dilluns, 27 de gener del 2020

Confianza y Economía del Bien Común





Confianza y Economía del Bien Común

La Economía del Bien Común viene a restablecer el valor de la confianza en el seno de las sociedades, deslegitimadas por prácticas abusivas de las grandes corporaciones ajenas al interés general, descohesionadas socialmente por un individualismo suicida, y degeneradas democráticamente por la corrupción y manipulación de las noticias a través de medios y redes sociales.
Conscientes de la crisis existencial del propio sistema capitalista los organizadores del Foro Económico Mundial, que celebra las sesiones de 2020 en Davos los próximos días 21 a 24 de enero, han sacado el Manifiesto de Davos 2020i El propósito universal de las empresas en la cuarta revolución industrial. En el que reclaman a las empresas y grandes corporaciones la defensa de los grupos de interés (stakeholders) y un paso más en la descafeinada hasta ahora Responsabilidad Social Corporativa. Si no se mide, evalúa y penalizan las malas prácticas de nada sirve. Y ahí la EBC aporta herramientas y metodología. ¿Es viable un sistema capitalista que renuncie al máximo beneficio en el corto plazo y a la competitividad que le lleva a la acumulación de capital intrínseco al propio sistema capitalista? Estimo que no. Estaríamos en el postcapitalismo.
Como dice Adela Cortinaii “la confianza ha de ser la piedra angular de las sociedades capaz de crear cohesión social”. La confianza está íntimamente relacionada con esperanza, entusiasmo y liderazgo. Nace de lo más profundo de la personalidad acompañada por la autenticidad, el equilibrio y la firmezaiii. La confianza en una Humanidad con futuro. En su capacidad y Poder para superar la crisis sistémica y civilizatoria que transitamos. Nos encontramos en un cambio de época, en tránsito, donde se ha perdido el sentido de la vida. El ser humano de hoy se encuentra desconcertado, inseguro y vacío. Una tecnología sin ética nos domina y consume. Lo que realmente diferencia a la Humanidad de las demás especies animales es la capacidad de imaginar otros posibles futuros y, en consecuencia, pasar a la acción para construir ese futuro mejor posible. Una sociedad sin esperanza equivale a morir, a desintegrarse como sociedad perdiendo toda cohesión social. Para que exista se requiere un ideal que entusiasme, un objetivo posible en un determinado periodo de tiempo. Para mantener la confianza y esperanza es trascendental visualizar ese otro mundo futuro mejor para alimentar nuestro entusiasmo. Liderazgo es la suma de confianza, esperanza y entusiasmo. Hoy se ha perdido la confianza. No hay programas que lideren y entusiasmen. Hay una crisis civilizatoria, de valores dominantes, que nos aboca a un cambio de paradigma cultural.
La sociedad humana es el mayor sistema complejo dinámico, abierto, no lineal y adaptativoiv que existe. Y en la grave situación de crisis sistémica en la que se encuentra el sistema capitalista financiarizado y globalizado se convierte en caótico y alcanza el estado de bifurcación que propicia dos posibles desenlaces: o se reajusta a la vez que se defiende el actual sistema asumiendo los costes humanos y medioambientales que fuere necesario; o se dirige conscientemente hacia un proceso de transformación dentro del sendero evolutivo de la historia de la Humanidadv. Es la ventana de oportunidad que se abre en el límite del caos. Hay que tomar una decisión y avanzar con consciencia y entusiasmo por ella. Es y será la correlación de fuerzas entre los defensores del actual estado de cosas y aquellos que deseamos otro mundo verdaderamente sostenible e inclusivo socialmente la que determinará el futuro, si es que aún lo tenemos, de la Humanidad. El Poder es el saber más la voluntad de hacervi. Hoy más que nunca.
La sociedad humana evoluciona resolviendo los conflictos generados por las dinámicas entre desarrollo de las fuerzas productivas y relaciones de producción. La cuarta revolución industrial, y especialmente la revolución digital dentro de ella, provoca cambios telúricos en la realidad socioeconómica. Y vuelve a poner de manifiesto la urgente necesidad de una alternativa de transformación que ofrezca soluciones en el presente a la crisis sistémica del capitalismo, que tenga en cuenta la coordinación internacional, el equilibrio entre lo económico, social y político en la globalización y debe ser responsable con el medioambiente. Una alternativa que tiene que basarse en la idea fuerza del Bien Común, incompatible con la obtención del máximo beneficio privado a toda costa propia del sistema capitalista.
La Economía del Bien Común surge en este tiempo que estamos viviendo y protagonizando: el cambio más profundo de toda la historia de la humanidad, el nacimiento de la ciudadanía universal como nuevo Poder Soberano sobre el que construir un Gobierno Mundial democrático, legítimo y transparente.
No podemos perder de vista el mundo en el que vivimos, el de una humanidad que se encamina hacia el abismo si no sustituimos el actual sistema-mundo del capitalismo agonizante por otra forma de vivir en armonía con el planeta y su biodiversidad, con otra economía para las personas y la Vida, la Economía del Bien Común. El cambio más profundo en toda la historia de la Humanidad:
Elevar la conciencia de pertenecer a una gran familia que es la humanidad, que somos fruto y la parte consciente de la Vida con mayúsculas en este sistema integrado que es nuestra aldea común, Gaia, que tenemos que defender y respetar. Surgen dos conceptos jurídicos nuevos que lo cambiaran todo: 1)Ciudadanía universal 2) Reconocimiento de la Madre Tierra como persona jurídica sujeto de derechos.
Estamos transitando como Humanidad un cambio de época. La idea de Otro mundo es posible, necesario y urgente se ha extendido desde 2001, unida a la universalización del conocimiento que ha supuesto Internet. Este conocimiento se ha transformado con los sentimientos, emociones y valores en el corazón de las personas a través de las revoluciones latinoamericanas, árabes, 15M, Occupa Wall Strett, Nuit Debout, movimiento feminista, pensionistas y la juventud de Fridays-for-futurevii etc. Hay que desarrollar los ejes esenciales de una Economía por y para la Vidaviii, y como elemento esencial de ella los fundamentos de un sistema productivo y financiero alternativo para el Buen Vivir. Y aquí aparece la Economía del Bien Comúncomo propuesta holística, como un nuevo paradigma completo de objetivos, motivaciones y valores, que de sentido y coherencia a todas las propuestas que surgen dispersas fruto de las luchas parciales. Por último, la elaboración de las nuevas leyes, otras Constituciones en los Estados-nación, regionales y la primera Constitución del Mundo. Ya hemos visto surgir las Constituciones de Bután, que mide la Felicidad Bruta de sus habitantes; las de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Constituciones del Vivir Bien o Buen Vivir; y recientemente el cambio constitucional para reconocer los derechos jurídicos del río Whanganui en Nueva Zelandaix.
Estos nuevos valores e incentivos van en la dirección de los que Christian Felber plantea en sus libros “Nuevos valores para la economía”x (2008) y “La economía del Bien Común”xi (2010) Presenta un modelo económico alternativo al capitalismo y al comunismo. Se trata de introducir una nueva escala de valores sobre la que referenciar la economía en general y del funcionamiento de las empresas en particular, alejándose del valor monetario para enfatizar el valor social. Los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones interhumanas: confianza, cooperación, aprecio, co-determinación, solidaridad y acción de compartir. Estos valores y las buenas relaciones que promueven son los factores que más contribuyen a la felicidad y la motivación de los seres humanos.
El objetivo que se plantea Christian Felber, tras escribir varios libros sobre las amenazas de la situación que vivimos, es imaginar e ir implantando la Economía del mañana, para ir sembrando las semillas de la economía, sociedad y política del futuro. El anagrama de la EBC son semillas volando al viento. Si cumplimos su objetivo se verá germinar el Estado del Bienestar a nivel mundial y, con ello, el verdadero comienzo de la Historia de una única Humanidad. Tenemos que clamar por la paz, en este tiempo donde cada vez se oyen más los tambores de la guerra provocada por los beneficiarios de un sistema que agoniza y no aguanta más. La paz es el elemento esencial del mundo por-venir y que entre tod@s tenemos que construir.
Las motivacionesde la EBCse observan claramente el artículo 2 del Estatuto al hacer referencia a un lugar y una fecha concreta: Viena y julio 2011. En 2007/8 comienza la Larga Depresión Económica Mundial, crisis del sistema capitalista de la globalización neoliberal que se compara por su alcance y profundidad con la crisis de 1929 superándola. Nicolas Zarkozy habla de “refundar el capitalismo” (2009) Christian Felber publica sus libros “Nuevos valores para la economía” (2008) y “La economía del Bien Común” (2010) El 15 de mayo surge el 15M en España y se estaba organizando Occupy Wall Strett que se inicia dos meses después de constituir la asociación internacional de la EBC: el 17 de septiembre 2011. De forma paralela surge la propuesta de “Declaración del Bien Común de la Tierra y la Humanidad por la ONU”planteada en 2008 por Francois Houtartxii y presentada en la ONU el 28 de febrero de 2010 por el que fuera Presidente de su Asamblea General en 2009 Miguel D´Escoto junto al teólogo Leonardo Boff.
La Economía del Bien Común se define como un sistema económico alternativo apartidista, que propone construir en base a los valores humanos universales que fomentan el Bien Común. Situamos nuestro foco de acción en la cooperación y no en la competencia, en el bien común y no en el afán de lucro. Desde este lugar nos convertimos en palanca de cambio a nivel económico, político y social, un puente entre lo viejo y lo nuevo. La meta de nuestro trabajo es una buena vida para todos los seres vivos y el planeta, apoyada por un sistema económico orientado al Bien Común.
Las personas que inician este movimiento están vinculadas con ATTAC en Viena y Alemania. Y tiene un desarrollo fulgurante en un escasísimo tiempo. Como señala Joan Ramón Sanchis, primer catedrático de Economía del Bien Común de la Universidad de Valencia, a pesar de ser aún un modelo incipiente y de muy corta edad, cada vez son más las organizaciones que hacen uso de sus principales herramientas y su modelo se está extendiendo con bastante rapidez.xiii. Ocho años es muy poco tiempo para alcanzar la extensión e impacto del que ya dispone la Economía del Bien Común. La necesidad es acuciante, urgente, imperiosa. Es la única posible explicación. Vivimos el tiempo en que el sistema capitalista, basado en un crecimiento infinito irracional y en una avaricia genocida, agoniza y puede arrastrarnos a la extinción a la especie humana, al tiempo que ya hace un daño tremendo a otras especies y a la Vida, la biosfera, de este planeta.
La EBC no inventa nada. Aporta un nuevo paradigma a la nueva realidad que surge desde el seno de la que muere. Lo nuevo, consciente de las raíces de los actuales retos les da respuestas imposibles desde los valores de la vieja sociedad que muere, transformándolos en posible e inaugurando con ello un nuevo tiempo y una nueva realidad que nace para la humanidad.

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Fernando Moreno Bernal
Vicepresidente Asociación andaluza para el fomento
de la Economía del Bien Común
Cádiz, a 19 de enero de 2020

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