecánica, a saber la ley de la inercia, la ley de la proporcionalidad y la ley de la acción y reacción, que sintetizó en la ecuación: fuerza igual a masa por aceleración.28 Luego aplicó, a partir de las observaciones de Kepler, estas leyes de la mecánica a la gravitación universal, el movimiento de los planetas, los satélites y de las mareas en la tierra, desplazando la teoría de los vórtices de Descartes. Según el nuevo paradigma, el espacioes un recipiente móvil de los objetos, de manera que no hay un estándar fijo de reposo, con lo cual cuestionó el concepto de Aristóteles, del espacio como un lugar fijo ocupado por los cuerpos. Los seres vivos pueden estar en movimiento en un objeto aparentemente fijo como la tierra, pero realmente los dos están en movimiento. La revolución Newtoniana representó la creación de la ciencia moderna y la consolidación de dos cambios paradigmáticos: Ganó predominio la concepción mecánica frente a la anterior concepción orgánica del mundo y se impuso el método cuantitativo empirista frente al cualitativo. El impacto de esta nueva conceptualización fue tan grande, que las demás ciencias los fueron a incorporando en sus programas de investigación. Por supuesto, la aplicación de la mecánica newtoniana llegó a las ciencias sociales y autores como Owen y Saint Simon se declararon fundadores de la física social e incluso Fourier se declaró a si mismo ―el Newton del mundo social‖ En medio de los debates propios de estas nuevas líneas de bifurcación, las categorías físicas tales como tiempo, espacio, materia, fuerza, fueron ganando terreno en la economía clásica hasta llegar a su punto culminante noventa años después con el filósofo inglés Adam Smith, el padre de la economía clásica, que en 1776 publicó la ―Riqueza de las Naciones‖. (― An Inquiry into the Nature And Causes of the Wealth of Nations‖ 1776) Smith quien también escribió sobre la astronomía de Tolomeo y Copérnico, presentó un sistema económico basado en la teoría del valor trabajo de William Petty, en donde la fuerza de la economía a semejanza de la fuerza en la física, es igual a la masa de trabajo incorporado por el grado de aceleración de su productividad. Partiendo de la concepción filosófica, según la cual la conciencia de los hombres es algo natural, no impuesto por la razón ni las leyes, en la sociedad el equilibrio del mercado se logra por ―una mano invisible‖ independiente de la moral, que al igual que la ley de la gravitación universal garantiza la cohesión y funcionamiento del sistema, promoviendo la libre competencia con una intervención mínima del Estado. (SMITH Adam, ― The Theory of the Moral Sentiments‖ )
De otra parte, en el marco histórico de la revolución francesa, el físico y matemático francés Pierre Simon Laplace, contribuyó a la sustitución de las instituciones por un nuevo orden en el que el hombre estaría sujeto a leyes unidireccionales, consolidando así la concepción determinística del mundo. Su idea central, al igual que la de Lagrange era reducir el pensamiento lógico a unas fórmulas matemáticas exactas.(Laplace. P S. Méchanique Céleste.1799) 30 El nuevo orden sería como un reloj, o una gran máquina con un movimiento predecible, hasta el punto de imaginar que algún día se lograría deducir una ecuación matemática tan poderosa que lo explicaría todo. Esta concepción contribuyó a sustituir los gráficos muy frecuentes en el renacimiento, por los números en las ciencias, y en lo económico, a reforzar la idea del mercado como un gran mecanismo regulado por el equilibrio de una mano invisible. Sobre la base de la idea económica del valor trabajo se construyó el núcleo central de la teoría clásica de la riqueza, el valor, el capital, la producción, la distribución, las finanzas públicas y las políticas públicas. En esta teoría se basaron también los economistas clásicos David Ricardo y Carlos Marx.  
A comienzos del siglo XIX J. B. Say, hizo un cuestionamiento de la teoría clásica apoyado en el principio de la conservación de la materia, postulando que el hombre no crea materia y por tanto el concepto de producción debe plantearse de otra forma, entendido mas bien como la creación de utilidad y por lo tanto de valor y de riqueza, dando lugar a la escuela neoclásica. (Say J.B, ―Traité d‘économie politique‖,1803 vol I pag 58 ) En 1838 el matemático francés Cournot publicó los ―Principios matemáticos de la riqueza‖ y en los años setenta el inglés Jevons, el austriaco Menger y el francés Walras, culminan simultáneamente la conjunción de tres líneas de pensamiento en la filosofía, las matemáticas y la física. Afirmaron que aunque el individuo es inexacto por naturaleza, el ser económico es matemático, por lo cual es válido incorporar a la economía la formalización cuantitativa. También incluyeron la teoría filosófica, que plantea que las dos grandes palancas de la acción humana son los sentimientos de placer y dolor, que animan a conseguir los objetos útiles que provean placer, estando dispuestos al ejercicio doloroso de trabajar hasta alcanzar el equilibrio con la consecución de los objetos gratificantes. Jevons admite explícitamente que se apoya en la física mecánica al afirmar en 1871 que ―La teoría de la economía presenta una estrecha analogía con la ciencia de la mecánica estática; y las leyes del intercambio descubiertas, se asemejan a las leyes del equilibrio de una palanca determinado por el principio de las fuerzas virtuales
La naturaleza de la riqueza y el valor se explica por la consideración de cantidades infinitamente pequeñas de placer y de pena o dolor al igual que la teoría mecánica estática se construye sobre la igualdad de cantidades infinitamente pequeñas de energía‖ 31 Walras definió el concepto de riqueza como ―el conjunto de cosas materiales e inmateriales que son a la vez útiles y escasas y que son valorables e intercambiables‖. (Jevons W Stanley ―The theory of political economy‖ prólogo a la primera edición, p. VII) 32 Con estas categorías y el método Galileano dual de mecánica pura y aplicada, Walras construyó el núcleo de lo que denominó la economía política pura, con la teoría del valor de cambio de la riqueza. Este núcleo, determina a su vez, un segundo grupo de consideraciones, que denomina economía aplicada a la producción de la riqueza y a un tercer grupo, que define como la economía social, que se ocupa de la distribución de la riqueza. El núcleo de la teoría estaría exento de valores morales, mientras la producción sería guiada por el interés de las personas y la distribución por la justicia. Walras en el libro de ―Elementos de economía política pura‖ afirmó: ―Es bien cierto que la economía política es como la astronomía y como la mecánica, una ciencia a la vez experimental y racional. Y no se me podrá reprochar de haber tardado demasiado en adoptar el segundo carácter a partir del primero. La astronomía de Kepler y la mecánica de Galileo tardaron entre cien y ciento cincuenta años en devenir la astronomía de Newton y Laplace y la mecánica de d‘Alembery y de Lagrange. Mientras que ha pasado menos de un siglo entre la aparición de la obra de A. Smith y las tentativas de Cournot, de Gossen, de Jevons y la mía‖  
Debe anotarse que la construcción propuesta por Walras ha tenido tal impacto en las ciencias económicas, que se ha preservado en esencia hasta nuestros días y se aplica en la construcción de las cuentas económicas nacionales de la mayoría de los países. Al culminar el siglo XIX, la concepción de la física mecánica presentó sus dos primeras fisuras que no alcanzaron a ser percibidas por Walras y los principales exponentes del establecimiento económico de la época. Estas grietas en la física provenían de una nueva corriente energética que se inició tímidamente con el físico francés Carnot en 1825, la ratificó el físico alemán Claussius en 1865 y llegó a su punto culminante con los físicos alemanes Planck y Einstein al comenzar el siglo XX. Sedi Carnot planteó que al calor se atribuyen los grandes movimientos sobre la tierra en la atmósfera, las nubes, las aguas, los temblores y las erupciones volcánicas. A partir de estos postulados descubrió por primera vez en 1824 la conexión entre energía calorífica y trabajo, al establecer que un motor solo puede funcionar cuando el calor pasa de una temperatura mayor a una menor, con lo cual dedujo que en este proceso hay una pérdida absoluta de energía utilizable por el hombre. 34 De esta manera dejó sentadas las bases de la segunda ley de termodinámica, que cuestionó el principio de utilización perpetua de la energía establecido por la física mecánica. En la economía, Augustin Cournot conoció el documento de Sadi Carnot, al que estudió no tanto desde el punto de vista físico, sino del economista y del ingeniero reconociendo la generalidad del principio de que nada podemos hacer con nada y que hay que tener un conocimiento mas profundo de la economía de los fenómenos naturales, distinguiendo las cosas cuya provisión se agota, de aquellas que la naturaleza reproduce o regenera Así, al repasar en 1877 las doctrinas económicas llegó a la siguiente reflexión: ―Durante mucho tiempo ha podido considerarse al hombre como un cultivador al que la tierra había sido dada en herencia; con el progreso de la industria su papel se asimila mas bien a la de un concesionario del planeta; nada merece mas la atención de aquel que considera desde una perspectiva filosófica los destinos del género humano‖ (Cournot A-Augustin ―Revue sommaire de la théorie des richesses‖) 35 Jevons también alcanzó a visualizar el tema de la energía inicialmente en 1865 con el análisis del carbón y más tarde con el estudio del periodo solar y sus efectos en los ciclos de las cosechas, pero no incorporó estos elementos al sistema neoclásico, que de hecho eran incompatibles con el modelo de equilibrio. (Jevons Stanley ―The coal question‖, 1865 y ―The solar period and the price of corn‖, London: Macmillan and Co) 36 Rudolf Clausius desarrolló la teoría de Carnot, definiendo en 1865 la progresiva degradación de la energía no utilizable en un sistema, como el principio de la entropía o segunda ley de la termodinámica.37 En el caso del sistema económico, significaba un profundo cuestionamiento de los modelos neoclásicos del equilibrio. No sobra señalar que esta segunda ley de la termodinámica desató virulentas críticas del establecimiento científico de la época, dado que contradecía el principio de conservación de la energía y significaba la ―muerte térmica‖ de un sistema, entre ellos el solar. La teoría de la entropía fue atacada, al igual que la pintura impresionista de esta época, por ser una representación vaporosa de la realidad con pinceladas fragmentadas de la luz, como lo refleja el cuadro precursor de Monet ―Impresión: Sol naciente‖, que dio lugar al nombre que los críticos dieron al movimiento pictórico Con relación al tema de las relaciones económicas, Clausius argumentó: ―Hemos hallado que hay bajo la tierra reservas de carbón de tiempos antiguos que se han formado de plantas de la superficie de la tierra y depositado durante un periodo tan largo, que los tiempos históricos, en comparación, nos parecen minúsculos. Los gastamos ahora y nos comportamos exactamente como herederos felices que consumen un rico patrimonio. Se saca de la tierra todo lo que permite la fuerza humana y los medios auxiliares técnicos y se usa como si fuera inagotable‖ (Clausius Rudolf ―Sobre las reservas de energía de la naturaleza y su valoración para el uso de la humanidad‖ P. ) 38 De esta manera, el físico llamó la atención sobre los límites de la utilización de recursos agotables y la necesidad de utilizar en el sistema económico recursos renovables, que puedan usarse por los menos en el mismo tiempo en que se producen. Sale al paso de los que afirman que el hombre podrá crear otras formas de energía al afirmar que ―Cualquier obtención de energía sin un gasto correspondiente de energía, es absolutamente imposible‖ En el tránsito al siglo XX nuevos hechos permitieron un afianzamiento de este planteamiento prospectivo, provocando el deterioro del paradigma Newtoniano. Los rayos X descubiertos por Roentgen en 1895 y la radioactividad por Becqerel y los esposos Curie, plantearon la necesidad de un análisis mas detallado del microcosmos. Así el alemán Karl Plank en 1905 introdujo un planteamiento extraordinario al señalar que la radiación electromagnética no se emite de manera continua, sino discretamente en forma de paquetes individuales de energía llamados cuantums, conocida como la ley de Plank, dando inicio a la física cuántica.39 Albert Einstein, estudió los trabajos de Plank y formuló la teoría de la relatividad que cambió las ideas acerca del espacio y del tiempo de Aristóteles y Newton, quienes creían que se podía medir el intervalo entre dos sucesos sin ambigüedad. En la teoría de la relatividad formulada en 1905, estas dos categorías no están separadas, sino que se combinan para formar un objeto espacio-tiempo de cuatro coordenadas. De igual forma, ―un suceso es algo que ocurre en un punto particular del espacio y en un instante de tiempo‖ (Hawking Stephen W . Historia del tiempo. Editorial Crítica. Bogotá 1989. página 44) En consecuencia, no existe un tiempo absoluto, sino que cada medida del mismo depende del lugar donde se encuentra y la forma como se mueve la persona. Cada observador transporta su propio espacio y su propio tiempo. Desaparecen así las nociones de espacio y tiempo absoluto y la propagación instantánea de las acciones mecánicas. 
De esta forma, la concepción mecánica del universo va siendo sustituida por la interpretación energética y las leyes de la termodinámica y la relatividad, las cuales se convierten en las bases de la física contemporánea. En este contexto surge el matemático y filósofo J.M. Keynes, el tercer gran autor de la ciencia económica convencional, quien corrobora que la teoría de su maestro A. Marshall es ―Un sistema Copernicano completo, en el que todos los elementos del universo económico se situaban en su puesto por mutuo contrapeso e interacción‖ (Keynes J. M., ―Memorials of Alfred Marshall‖, 1925 , p. 42.). En cuanto a Newton, a quien estudió ampliamente en lo personal y en lo científico, elaboró un interesante ensayo en la celebración de su tricentenario, señalando que ―no fue como se creía el fundador de la ‗edad de la razón‘, sino más bien ‗el ultimo de los grandes alquimistas‘, cuyo su proceso mental fue mas metafísico que racional., al contemplar el universo como un gran criptograma establecido por el todopoderoso. (Citado por Naredo Jose Manuel ―La economía en evolución‖ Siglo Veintiuno Editores, Madrid 1987, pagina 37) Keynes se liberó de las cadenas neoclásicas al cuestionar los equilibrios planteados por sus antecesores. Atacó especialmente la ley de Say, según la cual ―Toda oferta crea su propia demanda‖, igualmente el equilibrio en el mercado laboral con el salario, como precio que iguala  la oferta y la demanda de trabajo y el equilibrio en el mercado de capitales con la tasa de interés que iguala la oferta y la demanda de capital. Trató de liberarse que las cadenas mecanicistas al cuestionar la geometría euclidiana de los neoclásicos y la carencia de homogeneidad de conjuntos tales como la producción de mercancías y servicios y la carencia de precisión de conceptos como el nivel general de precios. (Keynes J M. ―Teoría general de la ocupación el interés y el dinero‖ FCE, 1973, pag. 48-52) Sin embargo no amplió sustancialmente estos puntos y no llegó al núcleo central de la problemática, al no incorporar en su modelo los nuevos avances de la física energética y la física cuántica que rompían los supuestos del equilibrio, la homogeneidad de la materia, el tiempo absoluto y la unicidad de los sistemas. Otro tanto ocurrió con sus seguidores Hicks, Meade, Harrod, Klein, Modigliani, Lange, Hansen y Robinson, que plantearon leves modificaciones de la doctrina Keynesiana sin llegar al fundamento de la física clásica, y por ende sin avizorar los diversos tipos de entropía a que están sujetos los sistemas económicos, los recursos deseables que los sistemas deben utilizar y la heterogeneidad de formas como se pueden abordar estos temas. 
Se tiene entonces que más de medio siglo después de formuladas las revolucionarias teorías de la física contemporánea, el prestigioso economista norteamericano Paúl Samuelson refuerza el pensamiento único en 1961 al afirmar que ―No hay mas que un sistema en el mundo y Newton lo ha encontrado. De la misma manera que no hay mas que una concepción de conjunto del sistema económico y es Walras quien tuvo la inteligencia y la suerte de encontrarla‖ (Samuelson Paul ―Economics and history of ideas‖) 40 En las tres últimas décadas del siglo XX, como es ampliamente conocido, el neoliberalismo se constituyó en el paradigma dominante de la economía. El máximo exponente es Milton Friedman, que a partir de una metodología positivista retomó el edificio del librecambio promulgado por Adam Smith. 41 ―La economía positiva – escribe Friedman- es en principio, independiente de cualquier posición ética o juicio normativo. Su tarea será proporcionar generalizaciones que puedan usarse para realizar predicciones correctas sobre las consecuencias de cualquier cambio en las circunstancias. Su actuación debe ser juzgada por la precisión, alcance y la conformidad con la realidad de las predicciones que realiza. En resumen la economía positiva es, o puede ser, una ciencia objetiva, en el mismo sentido de cualquiera de las ciencias físicas‖ (Friedman Milton ―La metodología de la economía positiva‖ P 3) 42  
Desde esta perspectiva, la economía positiva sería neutral frente a la ética, la ideología y la política. Friedman abandonó el quehacer interpretativo de la ciencia, restó importancia al realismo de los supuestos y se concentró en los hechos empíricos. La razón de ser de la economía, serían los resultados. Esta pretensión de objetividad y pragmatismo, ante la ausencia de fundamentos teóricos sólidos y enfrentados a la rigidez de las instituciones estatales, permitió que la doctrina neoliberal de Friedman se extendiera y fuera acogida por la institucionalidad económica mundial. En cuanto a su relación con otras ciencias y en particular con la física, el neomonetarismo no agrega ningún elemento novedoso. Por el contrario, mantiene la hipótesis Newtoniana de que la realidad se puede observar con independencia del observador, sin recoger los aportes de la física cuántica y relativista, según los cuales la apreciación de la realidad depende de los métodos de investigación, los instrumentos utilizados para observar y del esquema que hay en la mente del observador. En consonancia con el modelo mecánico de Newton, la escuela de Chicago, supone al igual que Smith, que el libre juego de las fuerzas del mercado permitirá el logro de los objetivos económicos La economía normativa monetarista al asignar al dinero el papel protagónico de las fuerzas del mercado, amplió la brecha entre los procesos físicos y monetarios, oscureciendo sus relaciones e impidiendo ver los límites que tienen los sistemas económicos especialmente frente a los sistemas energéticos y biológicos del planeta. Si partimos de la misma lógica monetarista de juzgar por los resultados, la lección no puede ser mas impactante en las últimas décadas: Expansión de la tecnología y las utilidades al servicio de intereses particulares y destrucción de recursos naturales y degradación física y moral de la gente, por la ampliación de la pobreza, la violencia y la drogadicción en el mundo, como ha sido reconocido por las instituciones económicas internacionales. Esto lleva a reflexionar sobre la utilidad de sistemas monetarios y financieros que destruyen riqueza física, biológica y cultural, en lugar de promover la fuerza creadora del trabajo y el bienestar de la sociedad, condenándola a un malestar generalizado. En el ultimo cuarto del siglo veinte, nuevos avances en las ciencias han cuestionado las escuelas económicas ortodoxas. Una de las innovaciones ha sido aportada por el ruso Ilya Prigogine, quien se inició en las ciencias humanas de la historia, la arqueología y el arte, terminó estudiando ciencia duras y recibió premio nobel de química en 1977. Experimentando con dos cajas interconectadas, la una con nitrógeno y la otra con hidrógeno, descubrió que al calentar las cajas con temperaturas diferentes, los gases no se mezlan desordenadamente sino que tienden a un extraño orden en donde todo el sistema se conecta produciendo ―pantallazas‖ a intervalos de un color y luego de otro, como si todas las moléculas se intercomunicaran simultáneamente. Aquí fue donde Prigogine descubrió el orden surgiendo del caos. alejados del equilibrio no solo se desintegran los sistemas, sino que emergen sistemas nuevos. Es decir que el caos alejado del equilibrio contiene la posibilidad de autoorganización. Luego descubrió estructuras disipativas de desequilibrio y auto-organización en la biología, las ciudades, los movimientos políticos y hasta las estrellas. Este hallazgos que divulgó Prigogine en Texas, mas cerca de Chicago, contribuyeron a demostrar que la tradicional teoría del equilibrio, entre ella el equilibrio económico, corresponde a una sola forma de las múltiples que pueden surgir creando nuevos sistemas, a partir de la desintegración de estructuras existentes. Desde estas nuevas perspectivas han venido surgiendo corrientes económicas heterodoxas que a partir de los diversos aportes de la física contemporánea y en particular la teoría energética de la física, ha realizado serios cuestionamientos a las teorías económicas convencionales. Dentro de este paradigma naciente se inscriben economistas como Daly, Georgescu-Roegen, Henderson, Kapp, Mishan, Naredo, Schumacher, entre otros, quienes plantean un enjuiciamiento al mecanicismo del sistema económico a la luz de la segunda ley de la termodinámica y plantean nuevos elementos para la construcción de sistemas económicos alternativos. En síntesis, de esta visión retrospectiva con la física, vimos que el nacimiento de la ciencia económica, que en un principio estuvo asociada con la riqueza de las naciones sobre la base de la posesión del oro y las prácticas alquimistas e intervencionistas, derivó hacia un sistema basado en la física mecánica que fundamentó el concepto de mercado movido por una mano invisible. La física clásica presentaba anomalías que no pudieron ser explicadas satisfactoriamente, hasta los inicios del siglo XX, cuando fueron cuestionadas y sustituidas por nuevos aportes en la física contemporánea con la consolidación de la termodinámica, la física cuántica, la teoría de la relatividad y el principio de la incertidumbre. Los paradigmas económicos ortodoxos siguen aferrados a la esperanza eterna de la alquimia del oro negro no renovable y la ciencia económica normal, aun sigue fundamentada en la física mecánica, sin entender por que es fundamental incorporar los avances de la física contemporánea. Supone que todo sigue andando al derecho, aun cuando hoy en día la física ha descubierto que las moléculas, los átomos y las partículas tienen lateralidad izquierda. Ahora hay físicos que afirman que Dios es zurdo. 
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Diálogos de la economía con la biología En el occidente, Aristóteles realizó un primer esfuerzo taxonómico, tanto de los objetos como de las actividades del hombre. Clasificó los objetos, en inanimados y seres vivos y estos a su vez en plantas y seres móviles divididos en los animales y los hombres. En la codificación de actividades o artes, diferenció la crematística de la economía afirmando que ―Hay dos clases de arte o ciencia de la riqueza: Una que tiene por objeto el tráfico (que es la crematística) y otra cuyo objeto es la economía, esta última es laudable y necesaria, aquella censurada con razón, pues es contra natura‖ (Aristóteles ―La política‖ Ed Luz. Pag. 27) La economía, para el bien vivir se encarga de proveer, transformar y gestionar adecuadamente la riqueza proveniente de los frutos de la naturaleza, la tierra y los animales, mas no de acuñar dinero, opulencia y grandes fortunas, propio de la crematística y de la codicia del rey Midas.
Durante la edad antigua y media, esta fue la visión predominante. En la mayoría de las culturas, no solo de Europa sino de todos los continentes, predominó la idea organicista de la tierra madre que engendra o produce todos los frutos y del sol como padre fertilizador de la misma. En la economía del renacimiento se mantiene la anterior cosmogonía en la cual el hombre no producía riqueza, solo la transformaba, transportaba y consumía. El hombre era concebido como una criatura del universo. Según el médico alemán Paracelso el hombre era un microcosmos integrador de todos los procesos, ritmos, fuerzas de la naturaleza y el cosmos; y la práctica médica debía apoyarse en la virtud, la filosofía, la astronomía y la alquimia botánica. A partir del siglo XVI se acrecienta la transferencia de riquezas agrícolas y minerales desde América y otros continentes hacia Europa y se presenta un desarrollo de las técnicas agrícolas a partir de las nuevas variedades. Las especies botánicas centraron la atención como lo evidencia la creación de grandes jardines botánicos en las cuatro principales ciudades de Italia. En el siglo XVIII, la tierra aun seguía considerándose la matriz de la producción, para lo cual se intensificó el estudio de la botánica y la agronomía y se distinguieron tres clases de actividades, las de los ‗apportatores‘ compuestas por los agricultores, pescadores y mineros, la de los ‗conservatores‘ que eran los comerciantes y la de los ‗inmutatores‘ que eran los artesanos que mudaban o mejoraban las materias. En 1735 el naturalista sueco Car Linneo, considerado el padre de la botánica moderna por aportar sus primeras bases, constató que la tierra aumentaba en tamaño cada año y estableció el sistema binario de nomenclatura dividiendo los reinos de la naturaleza en minerales, a los que reconoce crecimiento, pero no movimiento; el de los vegetales que crecen y son susceptibles de sensación y el de los animales, que tienen sensaciones y movimiento.  
La primera estructuración de la economía como un sistema, fue realizada por los fisiócratas en Francia quienes mantuvieron la concepción natural de la tierra como único factor productivo de riquezas renacientes. (Quesnay Francois ―Tableau économique‖ 1758) 43 El médico Quesnay llamó a este proceso producción o generación de riquezas, al que diferenció del concepto de adición de riquezas que resultaba del trabajo de los artesanos y la industria. En 1758 elaboró el famoso ―Tableau économique‖ que por analogía con el sistema circulatorio de la sangre describe los flujos del excedente de riqueza o producto neto, que perciben tres clases sociales: los trabajadores, los terratenientes y la clase esteril, integrada por industriales y comerciantes. En este sistema el dinero juega un papel de riqueza auxiliar o virtual circulante. En el siglo XIX surgieron nuevos paradigmas en las ciencias naturales como la teoría celular, la microbiología, las leyes de la herencia y las mutaciones, mientras que el francés J.B Lamarck ideó un sistema de claves dicotómicas que aplicó a los vegetales consolidando el concepto de biología. En 1802 expuso su teoría de la evolución, con la cual fue marginado social y científicamente. Hasta ese entonces era común la idea de que la naturaleza proveía y el hombre no producía, dado que esto era algo propio de un acto divino entre la madre tierra y el Sol. ¿Cuándo y por qué aparece el concepto de producción? Desde un siglo antes, venía desarrollándose otra corriente de pensamiento que planteaba que el valor y la riqueza se originaban con el trabajo del hombre. El precursor de esta forma de pensamiento, acorde a las nuevas ideas capitalistas fue William Petty en 1672, quien preservó la idea de la tierra como la madre, pero desplazó la idea del sol como padre fertilizador, reemplazándola por el trabajo. 
Estos pensamientos fueron retomados por Adam Smith en 1776, el padre de la economía política, quien atacó la teoría fisiocrática y la concepción organicista que la envolvía y enarboló el estandarte de la nueva teoría del valor y la concepción mecanicista que la fundamentaba. A partir de este nuevo paradigma, la ruptura de la noción de espacio absoluto en Newton va acompañada del abandono del concepto de producción de la naturaleza en Smith, siendo sustituida por el nuevo concepto de tiempo de trabajo como productor de valor y riqueza. La riqueza ya no se produce en el espacio, sino en el tiempo: ‗Time es money‘ fue la nueva consigna. Y los relojes mecánicos sometieron a los relojes biológicos. En este periodo se intensificó la conquista de nuevos espacios con la colonización de América, África y Asia y la apropiación privada de recursos naturales del globo terráqueo por parte de las potencias de la época. A ello contribuyeron, conquistadores, bucaneros, piratas y en general fuerzas militares que se encargaron de trasladar por diversos medios, excedentes para el bienestar de las metrópolis. Así, en 1813 el parlamentario Benjamín Constant señaló que ―la guerra y el comercio no son mas que dos medios diferentes de alcanzar el mismo fin: poseer aquello que se desea‖ (Constant Benjamin, Citado por Naredo, op cit, P. 122) De esta forma, con el horror de la guerra, se inició el proceso de destrucción de economías naturales en varias regiones del planeta, en aras de la acumulación originaria del mercado monetario.
Para este periodo confluyen varias formas de pensamiento que justifican tanto la teoría económica como las acciones económicas convencionales: La idea mecanicista que atribuye una mayor importancia a las máquinas frente a la naturaleza y los hombres, la idea antropocentrista que asigna al hombre el papel del rey de la naturaleza, con poder para hacer y deshacer sobre ella y la idea euro centrista que atribuye a Europa el papel de superioridad sobre otras razas del mundo. Todo lo anterior reforzado con la idea del racionalismo, con la que supuestamente se actuaría de acuerdo con la verdad. En esta nueva pirámide occidental se sitúan en la parte superior el capital y las máquinas, luego los mandatarios que dirigen las potencias, subordinando las razas de otras latitudes y en el escalón más bajo la naturaleza. Los recursos naturales solo son apreciados en la medida en que contribuyen a los sacrificios en esta nueva pirámide. A partir de las ideas de Benjamín Fkranklin, en 1815 el anglicano inglés Roberth Malthus publicó la teoría demográfica que sostiene que la población crece cuando aumentan los medios de subsistencia y decrece al disminuir la tasa de natalidad por acciones preventivas, o al aumentar la tasa de mortalidad por el hambre o las guerras. En consonancia con lo anterior, la ayuda a los pobres agravaba las diferencias entre la población y medios de subsistencia. A partir de estos postulados predicaba la libre competencia como un medio de la naturaleza para separar los seres humanos débiles y perezosos, de los industriosos y productivos.
El inglés Charles Darwin leyó la teoría de la población de Malthus y después de su viaje marítimo alrededor de las costas de América del Sur, África occidental y Australia y de las reflexiones como naturalista, publicó en 1859 ―El origen de las especies‖. El Darwinismo planteó el postulado de la competencia, en donde sobreviven por un proceso de selección las especies más fuertes y la teoría de la evolución para explicar la variedad y escalamiento de organismos desde las especies inferiores a las especies superiores, hasta llegar al hombre. (Darwin Charles, El origen de las especies. Ed Géminis, 1997) 44 Esta ley de cambio unidireccional, que es tan solo uno de los aspectos tratados por Darwin, alcanzó el éxito que no logró Lamarck, siendo acogida por la dirigencia del establecimiento de ese entonces, para justificar con estos dos conceptos la diferenciación de las sociedades, y el sometimiento de los otros. Esta teoría fue incorporada por la ciencia económica convencional para reforzar el concepto de competencia en los mercados como un fenómeno natural y también para justificar las diferencias entre naciones, estableciendo parámetros de jerarquización de acuerdo a los niveles de mecanización y crecimiento económico. De esta manera las desigualdades estarían dadas por la naturaleza y no por la sociedad, que estaría determinada por las fuerzas del mercado, consolidándose una visión parcelaria y no global de la economía. Para esta misma época, el naturalista alemán Alexander Von Humbolt exploró Centroamérica, los Andes Suramericanos y el Asia Rusa, escribiendo varias obras entre las que se destaca ―Cosmos‖ iniciada en 1845, la cual plantea una concepción organicista que toma distancia frente al mecanicismo al señalar que ―Los órganos se determinan uno a otro (y) el organismo todo es a la vez medio y fin (que) vive tanto tiempo cuanto funcionan las partes al servicio del todo‖ (Humbolt A, ―Cosmos‖ 1845) 45 Señalando además las interrelaciones con la naturaleza inorgánica y la relación entre las diversas disciplinas científicas para una mejor comprensión del mundo.
Entre los programas de investigación de Humbolt y Darwin se impuso en Europa este último con la teoría de la evolución por adaptarse a los intereses dominantes de la época. La idea de la libre competencia como algo natural, ha tenido tal aceptación en el mundo occidental que fue acogida por las escuelas económicas neoclásica y neoliberal. Más no así otros aspectos relacionados con la biología, incluso más importantes para la economía. Tal es el caso de la Ecología, creada como ciencia por el alemán Ernst Hackel en 1880, quien apoyó la divulgación del Darwinismo, pero enfocó su escuela hacia las relaciones de las comunidades de organismos con el medio físico en que se desenvuelven. En 1883 Sergei Podolinski en el ―estudio del trabajo humano y la unidad de la energía‖ redescubrió los nexos entre ecología y termodinámica, revelando la interacción de dos procesos, el uno realizado por las plantas al acumular energía a través de la fotosíntesis y el otro la conversión que hacen los animales de la energía en trabajo que luego es liberada al espacio, llegando a la conclusión de que en la época en donde predominan las primeras se acumulan más Stocks de energía por ejemplo en forma de carbón y a la inversa el predominio de animales tiende a dispersar la energía. (Podolinski Sergei ―El trabajo humano y la unidad de la energía‖) Durante cerca de un siglo la ecología no obtuvo el reconocimiento oficial, por cuanto chocaba y sigue chocando con las ideas dominantes de antropocentrismo, mecanicismo, racionalismo parcelario y con la concepción crematística de acumular riquezas monetarias
En 1960 Withman Rostow, en su libro ―Las etapas del crecimiento económico‖ incorporó el concepto de evolución Darwinista a los sistemas económicos, al hablar de cinco estadios del crecimiento, que inician con las sociedades tradicionales, pasando por el despegue hasta llegar al consumo en masa. De acuerdo a esta conceptualización lineal todas las economías crecen siguiendo la misma evolución hasta llegar a la fase superior alcanzada por los países ―desarrollados‖ o economías ―fuertes‖. En consonancia con este paradigma se cuestionaron como resistentes al cambio una gran diversidad de formas económicas no monetarias o no capitalistas que se oponían a una modernización que apuntaba no solo a destruirlas económicamente, sino a arrancar sus raíces sociales y culturales. Los resultados fueron un desplazamiento masivo de la población del campo, pérdida de saberes ancestrales, crecimiento monetario del PIB y formación de cinturones urbanos de desempleo y miseria en la mayoría de países del llamado tercer mundo. Por esa misma década Konrad Lorenz, quien inicialmente se dedicó al estudio de los animales, en su madurez se interesó por el comportamiento humano y la cultura, ante la destrucción que el hombre hacía del ambiente natural y el círculo vicioso de devastación por la competencia comercial y el rápido crecimiento económico. 46 Con respecto a la cultura y considerando sus perturbaciones a la luz de las enfermedades, lo llevaron a la opinión en que la amenaza principal a la existencia de humanidad era la neurosis colectiva y que los problemas principales con que la humanidad se enfrenta, son los problemas morales y éticos  
El evolucionismo ha estado muy entrelazado al determinismo que sustenta la sujeción a leyes exclusivas, eternas e invariables. Sin embargo las ciencias modernas han encontrado crecientes evidencias de la relatividad de las leyes. Así, por ejemplo, una estrella no va a conservar e irradiar energía eternamente. El sol dejará de brillar en 5.000 millones de años y con el desaparecerán las leyes del sistema solar formuladas por Kepler. En un planeta donde no haya ninguna forma de vida, no existen las leyes de la biología. En años recientes, la teoría evolucionista ha sido cuestionada desde la misma perspectiva biológica. La microbióloga Lynn Margulis planteó en 1981 que la célula que apareció hace 2000 millones de años para convertirse en la base de todas las plantas y animales, no fue el resultado de una mutación genética, sino de una simbiosis. No fue producto de una brutal competencia por la supervivencia del más apto, sino de la cooperación.. Las cianobacterias, expelieron residuos de oxigeno en tal magnitud que provocaron su propio holocausto, obligándolas a aceptar en su interior otros organismos que les permitieran desarrollar su capacidad para sobrevivir usando el oxígeno como fuente energética. (Margulis Lynn y Dorion Sagan. Microcosmos. NY Summit Books. 1986) 47 Después de analizar otros casos de realimentación simbiótica, entre ellos el cuerpo humano, Margulis ―llega a la conclusión de que, aunque nos consideramos seres autónomos, somos –desde el cerebro a los pies- una compilación de microbios eslabonados por cooperación simbiótica. De hecho toda vida es una forma de cooperación, una expresión de la realimentación surgiendo del flujo del caos‖ En 1986 Roberth Agros y George Stanciu en su libro ―La nueva biología‖, cuestionaron que el Darwinismo que aplicó el método reduccionista cartesiano de separar el todo en sus partes, visualizando plantas y animales individuales en competencia por sobrevivir. Estos autores, después de analizar diversas especies animales, llegan a la conclusión de que la mayoría no luchan a muerte con ―dientes y garras‖ , sino que interactúan con el medio ambiente y entre sí, de un modo no competitivo sino cooperativo manteniendo un tamaño natural, definido por unos nichos, unas habilidades, unos territorios, como lo tiene un organismo individual. 48 ―La naturaleza sabe que en la lucha, se pierde tiempo, se gastan energías, se arriesgan lesiones innecesarias, y no tiene ningún sentido‖. El intelectual ruso Petr Kropotkin escribió ―Si preguntamos a la naturaleza quienes somos los más aptos, si los que continuamente guerrean entre sí, o los que se respaldan mutuamente, vemos de inmediato que los animales que adquieren hábitos de socorro mutuo, son indudablemente los más aptos‖ 
La cooperación no es solo entre seres vivos, sino entre estos y lo materiales inertes. El científico Lovelock, al analizar la composición de gases de la tierra, ha postulado que hay un sinfín de mecanismos biológicos que permiten una homeostasis o situación estable de la tierra. Un ejemplo de ello es el plancton, microorganismo oceánico que emite un gas sulfuroso a la atmósfera posibilitando la formación de nubes que reflejan hacia el espacio la luz solar evitando el calentamiento del planeta. El plancton opera así como un termostato para mantener la temperatura terrestre dentro de ciertos niveles. El científico de sistemas Erich Jantsh, retomando las ideas de Margulis, Lovelock y McClintock, escribió que ―La historia de la vida en la tierra expresa la coevolución de macro y microsistemas autoorganizativos en grados cada vez mayores de diferenciación. Aquí vemos una espiral de coevolución donde cambios en pequeña escala crean cambios en gran escala y viceversa.‖ (Jantsh Erich, ―The self-organizing universe‖, 1980) Así la hipótesis Gaia, que considera la tierra como un gran ser viviente, va ganando creciente aceptación en el ámbito mundial. Las teorías coevolucionistas o de morfogénesis, han demostrado un mayor poder explicativo y predictivo que la teoría evolucionista, la cual ha venido cediendo terreno, entrando a formar parte de casos particulares en la biología.
De manera que la ideología evolucionista aplicada para justificar la libre competencia generalizada y la sujeción de todas las economías ―no desarrolladas‖ a unos modelos de crecimiento económico considerados como evolucionados, va perdiendo su asidero en el mismo campo de la biología donde se originó. La idea sostenida por Rostow sobre las etapas del crecimiento se vuelve insostenible a la luz de los recursos disponibles, pues si todos los países asumieran el derroche de consumo energético de Estados Unidos, el sistema económico mundial se volvería inviable en un lapso no muy largo de tiempo. Tenemos que la distribución de los recursos naturales y los ingresos monetarios no es un hecho objetivo o natural, sino que depende de factores subjetivos de carácter social, psicológico e  institucional. La producción tal como está concebida encubre el control de la información, la ciencia y la tecnología para la apropiación de materias primas renovables y no renovables, por parte de pocos. Y también la degradación del ambiente con la desertificación de tierras, contaminación de aguas y polución del aire, en aras de una supuesta evolución hacia progreso. La crisis energética en el inicio de los años setenta fue un primer campanazo de alerta acerca de la sostenibilidad de los sistemas económicos. Llamaron la atención sobre el problema, el ―Manifiesto para la supervivencia‖, la conferencia de las Naciones Unidas en Estocolmo y el informe del Club de Roma sobre los límites del crecimiento. En este último, realizado en 1971 bajo la dirección del profesor Dennis Meadows, a partir del análisis mundial de cinco variables como son la población, los recursos naturales, el capital, la producción industrial y la contaminación ambiental, expresó el mensaje de crear conciencia a partir del problema central ―de la capacidad del planeta en que convivimos para hacer frente, mas allá del año 2000 y bien entrado el siglo XXI, a las necesidades y modos de vida de una población mundial siempre creciente, que utiliza a tasa acelerada los recursos naturales disponibles, causa daños con frecuencia irreparables al medio ambiente y pone en peligro el equilibrio ecológico global – todo ello en aras de la meta del crecimiento económico, que suele identificarse como bienestar‖ (Meadows D, ―Los límites del crecimiento‖ Informe del Club de Roma Ed. FCE, 1982, pág. 11.) La intensificación de los conflictos bélicos de los años setenta de los principales Gobiernos de occidente con los árabes, de los ochenta con Irán y de los noventa con Irak en torno al petróleo, es una expresión de la crisis del sistema económico basado en Stocks de recursos no renovable y en general de un sistema de crecimiento mecánico que marginó la economía orgánicabiológica en aras del paradigma industrializante y contaminador. 
Hemos visto que los modelos económicos tradicionales prescindieron de los recursos bióticos y abióticos libres y abundantes que no son apropiados y valorados en términos monetarios. En contraposición, los nuevos desarrollos de la biología también ponen en entredicho el concepto de escasez, pues desde la nueva óptica lo útil es más abundante y la vida biológica se nutre de bajos niveles de entropía, de manera que sobre esta base la economía no sería la ciencia de la escasez como la denominan lúgubremente los economistas ortodoxos, sino por el contrario la ciencia de la abundancia. Dado que los seres vivos no son independientes del medio abiótico, desde una óptica energética, habría que construir un sistema económico que distinga los Stocks renovables sobre la corteza terrestre y los no renovables depositados en la corteza terrestre, de los flujos renovables provenientes de la energía solar, que es la fuente primaria de toda energía sobre la tierra. En el ámbito de la economía aplicada, el geógrafo colombiano Ernesto Guhl destaca que se está generando una tendencia mundial que plantea la reducción del consumo de materia y energía por unidad de producción, para satisfacer las necesidades de la población de una manera sostenible. Se propone ―adelantar un proceso de desmaterialización de la economía con base en mejores diseños, en la investigación y desarrollo de procesos industriales mas eficientes, en términos de consumo de recursos y en el desarrollo de equipos y de bienes de bajo impacto ambiental. Los estudios realizados sobre el tema han utilizado el concepto de Demanda Total de Materiales (DTM) de una economía que se define como el total de flujos de recursos naturales primarios y los flujos indirectos que ellos implican, tanto locales como importados, incluyendo las alteraciones deliberadas del paisaje.
La DTM también es una medida de la presión que ejerce la economía sobre el medio ambiente.‖ (Guhl Ernesto ―Ciencia, tecnología y sostenibilidad‖ En revista Innovación y ciancia. Vol XI, No 3, 2004)
Aunque economía y ecología tienen la misma raíz Oikos que significa casa, en este caso nuestra aldea global, las dos disciplinas han permanecido divorciadas y apenas comienzan a establecer diálogos que pueden ser bastante creativos y productivos. La interrelación de las categorías biológicas, físicas y económicas requieren un enfoque sistémico u holístico que permita establecer la naturaleza heterogénea de sus elementos, sus interacciones no lineales y las características de los procesos que operan no en sistemas cerrados, sino abiertos. El reto es grande porque deben integrarse las concepciones de un sistema económico cerrado, autónomo y equilibrado con un sistema ecológico abierto, dependiente y desequilibrado. La microbióloga norteamericana Lynn Margulis declara en oposición a la libre competencia, que para sobrevivir a la crisis ecológica y social causada por la codiciosa interferencia, quizá tengamos que iniciar empresas cooperativas drásticamente nuevas. Poco a poco se ha creado una conciencia gradual, en los campos teórico, institucional, empresarial y social para crear sinergias de retroalimentación positiva entre economía y medio ambiente. Como conclusión, se observa que buena parte de la historia de la humanidad se caracteriza por una concepción orgánica biológica del mundo, la cual comenzó a ser sustituida a finales del siglo XVIII con la irrupción de la revolución industrial y la consolidación del paradigma mecanicista. En este ámbito se consolida la ciencia economía ortodoxa, la cual es reconocida por el establecimiento, al confluir en su interior el desplazamiento de la naturaleza como productora de riqueza, asignando al trabajo y posteriormente al capital una productividad y poder de producir. De lo biológico, se articulan a la economía los conceptos de libre competencia y evolución, los cuales justifican desde una óptica natural procesos sociales de diferenciación y subordinación y procesos de degradación ambiental.  
El pensamiento moderno marginó la concepción integral de la naturaleza expuesta por Humbolt, desarrollada en la ecología por Hackel y en sus relaciones con la termodinámica por Podolinski y otros autores. Después de mucho tiempo de ostracismo han vuelto a salir a la luz pública para complementar la nueva biología que está demostrando al mundo la parcialidad de la teoría predominante, dejando sin piso los conceptos de competencia y evolución, bases centrales de las escuelas económicas tradicionales y posibilitando la consolidación de nuevas formas económicas a partir de criterios de convivencia y solidaridad. De lo visto hasta este capítulo se desprende que la economía puede abordarse desde perspectivas mucho más amplias que la de la simple maximización de las utilidades que hizo de la economía una ciencia sombría. Pues ya hemos visto que las ciencias económicas se pueden apreciar desde la óptica de la física, la matemática, la biología y el humanismo con una gran variedad de posibilidades. Se requiere en consecuencia una transformación de las ideas predominantes y un cambio en el enfoque de la investigación económica.

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 Ver: http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/jevons/mathem.txt 32 Walras Leon: Ver http://www.ish-lyon.cnrs.fr/labo/walras/Ouvrages/oeuvreswalras/oeuvres.htm 33 http://www.uqac.uquebec.ca/zone30/Classiques_des_sciences_sociales/classiques/walras_auguste/memoire _origine_valeur/memoire_origine_valeur.html 
 4 Ver http://scienceworld.wolfram.com/biography/CarnotSadi.html 35 Ver http://cepa.newschool.edu/het/profiles/cournot.htm 36 . Ver http://www.econlib.org/library/YPDBooks/Jevons/jvnCQ.html 37 La primera ley de la termodinámica fue establecida por Julius al considerar el calor como una forma de energía. La tercera ley de la termodinámica enunciada por Nernts en 1889, plantea que la entropía de todas las sustancias en el cero absoluto puede considerarse que es cero.
  Ver: http://www.physicsdaily.com/physics/Second_law_of_thermodynamics 39 A manera de líneas discontinuas, por ejemplo cuando observamos la recarga de los celulares
40 Ver http://cepa.newschool.edu/het/profiles/samuelson.htm 41 Esta corriente ya venia con la escuela de Salamanca y los monetariastas ―tempranos‖ Bodin, Locke, Thornton, Newcomb, Fisher, Laughlin, Simons, Angell, Rueff y Currie y luego por la Escuela de Chicago encabezada por Friedman, Schwartz, Cagan, Phelps, Brunner, Meltzer, Laidler, Johnson y Lucas
Ver http://members.shaw.ca/compilerpress1/Anno%20Friedman%20Positive.htm
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http://nobelprize.org/medicine/laureates/1973/lorenz-autobio.html

Margulis L, Ver http://www.biologydaily.com/biology/Endosymbiotic_theory 48 Augros y Stanciu, Ver: http://66.201.42.16/viewitem.php3?id=81&catid=80&kbid=ionsikc 49 http://www.uh.edu/engines/epi720.htm
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http://www.fce.unal.edu.co/media/files/CentroEditorial/catalogo/Libros_Digitalizados/A_Dialogos_Economia_Otras_Ciencias.pdf
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https://notistecnicas.blogspot.com/2018/11/lynn-margulis-la-cientifica-rebelde.html?fbclid=IwAR08jE03MkR_83LmAImh1nlPuAobGjSm6PhR3A6-7_Ia_6iHAt-xg8iQQt8