Revisando indicadores que quieren completar el PIB o substituirlo, para
mejorar el que realizo el economista estadounidense Simon Kuznets en
1929, como método de contabilidad nacional, para recoger en una única
cifra la producción económica de los países para que los Gobiernos se
sirvieran de ella para la planificación económica, entonces
explícitamente se dijo que era una medida económica, no de bienestar,
este indicador ,no se si no evoluciono
por la dificultad de la tarea o porque no intereso, o porque hasta hace
poco no era urgente o necesario.
-
Me sorprende que en las actuales
propuestas el indicador que para mi debería ser prioritario, la
valoración de los científicos que cada pais apoya para que la ciencia
avance, no este en los primeros lugares y en otras propuestas ni
aparece. Si alguien ha conseguido mejorar el mundo han sido los
investigadores que han desarrollado nuevos productos,nuevos materiales,
que han descubierto fármacos para alargar la vida de los 65 a los 80,
que han conseguido nuevas técnicas, métodos y productos para alimentar
la población creciente, los avances en la carrera espacial y un largo
etc. Si hay un factor que diferencia a los paises, son los que están
dirigidos por politicos que son pesimos gestores de la economia del pais,sin nociones para implementar una politica industrial, con pocas ideas para rear nuevas empresas punteras,ni
de fomentar la investigación, son paises que van a remolque,copian, o subsisten sin
crear nada viviendo de sus recursos naturales, alguno del turismo,
algunos en el peor de los casos destruyen su PIB.
Por contra los paises
avanzados, numero 1 en innovación como Suiza, n 1 en F.Profesional como
Alemania y Suiza, o como EEUU en la listas de paises con mas
investigadores , científicos, proyectos y publicaciones.
Ahora China
después de sus décadas de copia y de transferencia tecnología, esta ya
en segundo lugar.
-Alrededor del 80% de nuestras economías hoy consisten en servicios en cuya medición el PIB resulta totalmente inadecuado. Por ejemplo, ¿cómo distingue esta cifra entre una comida buena y una mala, o entre un tren japonés rápido y eficiente y uno estadounidense lento e ineficiente? La respuesta es que no puede.
-
En 1966, el filósofo y economista estadounidense Kenneth Boulding creó dos conceptos: la “economía del vaquero” y la “economía del astronauta”. En la primera, con una población reducida y unos recursos infinitos, lo único racional que se puede hacer es maximizar la producción. No vale la pena que los modelos económicos tengan en cuenta las limitaciones del entorno, ya que los recursos naturales son prácticamente inagotables y la capacidad de dañarlos está limitada por el reducido número de habitantes.
En la economía del astronauta, por el contrario, la población y la presión sobre el medio ambiente son mucho mayores. En un mundo así, puede que maximizar la producción no sea la mejor expresión del éxito económico. Ese es el mundo en el que vivimos. No necesitamos producir más y más discos compactos, puesto que podemos descargar tanta música como queramos sin que tenga prácticamente ningún impacto en nuestro entorno natural. Tampoco necesitamos seguir en la carrera por la producción física ilimitada obedeciendo a una definición errónea del crecimiento económico.
-
- https://repositorio.comillas.edu/rest/bitstreams/139132/retrieve?fbclid=IwAR2W1Ej0PAFZbH4-gko5_SD6_NK89KXgQspYCeMWqdiFNRxtydvMMmZAzYQ
- https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/21583/TFG-E-240.pdf;jsessionid=6060F04515D184EA79069D56A3A7838C?sequence=1&fbclid=IwAR2mgXgfHT3nhZ0BNNT_QOJJbF3VdaTWRGCthWFwcCpy2bUDdL0lFGU9HXc
- https://civismo.org/wp-content/uploads/2019/02/esfuerzo-fiscal-sumergida.pdf?fbclid=IwAR343tAme8MOrXYgTGRxhN4FuNRR9QAyArfSVwOVYQZz9jwjvPkiGnZ2w_s
El PIB no mide la felicidad
Nueva Zelanda reorienta el presupuesto nacional a la búsqueda del bienestar de la población
- https://elpais.com/elpais/2019/07/18/opinion/1563473661_312734.html?fbclid=IwAR3fQ8SfKn0nHGXjPqkZrK_tetja2j_8QWwHPirEH08qBjpK1NOO9dU8wSA
De estas listas me extraña, que hay paises que han aportado desarrollo, investigadores,cientificos, premios nobel, médicos y farmacéuticas que han curado enfermedades, están en una posición baja.
- https://www.icpd.info/
Cómo medir de forma más justa la economía
Un grupo de expertos pide usar otros indicadores al margen del PIB para reflejar de forma más precisa el bienestar, el impacto medioambiental y la desigualdad
Un mundo nuevo emerge inexorable. Mientras el viejo se resiste a
desaparecer. La idea del crecimiento a toda costa que caracteriza el
modelo económico actual se está poniendo en entredicho tanto por la
comunidad científica, como por los organismos multilaterales y algunos
Gobiernos. La Gran Recesión dejó tras de sí un reguero de desigualdad
que el aumento de la actividad productiva posterior no ha sido capaz de
eliminar; el calentamiento global agrieta el planeta construyendo un futuro cada vez más preocupante para las nuevas generaciones,
mientras la tecnología que permite minimizar estos dos lastres ya está
operativa aunque probablemente su impacto no está llegando todo lo lejos
que debiera ni se sabe cuantificar con precisión. Los ciudadanos se
quejan. Aumentan las revueltas, los conflictos, el descontento.
Y los partidos populistas se hacen fuertes en unas sociedades cansadas
de que sus Gobiernos pongan la economía como el fiel de la balanza en
vez de su bienestar. Cansadas de que siempre ganen los mismos.
-
-
Este es el escenario que ha puesto sobre la mesa el debate sobre si
el producto interior bruto (PIB), la herramienta estandarizada para
medir la riqueza de los países, es el indicador adecuado para evaluar su
progreso o si se necesita otro más vinculado a la calidad de vida para
que los Gobiernos elaboren sus cuentas y tomen las mejores decisiones de
gasto. Una discusión que ha estado presente esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
está liderando la corriente que antepone las personas a los números. “El
crecimiento medido como producción y consumo nos está costando muy
caro”, sostienen en la dirección del organismo. “No podemos utilizar el
PIB como único indicador de progreso económico porque nos ha llevado a
muchas distorsiones, como al incremento de la desigualdad en todos los
países de la OCDE”.
La organización liderada por Ángel Gurría abandera la corriente del
crecimiento incluyente, una formulación más sofisticada, que se basa en
establecer como parámetro fundamental el bienestar de las personas en
términos de ingresos disponibles, de acceso a la educación, la salud,
las infraestructuras, la certidumbre en el trabajo o el empleo de
calidad, entre otras variables. “Tenemos que evaluar las inversiones
públicas y privadas con arreglo a una especie de checklist que indique
los recursos naturales que se van a perder al realizarlas o si van a
apoyar al desarrollo de las comunidades. Hemos elaborado un marco de
crecimiento inclusivo en el que decimos a los países que no vamos a
renunciar al PIB porque es una medida internacional estandarizada, pero
hay que complementarla con otros indicadores para que sus gobernantes
tomen las decisiones en el marco del crecimiento inclusivo y puedan
modificarlas en términos de impuestos, gastos o de productividad en
función de cómo le estén afectando a la gente”, señalan desde la OCDE.
Experimento
Nueva Zelanda es el primer país que ha abandonado la doctrina del crecimiento económico a cualquier precio.
En mayo pasado su primera ministra, la laborista Jacinda Ardern,
presentó los denominados presupuestos del bienestar. Unas cuentas que,
por primera vez, han puesto el foco en intentar atajar los problemas más
acuciantes de sus casi cinco millones de habitantes: la salud mental de
la población, la lucha contra la pobreza infantil, el apoyo a las
comunidades indígenas, la transición a una economía baja en emisiones y
el impulso de la innovación, explica Nigel Fyfe, embajador de Nueva
Zelanda en Madrid.
Para ello ha puesto sobre el papel 25.600 millones de dólares
neozelandeses (unos 15.000 millones de euros) para los próximos cuatro
años y ha confeccionado el llamado Marco de Condiciones de Vida, donde
se analizan esferas del bienestar como medio ambiente, salud, vivienda,
identidad cultural, ingresos, consumo, empleo… “para asesorar a los
Gobiernos” sobre cómo sus compromisos políticos “pueden afectar las
condiciones de vida de toda la población”. La mitad del gasto se
destinará a las prioridades sociales. Los nuevos medidores todavía no
han dado frutos. Lo mismo que las políticas. “Necesitamos más tiempo,
pues ambos son a largo plazo. Lo importante es que hemos hecho el
cambio”, indica Fyfe.
Aunque se ha aprobado una partida de 455 millones de dólares
neozelandeses (271 millones de euros) para la puesta en marcha de un
nuevo sistema de salud mental y reforzado con 40 millones el sistema de
detección de suicidios, así como implementado 1.000 plazas para alojar a
indigentes. El Gobierno mostrará la evolución de los indicadores cuando
se cumpla un año del presupuesto, a medida que las disputadas
elecciones generales, que se celebrarán este año, se acerquen. Porque
las variables de análisis de impacto, su semáforo de medición, es una
pieza clave para orientar las prioridades del gasto.
-
-
Nueva Zelanda ha abierto la brecha, sostiene Diego Isabel La Moneda,
director de NESI (Fundación Nueva Economía e Innovación Social), una
organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es contribuir a cambiar el
modelo económico para hacerlo más humano y sostenible; pero otros dos
Gobiernos, el islandés y el escocés, están trabajando en ello a través
de la Wellbeing Economy Alliance (WeAll), un laboratorio de políticas
innovadoras destinadas a mejorar el bienestar más allá del PIB. En él
participan los tres Ejecutivos y más de 60 organizaciones civiles
internacionales, entre las que figura NESI.
-
-
Porque, según Isabel La Moneda, hacen falta nuevos indicadores que
estén al servicio de las personas y del planeta. “El PIB no sirve para
tomar decisiones sino para que los países compitan entre sí”, aprecia.
En su opinión, la propia ciudadanía tendría que participar en la
decisión de la suma de marcadores que evalúe su calidad de vida y su
progreso. Variables no solo cuantitativas sino cualitativas y que no
tendrían que ser las mismas para todos los países.
-
-
Es la idea alentada por la OCDE, “porque con nuestro arsenal de
análisis económico no estamos capturando los intangibles, que son
precisamente los que generan confianza entre la ciudadanía”, sostiene.
También por el Banco Mundial, que ha incorporado en su recién presentado su barómetro de desarrollo humano un nuevo índice de movilidad social.
-
-
El Premio Nobel de Economía de 2001, Joseph E. Stiglitz, es el adalid
de la corriente que cuestiona el PIB por sus limitaciones como
indicador de progreso. “Si solo nos concentramos en el bienestar
material (por ejemplo, en la producción de bienes, más que en la salud,
la educación y el medio ambiente), nuestra
visión se vuelve distorsionada [...]. Nos volvemos más materialistas”,
escribía en este periódico, en su artículo Más allá del PIB, hace poco
más de un año. A su juicio, las métricas inadecuadas han llevado a
políticas ineficientes, como la austeridad obsesiva tras la crisis, que
hubiesen podido reconducirse con otros medidores. “Es hora de retirar
los indicadores como el PIB”, ha escrito más recientemente en The
Guardian, a la vista de las tres crisis a las que se enfrenta el mundo:
la climática, la de la desigualdad y la de la democracia. “Si medimos lo
incorrecto, haremos lo incorrecto. Y debe quedar claro que, a pesar de
los aumentos en el PIB, a pesar de que la crisis de 2008 se dejó muy
atrás, no todo está bien. Vemos esto en el descontento político que se
propaga por tantos países avanzados”.
-
-
Porque el crecimiento ahora es muy limitado en los países
desarrollados y la productividad no está aumentando como cabría esperar
con el avance tecnológico. El modelo se agota. El debate no es nuevo,
resurge cada cierto tiempo, explica Jesús Fernández-Villaverde, profesor
de Economía de la Universidad de Pennsylvania, desde que, como
respuesta a la Gran Depresión de 1929, el economista estadounidense Simon Kuznets,
el inventor de la contabilidad nacional, crease el PIB para recoger en
una única cifra la producción económica de los países para que los
Gobiernos se sirvieran de ella para la planificación económica.
“Entonces explícitamente se dijo que era una medida económica, no de
bienestar. Pero a la gente se le va olvidando e iguala PIB con
bienestar”. Y ahora vuelve a reaparecer otra vez de la mano de Stiglitz y
de la OCDE. El problema —sostiene— es que no está tan claro lo que hay
que medir y qué peso se le da a cada variable, pues para algunos es más
importante la educación y para otros la salud; hay quien quiere poner el
foco en la igualdad y quien en la esperanza de vida. Es una cuestión de
valores y no hay unos mejores que otros.
-
-
Los indicadores subjetivos dan miedo y la mitad de los que evalúan el
bienestar social lo son, opina el exalcalde de Paraguay y creador de la
Fundación Paraguaya, Martín Burt, que ha confeccionado un tablero de
decisión basado en 50 variables para que el ciudadano pueda elaborar a
través de una herramienta online su plan personal para salir de la
pobreza. Y provocan temor entre otras cosas, dice Fernández-Villaverde,
porque los políticos los pueden distorsionar. “El PIB no es perfecto,
pero es el mejor de los sistemas existentes”, sostiene.
El profesor es partidario de añadir métricas a las existentes, pero
no participa de la idea de encontrar un agregado único de todas esas
variables. “Me parece muy bien reportar cada vez más números, aunque
creo que el súper PIB que intenta encontrar Stiglitz vaya a poder ser.
Entre otras cosas porque muchos indicadores sociales se revisan con una
frecuencia muy baja”, añade.
-
-
“Uno de los elementos más importantes de la discusión es si se va a
tratar o no de un menú de indicadores o si se van a integrar en uno
solo. No soy muy amiga de presentar un indicador agregado porque oculta
muchas cosas”, apoya Nora Lusting, profesora de la Universidad de Tulane (EE UU).
-
-
Las limitaciones más importantes del PIB son que deja fuera el
trabajo doméstico, —que tiene su peso social por cuanto condiciona la
igualdad de género— y que no considera el daño ambiental sobre la deuda y
los activos financieros, que arrojaría un menor crecimiento económico
si lo hiciera, aprecia Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis
Internacional de Funcas. El medio ambiente es precisamente donde se
detectan por primera vez los cinco mayores riesgos globales, según el
Foro Económico Mundial que se ha reunido esta semana en Davos. En la
localidad suiza el consejero delegado de S&P Global, Douglas L.
Peterson, ha señalado que el PIB no recoge tampoco la economía sumergida
o la evasión de impuestos, que en muchos países pueden representar
hasta el 35% del PIB. Pero es un indicador crítico para las decisiones
de inversión, dijo.
-
-
Otros barómetros como el coeficiente Gini, estándar mundial para calcular el grado de desigualdad de los países, tienen grandes fallos, indica Lusting.
“No se está captando bien el ingreso de los ciudadanos y por eso no
sabemos cuál es el grado de desigualdad real y cómo evoluciona.
Necesitamos las declaraciones anonimizadas de impuestos para calcularlo.
Pero solo el Gobierno de Uruguay facilita esta información”, explica.
Además, todos indicadores de desigualdad usan la desigualdad relativa,
cuando las diferencias absolutas son las que crecen.
-
-
Los nuevos marcadores del progreso han de reunir al menos tres
ingredientes, en opinión de Bruno Lanvin, director de Índices Globales
de la escuela de negocios Insead: detectar el sentimiento de la gente,
que se puede medir a través de su comportamiento; ser dinámicos para
poderse comparar en el tiempo y, lo que es más complicado, incorporar
los objetivos de la sociedad, que no son los mismos en Occidente que en
los países en desarrollo, ni en las ciudades que en las zonas rurales.
Según Lanvin, los economistas que confeccionan índices los están
revisando actualmente por el avance de la tecnología, del big data, y
por el factor humano.
-
-
“Nos movemos de una economía tradicional a una economía digital y
debemos introducir variables digitales en los indicadores. El acceso a
la tecnología puede ser uno de los primeros elementos de exclusión
social. Hay que repensar los índices”, opina Antonio García Zaballos,
asesor de telecomunicaciones del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID). “Debemos dar respuestas a los políticos, que necesitan evaluar el
progreso ciudadano cuando el crecimiento del PIB es bajo como hoy, e
identificar nuevas fuentes de expansión”, dice Lanvin.
-
-
La UE busca fórmulas para que cuando se mida el crecimiento económico
no se pierda de vista el bienestar. El Fondo Monetario Internacional
también habla de ello. El examen que pasan los países europeos incluye
también el análisis de un conjunto de indicadores laborales y sociales, a
los que la Comisión Europea planea incorporar objetivos medio
ambientales, como el Banco Central Europeo. Los ministros de Economía de
la UE han discutido cómo fortalecer los vínculos entre la política
económica y las decisiones en materia de calidad de vida. En la reunión
en el consejo de esta semana han debatido las políticas que ve
prioritarias para 2020: la sostenibilidad, la productividad, la
estabilidad económica y la justicia social. Pero a pesar de ese
esfuerzo, el nivel de exigencia con las políticas sociales no es tan
estricto como en la esfera de las finanzas públicas, informa Lluís
Pellicer. Al fin y al cabo, el PIB sigue mandando.
Gabriela Ramos (OCDE): “A los poderes fácticos no les gusta un análisis más allá del PIB”
La globalización ha sido una fuente de gran progreso, de integración y
avance tecnológico, pero también una fuente de gran desigualdad”. El
40% de los países miembros de la OCDE no han visto mejorar sus ingresos
disponibles durante las dos últimas décadas, sostiene Gabriela Ramos
directora de gabinete y sherpa de este organismo. Ante este agotado
modelo, la OCDE ha desarrollado un marco de indicadores de bienestar,
donde los intangibles ocupan un lugar muy destacado para dar con una
radiografía clara de la situación de la gente. La OCDE lleva 10 años
trabajando en su índice de bienestar en el que se incluyen temas
redistributivos y el impacto del medio ambiente, “pero existen muchos
intereses creados que quieren seguir maximizando los beneficios y muchos
poderes fácticos a los que nos les interesa este análisis más allá del
PIB”, sostiene la mano derecha de Ángel Gurría, presidente de esta
organización.
Pregunta. ¿Cuándo cree que podría estandarizarse el indicador de bienestar?
Respuesta. De momento, nuestro índice está en la web
de la OCDE pero con variables no ponderadas porque somos una
organización cautelosa. El primer paso ha sido construir el marco basado
en condiciones materiales, de calidad de vida y de sostenibilidad, que
pondera la gente, para ver cómo se refleja el bienestar de los distintos
grupos de población. No en promedio, pues los promedios revientan la
comprensión del entorno y hacen ineficientes las políticas públicas. Y
queremos que en un futuro sea igual de útil de lo que ha sido el PIB
para poder reemplazarlo. Pero necesitamos decidir cómo ajustar a las
cuentas nacionales el impacto ambiental, cómo se traduce en menor
crecimiento y prosperidad, y cómo contabilizar la falta de confianza de
la gente en las políticas económicas.
P. ¿Qué países apoyan esta iniciativa?
R. Sobre todo de Europa. Dinamarca, Holanda, Suecia,
Finlandia, Noruega, Francia y el Gobierno de España también. Pero es
Nueva Zelanda quien ha saltado de la reflexión intelectual a hacer una
definición distinta del desarrollo para beneficiar con sus presupuestos a
la población más vulnerable e invertir donde más se necesita. Un
presupuesto basado en el bienestar eleva automáticamente la eficacia de
las políticas públicas.
P. ¿Esperan que se convierta en un indicador agregado como el PIB?
R. Debería serlo con el tiempo. Pero de aquí a que
lleguemos, me conformaría con que los ministros de finanzas considerasen
el impacto ambiental y social a la hora de implementar sus decisiones.
Porque seguimos con la narrativa de que el crecimiento económico
funciona en todas las esferas. Se ha vuelto el objetivo último en vez
del fin para conseguir el bienestar de la gente, que no hemos logrado. Y
ver las cosas por compartimentos tiene sus desventajas: el aumento del
populismo, de los nacionalismos, la falta de apoyo multilateral… Es el
resultado de una sociedad enojada. Y eso trae fractura social, que no es
buena para el crecimiento.
P. ¿Cómo pueden las instituciones recuperar la confianza y atajar el auge de los populismos?
R. La confianza social en los países de la OCDE está
tan baja porque la gente percibe que el crecimiento económico ha sido
injusto y que las autoridades no han cumplido. En la medida en que se
empiecen a producir los reequilibrios se recuperará. Es el momento de
intervenir para no permitir que se imponga la ley de la selva con
mercados fuera de control. La mayoría de los países están pensando cómo
hacerlo, el problema es que otros están en manos de liderazgos
populistas, elegidos legítimamente, que toman decisiones totalmente
opuestas. Hay que tener mucho cuidado. Es un tema de resultados y las
políticas actuales ni siquiera han tenido impacto positivo en el
crecimiento.
Otros articulos
Metodologia para medir la sostenibilidad
- file:///C:/Users/morat/AppData/Local/Packages/Microsoft.MicrosoftEdge_8wekyb3d8bbwe/TempState/Downloads/articulos_4-12%20(1).pdf
Medir el bienestar
-El PIB y su grave error de
cálculo
-El PIB no mide la felicidad
https://elpais.com/elpais/2019/07/18/opinion/1563473661_312734.html?fbclid=IwAR3fQ8SfKn0nHGXjPqkZrK_tetja2j_8QWwHPirEH08qBjpK1NOO9dU8wSA
- https://elpais.com/elpais/2019/02/01/ideas/1549019762_629559.html?fbclid=IwAR2Ip-T6j4tEmmTQFZn14CMezQpuJapjZuiLFJ4HqHoWMuyc_CmJzNpQIKg
- https://economiadelbiencomun.org/grandes-empresas-proponen-reformar-el-capitalismo/
- https://alternativasalsistema.wordpress.com/2011/02/19/el-pib-y-sus-limitaciones/?fbclid=IwAR2mKhPakM9q4tPJygS-fPLKyyKPVKJ5BSBTrPv2tgQosmkPOgE2G_ynILg
- https://alternativasalsistema.wordpress.com/2011/02/19/el-pib-y-sus-limitaciones/?fbclid=IwAR2mKhPakM9q4tPJygS-fPLKyyKPVKJ5BSBTrPv2tgQosmkPOgE2G_ynILg
- https://www.weforum.org/agenda/2020/01/the-path-to-stakeholder-capitalism-requires-something-basic-decency?fbclid=IwAR1ZihDdw5oGAE7M1n8BEEkKpvJum3HIqmGQAsz4fzT2ks7La38PeYvmfMk
- https://elpais.com/economia/2020/01/24/actualidad/1579870950_561660.html?fbclid=IwAR2kht29C1byVJlp7qpQu9MHsyVBUbjUR6uAgkUVpydcFFW94ldAE0JQafM
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada