Economía y clima
Una de las críticas más habituales que recibimos los
economistas es la de ser “economicistas”. Nunca he entendido muy bien
qué quiere decir este concepto pero normalmente está relacionado con la
suposición que todos los economistas no heterodoxos son partidarios del
libre mercado estilo oeste americano. Nada más lejos de la realidad. De
hecho los libros más ortodoxos de principios de economía suelen tener un
capítulo sobre mercados perfectos y el resto de capítulos sobre fallos
del mercado y mecanismos para resolverlos. Los trabajos de William
Nordhaus, premio Nobel de economía 2018, son un claro ejemplo de que los
economistas tienen preocupaciones que desbordan una visión simplista de
la economía. Desde los años setenta Nordhaus ha trabajado en la
integración del cambio climático en modelos de desarrollo económico.
Estos modelos además de las variables económicas clásicas (PIB,
población, capital, etcétera) incluyen la emisión de CO2o el
aumento de la temperatura y del nivel de mar. De hecho la importancia de
los factores climatológicos en sus modelos económicos le valió a
Nordhaus este mismo año la consecución del Premio Fundación BBVA
Fronteras del Conocimiento, un predictor cada vez más acertado de los
Nobel, pero en la categoría de Cambio Climático.
El problema fundamental en el caso del cambio
climático es que cuando las empresas producen no tienen en cuenta las
externalidades que generan en forma, por ejemplo, de emisión de CO2, pues no son parte de sus costes. Los modelos elaborados por Nordhaus permiten poner un precio a las emisiones de CO2que
haga que las empresas internalicen este coste que imponen en la
sociedad, siguiendo el principio de “quien contamina paga”. Nordhaus
duda de la efectividad de acuerdos como el de París, y plantea como una
solución mejor el gravar las emisiones de CO2para incentivar
la inversión en energías renovables. Desgraciadamente durante muchos
años el mercado de derechos de emisión de CO2ha estado
oscilando entre los 5 y los 7 euros por tonelada cuando el precio que
Nordhaus consideraría adecuado sería entre 30 y 40 euros. Como si de una
premonición se tratara, desde que le concedieron el Premio Fronteras en
enero hasta ayer, el precio de las emisiones en el mercado europeo ha
subido de 7 a 21 euros. Nordhaus siempre ha dado gran importancia a la
calidad de la información estadística y la integración de datos
provenientes de las más diversas disciplinas. Esta preocupación le llevó
a participar en el Comité de Estadísticas Nacionales de la Academia
Nacional de Ciencias de Estados Unidos y ser el primer presidente del
Comité de Estadísticas Federales de la Asociación de Economistas
Norteamericanos. En esta línea se inserta su propuesta de integrar los
factores medioambientales y actividades fuera de mercado (congestión de
tráfico, crimen, etcétera) en un nuevo sistema de cuentas nacionales
para ajustar las medidas tradicionales de bienestar y productividad. En
conclusión, el clima es importante… y los economistas lo saben.
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