Indicadores para los ODS: ¿Son los ODS medibles?
Al cumplirse un
año de la aprobación (25 septiembre
2015) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, la pregunta más frecuente
es ¿Qué se ha logrado? Haremos un breve repaso de los avances para luego
concentrarnos en cómo se pueden medir esos avances.
En un período tan
corto es muy poco lo que se puede avanzar en su cumplimento pero sí se puede
decir que ha habido progreso en el entorno de los gobiernos, empresas y otras
instituciones que deben contribuir a su cumplimiento. Se ha
avanzado en una mejor comprensión por estas partes de los retos que
representan, de los posibles papeles que cada uno debe jugar y se han producido
un sinnúmero de documentos preparatorios, con recomendaciones sobre el camino a
seguir.
Las grandes empresas han comenzado a hacer
inventarios de lo que han venido haciendo, produciendo reportes para demostrar que han
contribuido (muchas le han imputado a los nuevos ODS lo que venían haciendo),
algunas más adelantadas están adaptando sus intervenciones para mejorar su
contribución, y las más avanzadas están desarrollando productos y servicios
para atender lo que creen será una nueva
demanda de productos y servicios.
Las que quizás
más han avanzado son las grandes
empresas de consultoría que ven en ello un nuevo mercado y han preparado
documentos sugestivos para la implementación y de paso posicionarse para
ofrecer sus servicios. También los
“expertos” han aprovechado la coyuntura para ofrecer sus sugerencias (el
suscrito incluido).
Un buen ejemplo
de los avances en la producción de documentos preparativos lo refleja el
reciente estudio de Forética. Para
conmemorar el aniversario de la aprobación, ha publicado el estudio Objetivos
de Desarrollo Sostenible: ¿Qué logramos a un año de su adopción?, que más que un análisis de los logros
como dice el título es un “Análisis de
Forética sobre los principales informes y herramientas para la integración de
los ODS en la empresa”, como dice el subtítulo. Comenta
once estudios producidos por empresas de consultoría, “think tanks”, asociaciones empresariales y la misma ONU. Todos son en inglés. El resumen constituye un excelente inventario
y los estudios comentados constituyen una buena colección para quienes se
interesan por el tema. [i]
El suscrito no es
ajeno a esta tendencia y ha publicado tres
artículos sobre el tema. En el primero analizaba las dificultades que
presentaban los ODS y sus metas como guías para la acción por lo ambicioso de
los objetivos, la multiplicidad de metas y lo vago del lenguaje (Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus
implicaciones para la responsabilidad de las empresas ante la sociedad. Ia.
Parte: ¿Pueden cumplir su objetivo?). En el segundo analizaba lo que, a
pesar de ello, podían hacer las empresas para contribuir a su logro (Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus
implicaciones para la responsabilidad de las empresas ante la sociedad. IIa.
Parte: ¿Qué pueden/deben hacer las empresas?) y en el tercero proponía un objetivo y 6 metas más (para llegar a 18 y 175
respectivamente, como si no tuviéramos suficiente complejidad), con el objeto
de contribuir a que esa contribución de la empresa privada fuera más efectiva (¿Falta
algún Objetivo de Desarrollo Sostenible?).
Pero dentro de
algunos años esta respuesta de que se ha logrado poco no será satisfactoria,
querremos saber que se ha avanzado, en términos concretos, en el logro de los
17 objetivos y las 169 metas. Para ello
es necesario poder medir ese progreso y
eso es lo que comentaremos en este artículo.
¿Cómo medimos el progreso en los ODS?
De alguna hay que
medir los logros para poder no solamente mostrar progreso sino para además
determinar los esfuerzos adicionales que son necesarios para sus logros. Para
ello hace falta desarrollar indicadores. Como el lenguaje de muchas de las metas es
tan vago que no es obvio que es lo que hay que hacer para alcanzarlos. Los mismos indicadores, si tienen las
características necesarias para los indicadores (relevantes, medibles objetivamente,
basados en información disponible, realísticos,
específicos y acotados en el tiempo) nos pueden guiar en la
acción.
Conociendo esta
necesidad, después de la aprobación de los ODS, la Comisión de Estadísticas de
la ONU, UN Statistical Commission en enero del 2016 publicó la propuesta de indicadores Report
of the Inter-Agency and Expert Group on Sustainable Development Goal Indicators,
preparado por un grupo de trabajo de expertos de la ONU y de otras
instituciones. En el Anexo III de la
propuesta incluyen la lista de indicadores.
Para algunas metas se proponen varios indicadores, y para algunas
todavía no se han desarrollado. Es un trabajo continuo. Según el informe:
“Basado en el nivel de desarrollo
metodológico y la disponibilidad de información, los indicadores contenidos en
esta propuesta serán agrupados en tres niveles: (a) un primer nivel para
indicadores que cuenten con una metodología establecida y se dispone de
información (Nivel I); (b) un segundo nivel para indicadores que cuenten con
metodología establecida pero cuya información no es de fácil disponibilidad
(Nivel II); (c) un tercer nivel para indicadores que no cuentan con una
metodología internacionalmente acordada (Nivel III).”
Desarrollar indicadores
para 169 metas, muchas de las cuales tienen un lenguaje no conducente a la
implementación no es nada fácil y en algunos casos los indicadores deberán ser
medidas indirectas del logro. La ONU ha
creado un sitio web Sustainable
Development Goal indicators website para diseminar información sobre los indicadores.
Para muestra, un botón
Para ilustrar los
indicadores propuestos y la dificultad de implementar los ODS por su lenguaje
impreciso en el primero de los artículos de esta serie tomábamos como el Objetivo
más cercano a la responsabilidad de la empresa ante la sociedad, el número 12,
“Garantizar un consumo y patrones de producción sostenibles”. Por
definición el lenguaje del objetivo es vago, pero veamos algunas de las 11
metas. Destacamos en negrilla las palabras claves.
12.2
Para
2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los
recursos naturales.
12.3
Para
2030, reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos
per cápita en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las
pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y distribución, incluidas
las pérdidas posteriores a las cosechas.
12.4
Para
2020, lograr la gestión ecológicamente racional de los
productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de
conformidad con los marcos. internacionales convenidos, y reducir de
manera significativa su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo
a fin de reducir al mínimo sus efectos adversos en la salud humana y el medio
ambiente.
12.5
Para
2030, disminuir de manera sustancial la generación de desechos
mediante políticas de prevención,
reducción, reciclaje y reutilización.
12.6
Alentar a las empresas, en especial las
grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas
sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de
presentación de informes.
Para estas metas
(recordar que son las que supuestamente especifican lo que se debe hacerse para
lograr cada uno de los objetivos) incitábamos al lector a responder algunas
preguntas que son las que se haría una empresa:
· ¿Qué quiere decir “lograr la gestión
sostenible y el uso eficiente” de todos los recursos naturales?
· ¿Cómo se puede determinar si se ha logrado
una “disminución de manera substancial” si no sabe de dónde se parte?
· ¿Qué quiere decir “lograr la gestión
ecológicamente racional”?
· ¿Qué quiere decir disminuir de manera
substancial? ¿Son las políticas lo que lo logra?
· ¿Se puede decir que se cumple la meta 12.5
si se ha “alentado” a las empresas a informar sobre sostenibilidad? ¿Y si no lo
hacen? Basta con alentarlas.
Veamos cómo
proponen resolver estos retos con los indicadores. Los indicadores propuestos para el objetivo
12 y las metas mencionadas arriba son los siguientes:
Meta #
|
Meta
|
Indicador
|
12.2
|
Logar la gestión sostenible y
uso eficiente de los recursos naturales
|
|
12.3
|
Reducir a la mitad el desperdicio de
alimentos en detallistas y hogares y reducir las pérdidas en la producción
|
|
12.4
|
Lograr la gestión
ecológicamente racional productos químicos y reducir significativamente la disposición
de desechos en agua y en la atmósfera
|
|
12.5
|
Reducir de manera substancial reducción
de desechos
|
|
12.6
|
Alentar prácticas sostenibles
en empresas y reflejar en informes de sostenibilidad
|
(*) pendientes de revisión.
|
Este breve
ejemplo ilustra las grandes dificultades de cumplir con los objetivos y metas
tal y como fueron redactados.
- En el 12.2 no se puede determinar si el consumo es sostenible o insostenible a menos que se establezcan criterios para la sostenibilidad;
- En el 12.3 no se dispone de la base para determinar la meta de reducción a la mitad, en la parte de ventas al detal (supermercados, etc.) y hogares, y la parte de la producción no tiene meta ya que solo menciona “reducir”. ¿1%? ¿50%?;
- En el 12.4 no se define qué es gestión ecológicamente racional ni la magnitud de la reducción. No parece que el número de firmantes de acuerdos determine esta gestión ni la reducción. El indicador de generación y tratamiento sí puede ayudar a determinar la reducción pero difícilmente si la gestión es ecológicamente racional o no;
- En el 12.5 los indicadores son más acertados ya que el enunciado es más preciso. Lo que faltaría por determinar es que quiere decir de manera “substancial”. No se estipulan metas de reducción; y,
- El 12.6 es el más cercano a la responsabilidad empresarial ya que pide prácticas empresariales sostenibles pero el indicador es el número de informes de sostenibilidad. Este último es uno de los más paradigmáticos del problema de los indicadores. ¿Es el número de reportes producidos un indicador de las prácticas sostenibles adoptadas? ¿Hay que producir informes de sostenibilidad para ser una empresa sostenible o más bien lo producen empresas que necesitan parecerlo? ¿Representan los informes formales de sostenibilidad lo que necesita saber la sociedad? ¿Es información sobre sostenibilidad lo mismo que un reporte de sostenibilidad? ¿Estamos confundiendo la realidad con su imagen, la sostenibilidad con informe? Parece ser una meta dictada por los promotores de informes de sostenibilidad.
Esto no quiere decir que los indicadores no sean
útiles, pero sí que, por ahora son incompletos y en algunos casos no son los
relevantes. El trabajo de producir los indicadores no es
envidiable, es casi misión imposible si se considera desde el lenguaje genérico
del que se parte. El lenguaje de los
objetivos debió ser más preciso, más concreto, pero si fuera así no se posiblemente
hubiera habido dificultades en su aprobación.
El ejercicio de la preparación de indicadores y eventualmente su
recolección debe ser una lección para la preparación de los objetivos que se
propondrán para el período 2031-2045 (no se habrá erradicado la pobreza, no se
habrá logrado el desarrollo sostenible). También será una lección para capitalizar en el avance de las tecnologías de medición y
de gestión de la información para mejorar los indicadores.
Y todo esto también revela que el logro va a requerir
no solamente de la participación de gobiernos con políticas conducentes, regulaciones
pertinentes e instituciones y recursos adecuados a los retos. Van a requerir la
colaboración de las empresas y de todos nosotros. Y lo que es más importante de instituciones y
personas que vigilen y exijan el cumplimiento.
En resumen
Ha habido buen progreso en la concientización de la
problemática y en la preparación de informes para guiar la acción. Pero
lo importante son las acciones para el logro de los ODS. Todavía es muy temprano para pedir cuentas,
pero los indicadores desarrollados deben
ayudar en la tarea, en particular para desarrollar los sistemas de
recolección y diseminación de la información pertinente. Y aunque los indicadores son imperfectos e
incompletos, es de suponer que se irán refinando. Lamentablemente la tarea no
puede esperar, se necesitan estas guías cuantitativas para la acción. Y ojalá que sirvan, aunque parcialmente, para
controlar las promesas y compromisos. Por ahora la ONU y sus instituciones están
muy pendientes del tema y hay que aprovechar la euforia inicial porque seguro que
en el quinquenio del 2021-2025 el interés habrá decaído. A lo mejor en el quinquenio 2026-20130 se
renovará el interés ya que habrá que empezar
a rendir cuentas.
[i] La agencia para el desarrollo del Reino
Unido, Overseas Development Institute,
ODI, ha producido un estudio de los ODS para América Latina, haciendo
proyecciones sobre su posible cumplimiento, Projecting
progress The SDGs in Latin America and the Caribbean.
Como análisis general es
interesante pero lamentablemente agrega mucho los países y cubre solo algunas
metas (considera a México como parte de Centroamérica).
¿Hay progreso (real) en la implementación de los ODS?
Antonio Vives
2 de junio de 2019
Introducción
En principio, el progreso en el logro de los ODS debería medirse a través de los cambios en los 232 indicadores que se han desarrollado. Sin embargo, el reporte sobre estos indicadores es muy deficiente, de allí que algunos recurran a encuestas para suplir estas deficiencias. Sin embargo, estas tienen severas limitaciones. En este artículo comentamos una de estas encuestas, la situación de los reportes de progreso y si en efecto, los ODS son “logrables”, más allá de la información que se logre recopilar.
Percepciones: Encuestas
-
La encuesta y sus sesgos
¿Se puede determinar el progreso en la implementación de los ODS a través de encuestas? A finales de marzo del 2019 se presentaron los resultados de una encuesta sobre el progreso en la implementación de los ODS en el informe Evaluating Progress on the SDGs (ver las transparencias con el resumen) que son muy ilustrativos de los problemas que enfrentan los ODS….¡en la práctica!
La encuesta fue realizada por GlobeScan, empresa de análisis de opinión. Se realizó sobre 450 “expertos cualificados” en 74 países. La mayor parte de los encuestados están localizados en países desarrollados (64% en Europa y EE.UU. y Canadá) y calificados como conocedores (70% con más de 10 años de involucramiento), seleccionados en base a su relación con la empresa de encuestas y SustainAbility, empresa de consultoría, o sea, personas relacionadas con sostenibilidad. En principio, parece ser una población razonable que encuestar, pero no han sido seleccionados específicamente por ser expertos en la implementación de los ODS.
Antes de analizar los resultados conviene responder a una pregunta que consideramos crítica para su interpretación: ¿Es posible determinar la implementación de los ODS a través de una encuesta? La encuesta, sobre 17 objetivos y 169 metas en 200 países, a lo sumo puede reflejar la percepción general que los encuestados tienen, que debe estar muy influenciada por la difusión que los mismos tienen en los medios.
Pero a falta de información fidedigna sobre el progreso en la práctica, las encuestas pueden dar una idea, siempre y cuando los encuestados estén en contacto con la implementación de los ODS y conozcan de “indicadores”. Pero estas percepciones, en general están muy sesgadas, ya que los encuestados forman un grupo muy variopinto y es imposible que los encuestados conozcan la situación actual de los 232 indicadores en unos 200 países. Lo que se puede esperar es que algunos de los encuestados conozcan algo en detalle sobre alguno de los ODS, en algún o algunos países, pero de allí a generalizar sobre el “progreso en los ODS” hay un gran trecho.
Quizás el ODS donde la encuesta sea más confiable es en el de Cambio Climático ya que está continuamente en discusión y se disemina mucha información en los medios, aunque también a nivel agregado, no a nivel de las acciones en los diferentes países.
Pero, ¿pueden estos expertos, la gran mayoría de países desarrollados, juzgar el progreso en temas de pobreza en países en vías de desarrollo? Algunos expertos son conocedores, pero no serán todos. ¿Cuántos de los encuestados son expertos en el ODS de Vida bajo el agua? Es de esperar que los conozcan sobre el ODS de la pobreza, no conozcan sobre este otro ODS y que los “expertos” en cambio climático no conozcan mucho sobre los otros 16 ODS.Los resultados de la encuesta reflejan una mezcla de conocimientos detallados sobre algún ODS, en un país o países, por parte de algunos encuestados, con un conocimiento superficial de otros ODS en otros países por parte de otros encuestados. Con estos temas tan complejos y amplios se mezclan percepciones de varios expertos reales en un tema con las de centenares de aficionados a ese tema.
Y muy posiblemente estas percepciones sobre el progreso están muy influenciadas por el “ruido” sobre algunos de los indicadores reflejados en conferencias, informes, libros, artículos, noticias de prensa, etc., más que por el conocimiento del progreso en la implementación práctica. La percepción de progreso o su falta estará influenciada por la cobertura que recibe el tema. Imagínese el lector (que muy bien podría ser uno de los encuestados) respondiendo a la encuesta.
-
Resultados de la encuesta
En el siguiente gráfico se pueden apreciar las opiniones sobre las instituciones que más contribuyen al logro de los ODS. Recordemos la magnitud de la tarea y la capacidad de cada una de las instituciones mencionadas, especialmente la financiera.
- Las ONG, que pueden hacer una contribución a diseminar, a apoyar, a hacer alianzas, pero pueden hacer una baja contribución efectiva.
- Los emprendedores sociales, que pueden tener gran impacto en temas muy puntuales, localizados, pero difícilmente tendrán la escala necesaria para los ODS.
- Las Naciones Unidas, que pueden estimular, informar, presionar, hacer ruido, pero que no ejecutan proyectos o actividades en el terreno (sus instituciones lo hacen a nombre de terceros).
- Movimientos sociales de cambio, impacto en concientización pero tampoco pueden tener impacto real.
¿Y quienes sí pueden y deben tener impacto no lo hacen?
- Gobiernos nacionales y locales, el sector privado, los organismos financieros y los inversionistas.
La responsabilidad primaria para el logro de los ODS recae en los gobiernos nacionales y locales y en las instituciones de las que son miembros, como los organismos financieros multilaterales. El sector privado, incluyendo el sector financiero, también tiene capacidad de hacerlo voluntariamente. Parece como si los gobiernos pensaron que bastaba con el respaldo a los principios; es como cuando creemos que al comprar un libro ya lo hemos leído. Hay que tomar acción en el terreno. El sector privado, en particular las grandes multinacionales, están haciendo esfuerzos, aunque también hay mucha retórica y poca acción (ver ¿Contribuyen las empresas a los ODS o los ODS a la delusión por las empresas?).
En la parte superior están los que “hablan” y en la inferior los que deberían “hacer”. O sea que se percibe que contribuyen los que tienen poco impacto en el terreno y los que deberían tenerlo y hacerlo no contribuyen: Malas expectativas para los ODS.
En el siguiente gráfico se presentan los resultados de las percepciones en cuanto a la atención que reciben los ODS. El cambio climático eclipsa todos los demás ODS, es el que recibe mayor atención, es el que tiene mejores promotores, pero ello no quiere decir que esa atención se traduzca en avance, como veremos más adelante. Y un ejemplo del impacto de los medios en las percepciones: el que recibe más atención es el que es percibido como de menor progreso.
Y los ODS referidos a pobreza y hambre, no reciben atención, según los encuestados. Tampoco la recibe la Vida bajo el agua, la desigualdad, y el agua potable y saneamiento. La opinión del suscrito es que esta tabla lo que refleja es la falta de conocimiento de los encuestados, todos oyen hablar de cambio climático y producción y consumo responsable (actividades de las empresas privadas y de la vida cotidiana) pero muy poco de los otros cinco temas mencionados.
La siguiente tabla supuestamente refleja la percepción sobre el progreso en el logro de los ODS, que es fundamentalmente similar a la de arriba, y lo que refleja, de nuevo, es el grado de desconocimiento. Solamente el tema de Cambio climático cambia significativamente de posición y ello es precisamente porque es uno de los pocos temas sobre el que sí se tiene información y no es buena.
Nótese que donde se percibe más progreso es en “Partnerships for the Goals”, que agrupa todo tipo de actividades como acuerdos de la ONU con otras instituciones, de las ONGs con las empresas, de las empresas entre sí, etc. Es lo más fácil de hacer y a veces lo más vistoso. Todo es una alianza, pero ¿producen las alianzas resultados sobre el terreno? Ayudan a coordinar y lograr sinergias, que no es poco, pero no suelen ser las fuentes de impacto real, de cambio en las condiciones de vida.
-
Informes: Y, aparte de las percepciones, ¿hay progreso real?
La ONU publicó el informe The Sustainable Development Goals Report 2018, donde supuestamente reporta el progreso en los ODS. Sin embargo, resulta ser una colección de informaciones casuísticas, a nivel agregado, calificadas en cada uno de los ODS, tomado de diversas publicaciones de empresas de consultoría, agencias internacionales entre otras, pero no de los informes de los países, no por país y no por indicador de progreso de forma sistemática. Los períodos que cubren no son uniformes, dependen de la disponibilidad de información.
Como un ejemplo de esta deficiencia consideremos la meta 12.6 del ODS 12, Consumo y producción responsable, propuesta por el GRI para la promoción del uso de sus estándares:
Meta 12.6: Alentar a las empresas, en especial las grandes empresas y las empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes.
Indicador: 12.6.1 Número de empresas que publican informes sobre sostenibilidad.
En algo tan elemental como este indicador el informe de la ONU reporta “….según KPMG, el 93% de las 250 empresas más grandes del mundo producen informes de sostenibilidad y el 75% de las 100 empresas más grandes en 49 países”. Esto es lo que sabe de la meta.
Y este es buen ejemplo de las incoherencias de los ODS.
Para este indicador en particular se ha dado la responsabilidad a la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNTADC, con sede en Ginebra, la cual ha creado una comisión de estudio
para definir lo que representa el indicador y luego emitir
instrucciones a los puntos nacionales de contacto en cada país, situados
en las oficinas nacionales de estadísticas para que recopilen la información. Un proceso sumamente burocrático para uno
de los más sencillos e irrelevantes indicadores, cuya correlación con
el logro de los ODS es tenue, ya que no representa acción y mucho menos
impacto, es información sobre un numero de informes con información preparada por las empresas para sus propios fines.Esta discusión sobre los indicadores es un caso ilustrativo de los problemas en la determinación de los logros. Para hacerlo caben las siguientes preguntas: ¿Cómo se logra la meta, cuándo se puede decir que se ha logrado? Y es un caso paradigmático: tiene un indicador (número de empresas), pero no tiene un hito (cuántas deben hacerlo, cuándo, y lo más importante, y si lo publican miles ¿qué pasa? ¿quiere esto decir que ha mejorado la calidad de vida de la población? Esto es característico de muchos otras metas, vaguedad del lenguaje, falta de base de comienzo y falta de hito de logro (ver mi artículo citado en la nota al pie).
Uno de los reportes más completos y confiable es el SDG Index and Dashboards Report 2018: Global Responsibilities, Implementing the Goals, el más reciente siendo de julio 2018, que si bien no es producido por la ONU, sus autores fueron los líderes de la preparación de los ODS. En este informe se presenta el progreso en algunos de los indicadores oficiales y en otros para los cuales hay información. Desarrolla un índice de cumplimiento de cada uno de los ODS, basado en criterios propios y un tablero de control de unos 110 indicadores que han seleccionado como representativos de cada ODS. La metodología es relativamente compleja y ad hoc para adaptarse a la información disponible y su definición en cada caso de lo quiere decir “logro”. No es un reporte de los 232 indicadores (el informe cubre 476 páginas, analizándose 192 países con un resumen de 2 páginas para los 155 cubiertos (para 37 países no hay el mínimo de información necesaria). El informe analiza con más detalle los países de la OCDE y el G20, que suelen tener más información.
Para el caso más estudiado como lo es el Cambio Climático, donde el Acuerdo de París respalda el ODS respectivo a través de todo un esquema de actividades y reporte, tampoco hay progreso. El SDG Index citado arriba reporta el siguiente progreso en las contribuciones previstas a nivel nacional para contribuir a la reducción de las emisiones:
Y nótese que lo insuficiente son las contribuciones previstas, estimadas por cada país, que no son contribuciones comprometidas, verificadas independientemente. Y lo que tampoco se ve es que muchas de estas intenciones de los países en desarrollo están condicionadas a la obtención de donaciones financieras de países más desarrollados. No hace falta mucha imaginación para ver cuán insuficientes serán las verdaderas (para mayores detalles ver Acuerdo de París: sencillamente analizado y explicado)
En cuanto al logro de los ODS, el informe concluye que “….ningún país está el camino hacia el logro de los todos ODS….ni siquiera los países escandinavos que son los más avanzados”.
Como ejemplo de la información que incluye este reporte reproducimos los resúmenes gráficos de tres países:
¿En qué hay mucho progreso?
-
ODS son un gran negocio
La misma encuesta mencionada arriba destacada como las instituciones más activas, las ONG, la ONU, y las instituciones académicas y de investigación independiente que presumiblemente incluyen las firmas consultoras y la misma productora de la encuesta, o sea todas instituciones de promoción y que se benefician de la actividad que gira en torno a los ODS.
Ya decíamos en enero del 2018 en Mis muchos pronósticos para la RSE en el 2018, (válidos para el 2019, 2020, etc.) que “Los ODS será nombrados como “negocio del año” por las empresas consultoras”.
Inclusive para las empresas los ODS están siendo una buena oportunidad para mostrarse receptivas y responsables ante sus stakeholders, pero también en este caso hay más palabras que acción (ver mi artículo ¿Contribuyen las empresas a los ODS o los ODS a la delusión por las empresas?).
Hasta el suscrito se ha subido al tren y ha publicado una docena de artículos sobre los ODS, aunque no le han producido ingreso alguno.
-
¿Se lograrán los ODS?
Creo que de esta discusión se puede concluir que usar la palabra
“logro” es un decir ya que muchos de los indicadores no se pueden medir
(ver mi artículo Indicadores para los ODS: ¿Son los ODS medibles?),
para otros no se recopila la información y algunos no tienen un hito
que alcanzar, y mucho de lo que se reporta son “actividades” e
“intenciones” sin medir el impacto real que puedan tener (el indicador del número de informes de sostenibilidad analizado arriba es paradigmático).
Ello no obsta, para que al margen de los textos de los ODS y sus metas y de los indicadores desarrollados no haya instituciones como el SDS Index
que definan el “logro” de una manera mas cuantificable, aunque para
ello hay que reinterpretar esos textos en función de la información
disponible.
Adicionalmente, ¿se pueden lograr los ODS con un esquema en el que:
- Las actividades necesarias para el logro de los ODS son completamente voluntarias para todas las partes;
- la obligación de contribuir al logro es moral;
- no hay fuentes de financiamiento especiales;
- no hay sistemas formales de coordinación para mejorar la efectividad de los recursos;
- no hay esquemas de priorización;
- sí hay esquemas de reportes voluntarios por parte de los países pero que muy pocos utilizan;
- no hay un sistema de agregación de resultados;
- y, por último, no hay penalizaciones para nadie por no cumplirlos.
La discusión sobre el logro será más o menos cuantitativa,
más o menos limitada a información selectiva, pero los incentivos,
positivos y negativos, apuntan más hacia la retórica que a la acción en
el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Para muchos, los ODS son un buen escaparate donde exhibirse. ¿Y los países? Bien, gracias.
-
¡Ay, pero si tuviéramos más dinero!
En el siguiente artículo analizaremos varias aseveraciones de la ONU
sobre este progreso que contradicen la evidencia presentada arriba, pero
que sirven para pedir mas dinero.
[1] Ver SDG Indicators: Global indicator framework for the Sustainable Development Goals and targets of the 2030 Agenda for Sustainable Development y nuestro comentario a la lista en Indicadores para los ODS: ¿Son los ODS medibles?.
https://www.agorarsc.org/hay-progreso-real-en-la-implementacion-de-los-ods/
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