dissabte, 30 de març del 2019

NESI: una máquina del tiempo viaja a 2030 para saber cómo mejoró la vida desde 2019

NESI: una máquina del tiempo viaja a 2030 para saber cómo mejoró la vida desde 2019

El pujante congreso internacional tendrá lugar del 23 al 26 de abril en Málaga. "Somos propositivos", enfatiza el director del la inciativa de la nueva economía e innovación social

Foto: Diego Isabel La Moneda, fundador de NESI.
Diego Isabel La Moneda, fundador de NESI.
La máquina del futuro preguntará en 2030 qué es lo que ocurrió en 2019. Qué pasó aquel año de tantas elecciones para que el mundo empezara a cambiar. Las líderes del futuro (todas mujeres): la alcaldesa de Málaga, una diputada y la rectora de la Universidad de dentro de una década explicarán las mejoras de la economía y cómo se llegó a controlar el cambio climático. También las mejores aportaciones en alimentos, vivienda, urbanismo, moda sostenible, energía, trabajo y finanzas. Será un diálogo del futuro y el presente, aún lleno de incógnitas y en las manos para ser distinto, mejor.
Esta es una de las novedades del foro NESI (Nueva Economía e Innovación Social) que congregará del 24 al 26 de abril en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga a un nutrido grupo de ponentes internacionales dispuestos a difundir ideas de la economía circular, la economía colaborativa, las finanzas éticas y el consumo consciente.
Este encuentro, en el que colabora El Confidencial, es bianual y Málaga compitió con Bristol y Amsterdam para ser su sede permanente. “Nos interesó Málaga por ser una ciudad abierta, que está creciendo mucho y precisamente por no ser una capital. No todo tiene que estar en las capitales”, cuenta a este diario Diego Isabel La Moneda, director del foro NESI y cofundador de la organización sin ánimo de lucro Fundación Global Hub for the Common Good.
Como un ‘Black Mirror’, la serie futurista que tanto inquieta porque está construida con retazos de cosas que conoces, pero al revés. “Más bien este foro queremos convertirlo en un ‘White Mirror’. Somos propositivos. Nunca dedicamos el 10% a algo que está mal. El 90% son propuestas. Esa es nuestra energía”, argumenta el directivo de NESI.

El futuro de las finanzas

En el encuentro participarán Achim Steiner, responsable de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las Naciones Unidas, nos invitará a colaborar de manera activa para lograr la Agenda 2030 y Stewart Wallis, presidente de Wellbeing Economy Alliance–WEAll. Walls responderá a estas preguntas: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo pueden colaborar las redes de nueva economía, las empresas, las ONG, el mundo académico, los responsables políticos y la ciudadanía para co-crear una nueva economía? ¿Cuáles son los siguientes pasos?
La mujer y la nueva economía, los ‘hubs’ locales o el futuro de los finanzas, con la participación de Benoit Lalemand , CEO Finance Watch; Marcos Eguiguren, CEO de Global Alliance for Banking on Values, Shonan Kothari, Marijana Donati o Susana Martín Belmonte serán otras de las participantes. El urbanismo y el futuro del trabajo también formarán parte del cóctel de NESI, que tiene previsto contar con la intervención de Nacho Cardero, director de El Confidencial, y de Alberto Artero, director general de este diario.
El ‘think tank’ colaborativo NESI no es el típico foro en el que unos hablan y otros escuchan. Hay una interacción total entre todos los participantes
El viernes 26 será el turno del Festival Internacional de Innovación Social fiiS. Se abrirá la puerta a 3.000 personas en una mezcla de música, ‘speakers’ y actividades. Los participantes en el evento en sí, al margen del festival, se elevarán a 700. Habrá representantes de 40 países. “Se está cambiando el paradigma. La economía debe estar al servicio de las personas. Ahora se mide el PIB y la cuenta de resultados y en una empresa es lo lógico, pero en la vida hemos venido a algo más. Tienen que haber otros indicadores”, señala Diego Isabel La Moneda.
El ‘think tank’ colaborativo NESI no es el típico foro en el que unos hablan y otros escuchan. Hay una interacción total entre todos los participantes. “Hay que juntar a mucha gente con propuestas conjuntas y nosotros se las hacemos llegar a los Gobiernos. Creemos que en España existe ahora una oportunidad para crear cosas, dadas las aguas revueltas. Podemos llegar a ser líder mundial en moda ética y sostenible; en vivienda bioclimática y en energías renovables”.
Porque se trata de hacer efectiva la frase de Alberto Cañigueral, uno de los padres del consumo colaborativo: “Vivir mejor con menos”.
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https://www.elconfidencial.com/empresas/2019-03-29/congreso-nesi-futuro-economia-malaga_1910786/

divendres, 22 de març del 2019

Gobernanza de la economía de la transición

Gobernanza de la economía de la transición

La rápida transición económica requiere una gobernanza proactiva; los mercados no pueden realizar la tarea

2º parte del Informe Gobernanza de la economía de la transición. Autores: Paavo Järvensivu, Tero Toivanen, Tere Vadén, Ville Lähde, Antti Majava, Jussi T. Eronen . BIOS Research Unit, Helsinki, Finland. Documentos de referencia del capítulo “Transformación: Economía” del Informe Global Sustainable Development Report 2019 elaborado por el Grupo de Científicos Independientes.
De estos ejemplos (Energía, Transporte, Movilidad, Alimentación/Soberanía alimentaria, Vivienda…) (léase la 1º parte) se desprende claramente que se requiere una gobernanza política sólida para lograr las transiciones clave. La acción basada en el mercado no será suficiente, incluso con un alto precio del carbono. Debe haber un Visión integral y planes estrechamente coordinados. De lo contrario, es inconcebible una rápida transformación sistémica hacia objetivos de sostenibilidad global. Mazzucato (2013, 2018) ha examinado este tema desde la perspectiva de la política de innovación y argumenta que, históricamente, las principales innovaciones a nivel sistémico, tales como El programa Apollo de EE. UU. han requerido que el estado establezca la misión y coordine y financie gran parte de la investigación y desarrollo relacionados. Según su investigación, lograr transiciones sistémicas ha requerido y requerirá innovación proactiva orientada a la misión – no será suficiente que el estado arregle los “fallos del mercado” reactivamente. Por supuesto, la innovación por sí sola no es suficiente. A continuación volveremos a la cuestión de limitar el uso de recursos y de la organización de los trabajos.
La típica oposición a la necesidad de una rápida transición coordinada en la mayoría de los países occidentales, comienza con la influyente idea de que solo bajo un régimen de “intervención” limitada del gobierno, el mercado puede sostener su eficiencia. Por lo tanto, si el estado prioriza una tecnología sobre la otra, lo más probable es que priorice la errónea. Si el estado emplea a personas para construir una nueva infraestructura, desplazará a la empresa privada. Desde este punto de vista, muchos economistas se han conformado con los precios del carbono como la política menos intervencionista, económicamente más eficiente y la “mejor opción” para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (Jenkins 2014). Los precios de carbono se pueden lograr mediante impuestos al carbono o límites de emisiones y comercio de permisos (“Cap and Trade” o “tope y comercio”). Un precio del carbono es una “tarifa Pigouviana” (Pigou 2017 [1932]) diseñada para corregir externalidades de mercado no deseadas que no tienen precio.
Un problema clave con los precios del carbono ha sido que los estados, federaciones o sindicatos no los han aplicado a un nivel suficientemente alto por temor a deslocalizaciones industriales hacia países menos regulados ambientalmente. Por esta razón, muchos economistas y políticos esperan la implantación de un precio global del carbono. Pero si nos remitimos a los cuatro ejemplos anteriores (véase 1º parte): energía, transporte, alimentos y vivienda, podemos percibir que sería altamente improbable que incluso los precios globales del carbono guiasen la actividad económica en la dirección correcta, al menos con suficiente rapidez y amplitud. Como herramienta política, los precios del carbono carecen del elemento crucial de coordinar un conjunto diverso de actores económicos hacia un objetivo común. Los actores individuales tendrían un incentivo para disminuir las emisiones de carbono, pero todavía competirían a través de sus propias lógicas de negocios; no habría nada que garantizase que cualquier lógica empresarial respaldase la transición sistémica hacia la sostenibilidad. Además, en los últimos años ha sido extremadamente difícil resolver casi cualquier cosa con un impacto tan amplio a nivel internacional.
Otra idea influyente que se opone a la transición guiada por el estado hacia la sostenibilidad es el objetivo de un presupuesto estatal equilibrado, que se considera esencial incluso en un relativo corto plazo. Esto significa, por un lado, que los estados deben evitar gastar para no incurrir en déficits presupuestarios, y por otro lado, que deben evitar las regulaciones que afecten negativamente a la empresa privada existente y, en consecuencia, los ingresos fiscales. Así, los estados no han tenido mucho interès ni en invertir en la transformación hacia la sostenibilidad o en limitar las actividades económicas intensivas en recursos.
Los dos argumentos a priori en contra de una gobernanza estatal fuerte presentados anteriormente dependen de un tipo particular de teoría económica, es decir, la escuela neoclásica. Si cambiamos a otra lente teórica, mirando la economía desde otra perspectiva, estos argumentos pierden su efecto. El movimiento teórico es análogo a un cambio desde un enfoque en el conocimiento individual a las dimensiones sociales o estructurales del comportamiento humano, donde empezamos a ver que las necesidades individuales, por ejemplo, no son meramente individuales sino que se producen o están condicionadas por un conjunto de dimensiones extraindividuales. Este tipo de cambio teórico es un procedimiento normal para cualquier alumno de ciencias sociales o humanas.
Teoría económica para apoyar la gobernanza de la transición
Mientras que la escuela neoclásica de la teoría económica parte de un conjunto de axiomas teóricos que representan la realidad en términos de funciones matemáticas simplificadas que conducen al equilibrio y que se presupone que se mantienen en cualquier situación histórica, la escuela poskeynesiana (Hein y Stockhammer 2011, Lavoie 2009) construye sus teorías sobre las instituciones económicas existentes. El análisis poskeynesiano es de naturaleza histórica; los mercados no existirían y no existen sin regulación política. En consecuencia, el enfoque postkeynesiano a priori no desconfía del papel del estado en el mercado. No da por sentado que los mercados siempre busquen el equilibrio, pero en cambio, sostiene que las economías capitalistas tienden a generar burbujas de mercado y otras crisis. Los mercados no conducen a resultados social y ecológicamente deseables por sí mismos, sino que requieren una orientación política activa.
Muchos poskeynesianos que trabajan en el marco de la teoría monetaria moderna, enfatizan el papel económico de los estados o de las uniones de estados con sus propias monedas y bancos centrales (Wray 2015, Mitchell 2015, Lavoie 2013). Un postulado central de estos académicos es que los estados nunca pueden quedarse sin su propia moneda. A diferencia de los recursos naturales, sociales y tecnológicos, las monedas soberanas no son un factor limitante de la acción colectiva como la transición a la sostenibilidad. Esto ha sido así desde que se abandonó el estándard del oro y se adoptó el dinero fiduciario en los años setenta. El estado siempre puede gastar e invertir en su propia moneda Además, no tiene porque aferrarse a determinados puestos de trabajo o industrias por el bien de los ingresos tributarios. En otras palabras, desde esta perspectiva, la acción colectiva, organizada al menos en parte a través del estado, debe guiarse no por la necesidad de obtener fondos públicos, sino sobre la base de objetivos sociales y de las límitaciones materiales.
Como una herramienta política práctica, los poskeynesianos han propuesto el llamado trabajo garantízado (Cook et al. 2008, Murray y Forstater 2017, Tcherneva 2018), que garantizaría que todas las personas capaces y dispuestas a trabajar podrían tener un trabajo permanente, financiado por el estado y administrado localmente. Los trabajos mas adecuados para el programa serían aquellos que casi cualquiera puede hacer con una preparación limitada. Los trabajos podrían ser modelados para ser útiles a la transición hacia la sostenibilidad y crear capacidades para adaptarse al cambio climático: por ejemplo, la instalación de soluciones energéticas descentralizadas y la preparación para inundaciones. Además de activar la transición, la garantía de empleo aseguraría el pleno empleo, disminuiría la inseguridad y la necesidad de competir por empleos ambientalmente destructivos a nivel individual y colectivo.
El enfoque poskeynesiano desafía la ortodoxia económica y apoya las transiciones hacia la sostenibilidad en el contexto económico y político actual de los países occidentales y otros países con organizaciones parecidas. El desarrollo en China sirve como recordatorio de que las teorías económicas distintas de las neoclásicas son ya efectivas en el mundo. En China, las transiciones económicas no han sido frenadas por la ideología de la mínima intervención estatal o de un presupuesto equilibrado. Las transiciones anteriores han sido, sin embargo, ecológicamente insostenibles en muchos aspectos. Más allá de la teoría poskeynesiana, puede haber una variedad de teorías económicas que apoyen transiciones rápidas materialmente y ecológicamente beneficiosas. El requisito teórico clave es que deben permitir que la política reconozca los objetivos sociales de transformación y los límites materiales de la actividad económica.
El nuevo orden geopolítico durante y después de la gobernanza de la transición
Tomadas en conjunto, ¿qué significarían estas medidas políticas para la economía mundial y la geopolítica? Por supuesto, como siempre ocurre en las transformaciones sociales a gran escala, es difícil predecir el resultado global cuando hay múltiples variables, pero en general, la dirección sería hacia “un mundo keynesiano con fronteras planetarias ”: economías y sociedades singulares y autónomas, comprometidas con el comercio internacional por razones específicas, como la seguridad alimentaria, en lugar de comprometerse en pro del libre comercio como principio. Los individuos, las organizaciones y las naciones abordarían la economía como una herramienta para permitir una buena vida más que como un fin en sí misma. La actividad económica ganará sentido no alcanzando el crecimiento económico sino reconstruyendo la infraestructura y las prácticas hacia un mundo post combustibles fósiles con una carga radicalmente menor sobre los ecosistemas naturales. En los países ricos, los ciudadanos tendrían menos poder adquisitivo que ahora, pero este se distribuiría más equitativamente. Los ciudadanos de todos los países tendrían acceso a empleos con sentido y podrían confiar en que se está construyendo un futuro deseable a nivel colectivo.
El enfoque en objetivos de mejora de la vida y en la reducción de emisiones en lugar de objetivos económicos abstractos también caracteriza las relaciones entre los países en desarrollo y los desarrollados; la actividad económica entre ellos consistiría en un aprendizaje bidireccional para construir una infraestructura y prácticas nuevas y adecuadas a nivel local en ambos extremos. Este tipo de gobernanza económica liderada por un estado proactivo y orientado hacia la producción y el consumo de baja emisión y autosostenible funciona al contrario del orden político mundial actualmente dominante, que se ha organizado en torno al libre comercio internacional. Instituciones internacionales claves, como el Fondo Monetario Internacional que ha sido conocido por sus políticas de privatización industrial y dirigida hacia la exportación, necesitarán ser reconfiguradas en consecuencia.
El cambio climático y otros cambios ambientales amenazan los medios de vida en todo el planeta y son causa de migraciones masivas. Es de interés para todos los países mantener las oportunidades locales para una buena vida. Debido a que los diferentes países y zonas tienen diferentes rutas- dependencias y metas, no existe una solución técnica que se ajusta a todos. Una limitación especialmente importante para los países ricos es que la dramática reducción de emisiones desde los altos niveles actuales de consumo es muy desafiante, si no imposible. En cambio, algunos países en desarrollo pueden hacer mejoras significativas en el bienestar de sus pueblos con nuevas inversiones en soluciones bajas en carbono. Estos países en desarrollo no necesitan comenzar por el desmantelamiento de la infraestructura de combustibles fósiles que ha proporcionado una gama de producción de bajo costo y de oportunidades de consumo en los países ricos durante décadas. Desplazar las zonas climáticas de la tierra hacia los polos Norte y Surd, añade otro imperativo para el aprendizaje: por ejemplo, los productores de alimentos en el norte de Europa tienen mucho que aprender de sus colegas del sur.
En vista de los desafíos enfrentados hoy en la implantación de acuerdos internacionales significativos, la opción más probable para iniciar transiciones hacia la sostenibilidad sería que un grupo de estados progresistas tomaran la iniciativa. Esto requeriría un pensamiento económico que permitiera grandes programas de inversión pública, por un lado, y fuerte regulación y limitaciones ambientales, por otro. En la economía global moderna, los estados son los únicos actores que tienen la legitimidad y la capacidad para financiar y organizar transiciones a gran escala.
Traducción: Neus Casajuana
https://www.revoprosper.org/2019/03/21/gobernanza-de-la-economia-de-la-transicion/?fbclid=IwAR1fwN7saLClc6zwXXORysvfO56u2qO_sTp7cn8JtYh7QHouFZsjprzKF4I

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https://bios.fi/bios-governance_of_economic_transition.pdf

Unidad BIOS, Helsinki: propuestas para hacer frente a la crisis ambiental/cambio climático

Los modelos económicos convencionales ignoran casi del todo las dimensiones energéticas y materiales de la economía. Los límites planetarios que imposibilitan el crecimiento permanente. El cambio climático y la extinción de especies se aceleran a medida que las sociedades experimentan una creciente desigualdad, desempleo, lento crecimiento económico, aumento de los niveles de deuda y gobiernos impotentes. Contrariamente a la forma en que los legisladores suelen pensar, estos problemas no son en realidad ninguna crisis separada.

Energía

La era de la energía barata se está acabando. Y el capitalismo y la economía dominante no pueden resolver el agotamiento sistemático de los ecosistemas planetarios y los recursos ambientales. Las sociedades necesitan abandonar los combustibles fósiles a causa de su impacto en el clima.
La nueva era se caracteriza por la ineficiencia de la producción de combustibles fósiles y los costes crecientes del cambio climático. El pensamiento económico capitalista convencional ya no puede explicar, predecir o resolver el funcionamiento de la economía mundial.
Producir los niveles actuales o crecientes de energía necesarios en las próximas décadas y hacerlo con soluciones de bajo contenido en carbono será extremadamente difícil, si no imposible. Se tiene que transformar toda la infraestructura energética hacia un sistema no contaminante/renovable. Implementar una drástica reducción de los sistemas de producción y consumo de energía. Ir hacia el decrecimiento energético.

Transporte / movilidad

Radical transformación de la movilidad. Uso/implementación de modelos no contaminantes, electrificación y reducción de los desplazamientos obligatorios cambiando la organización/planificación de las ciudades: modificar las conexiones entre la vivienda y el trabajo, educación, salud, derechos/servicios básicos, que se tienen que acercar para poder andar, ir en bicicleta y en última instancia usar el transporte electrificado no contaminante.
Drástica reducción del transporte internacional de mercancías y de la aviación. El transporte internacional de mercancías y la aviación no pueden continuar creciendo a ritmos actuales, a causa de la gran cantidad de emisiones que abocan y de que no se dispone de sistemas alternativos para sustituirlos.

Alimentación/Soberanía alimentaria

El cambio climático y otros cambios ambientales amenazan los medios de subsistencia a todo el planeta y son la causa de la migración masiva. Es del interés de todos los países mantener oportunidades locales para una buena vida.
Una amplia gama de la investigación demuestra que los países en vías de desarrollo tendrían que centrarse en proporcionar nutrición diversa a las personas, producida en el país por cuenta propia y, de este modo, aumentar las oportunidades de vida locales y mejorar las condiciones sociomateriales generales.
El sistema impuesto de exportar una selección reducida de materias primas y materiales y la importación de alimentos básicos baratos no ha funcionado para las comunidades locales.
Simultáneamente, la mayoría de los países ricos y desarrollados se enfrentan a grandes y variados retos en la producción de alimentos. Sería demasiado arriesgado confiar en la producción de unos cuántos alimentos principales e importar el resto.
Esto tendrá repercusiones en el comercio internacional de alimentos, también a Europa y en los Estados Unidos. Países que actualmente confían en la importación de alimentos en cantidades significativas tendrán que lograr un alto grado de autosuficiencia (soberanía) alimentaria.
El comercio internacional de alimentos se tendrá que limitar a la seguridad alimentaria y en ningún caso al libre mercado de alimentos.
En cuanto a las prácticas de producción y consumo, los productos lácteos y la carne tendrían que dejar paso a dietas vegetales.
Mobilització a Barcelona dels Friday for Future | Pol Rius

Vivienda

Sustitución de los sistemas de construcción basados en el hormigón y el acero, muy intensivos en el uso de energía y significativamente contaminantes. Considerar el uso de la madera, que requeriría una gran transformación en su sistema de producción como sería el caso de la silvicultura. [La madera para la construcción de edificios tendría que competir, por ejemplo, con la fabricación de papel y usos energéticos.]
Cambios en los modelos de confort. Conservación de la capacidad calorífica. Aislamiento para evitar consumo y pérdidas de energía a través de la calefacción y el aire acondicionado.

Economía

Economías únicas y autónomas y sociedades dedicadas a la regulación del comercio internacional por razones específicas, como la seguridad alimentaria, en lugar del libre comercio como principio. Las personas, las organizaciones y las naciones entenderán la economía como una herramienta para permitir un bien, la vida, y no como un fin en sí mismo. La actividad económica tendrá sentido sin crecimiento económico.

Garantía de trabajo

Todas las personas que sean capaces y estén dispuestas a hacerlo tendrían que poder trabajar de forma permanente. Los puestos de trabajo del programa serían los que prácticamente cualquier persona puede hacer con una formación limitada. Los ciudadanos de todos los países tendrían acceso a trabajos significativos y podrían confiar que se construye un futuro deseable a nivel colectivo.
Un trabajo financiado estatalmente y administrado localmente. Trabajos útiles y modeladas para la transición hacia la sostenibilidad y para adaptarse al cambio climático. La garantía de tener trabajo aseguraría la plena ocupación y reduciría la inseguridad y la necesidad de competir por puestos de trabajo ambientalmente destructivos a nivel individual y colectivo.

Gobernanza

Los mercados no pueden hacer la transición. La rápida transición económica requiere de una gobernanza proactiva. Hay de haber visión global y planes estrechamente coordinados.
Los estados no pueden quedarse sin su propia moneda soberana. Tienen que poder invertir – financiar las transformaciones – a través de la propia moneda. A diferencia de los recursos naturales, sociales y tecnológicos, las monedas soberanas no son limitantes en la transición hacia la sostenibilidad.
La acción colectiva, organizada al menos parcialmente a través del Estado, no se tiene que guiar por la necesidad de asegurar fondos públicos, sino en base a objetivos sociales y condiciones de límites materiales.
Los mercados se opondrán, pero solo con una transición coordinada en la mayoría de los países occidentales y bajo la intervención fuerte de los gobiernos sobre los mercados, se conseguirá la eficiencia.
Podéis consultar aquí el informe en inglés y el resumen cumplido en catalán

Ecofeminismo

La mirada ‘biofísica’ de la economía que nos propone el Dr. Paavo Järvensivu nos resulta insuficiente sin una visión ecofeminista de la vida. El punto de partida es la conciencia que la especie humana vive encarnada en cuerpos que son vulnerables y finitos. Cuerpos que hay que cuidar a lo largo de toda su existencia y más intensamente en algunos momentos del ciclo vital. El feminismo ha denunciado históricamente la naturalización del cuerpo de la mujer como herramienta para legitimar el patriarcado. Reducidas a cuerpo/máquina, las mujeres han sido sometidas, explotadas y obligadas a responsabilizarse, ellas solas, del cuidado de los cuerpos.
Pero no tan solo las mujeres han sido cosificadas por el capitalismo/patriarcado. Todos los humanos lo están desde el momento en que el capitalismo considera que una persona solo tiene valor si se le puede poner precio para contabilizarla en el PIB. Y no tiene valor si no trabaja, si no ha sido mercantilizada.
Para el capitalismo, los cuerpos por sí mismos son cargas improductivas. Por consiguiente, prescindibles si no trabajan. Contrariamente, para el ecofeminismo, pero también desde el punto de vista de los derechos humanos, los cuerpos humanos son bienes fondo, como los bienes naturales que proporciona la naturaleza: minerales, fósiles, fotosíntesis, polinización. Y tienen derechos, todos los derechos, por el solo hecho de existir, trabajen, estén mercantilizados o no. Hablaremos en profundidad sobre ello en otro artículo

Transversalidad

Además del rápido cambio climático/calentamiento global, la creciente infertilidad del suelo, la pérdida de biodiversidad, las sequías, la acidificación oceánica, la pérdida de capacidad de polinización y de fotosíntesis, el aumento de los desastres naturales y otros peligros ambientales, las sociedades son testigos del aumento de la desigualdad, el aumento del paro, el lento crecimiento económico, el aumento de los niveles de deuda y gobiernos sin instrumentos prácticos para gestionar sus economías.
Esta degradación de la vida, de los derechos, también está causada por la creciente crisis ecológica. A medida que los costes ecológicos y económicos del excesivo consumo industrial continúan aumentando, el crecimiento económico al que nos hemos acostumbrado está en peligro. Pero los responsables de la política, los políticos, los partidos, no reconocen ni aceptan los problemas subyacentes. Tampoco las élites económicas que controlan/dominan la economía vigente, el sistema económico capitalista, hacen nada para evitarlo, muy probablemente, porque ya le va bien.
En un reciente documento del ”Institute forPublic Policy Research” de Gran Bretaña, se detalla: en el mundo y desde 1950, el número de inundaciones se ha multiplicado por 15, acontecimientos de temperatura extrema por 20, los incendios forestales siete veces; la superficie vegetal ahora se pierde entre 10 y 40 veces más rápido que el tiempo de recuperación de los procesos naturales; los 20 años más cálidos desde que se iniciaron los registros el 1850 han sucedido en los últimos 22 años; las poblaciones de vertebrados han caído en una media del 60% desde la década de 1970, y el número de insectos (vitales para la polinización) han disminuido todavía más rápido en algunos países.
Los autores relacionan directamente esta intensa y dramática crisis climática con la salud, la precariedad/pobreza, desposesión, acumulación/riqueza, desigualdades, migraciones. Una amenaza similar a la de la crisis financiera de 2008. Estos procesos, sostienen, amplifican e interactúan con los problemas sociales y económicos existentes. En términos extremos, la crisis ambiental podría provocar un colapso catastrófico de los sistemas humanos. Choques económicos, sociales y políticos que se contagiarían a través de la globalización. Y ponen el ejemplo en la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios que confían en solo cinco especies animales y 12 plantas para proporcionar el 75% de la nutrición mundial.
La lucha contra el cambio climático/calentamiento/crisis ambiental será larga y dura porque significa combatir el capitalismo, que es, en definitiva, el principal causante. Una lucha que no se puede hacer tan solo desde los movimientos ambientales. Todos los movimientos sociales, las mareas, tienen que entender que la crisis que vivimos es de civilización y que no se resolverán sus problemas ni lograrán /reconquistarán sus legítimos derechos si no levantan la mirada y comprenden que la causa es el sistema económico dominante, que ignora casi del todo las dimensiones energéticas y materiales de la economía: los límites planetarios que imposibilitan el crecimiento permanente en el que está basado.
La transición/transformación ecológica, que en realidad es una revolución, no se hará si no es socialmente justa, equitativa, transparente, sincera y con las personas/ciudadanía como protagonistas. Y no se puede hacer beneficiando a los más ricos. Y se tiene que llevar a cabo si se quiere que los jóvenes que se manifiestan tengan el futuro que reclamen y al que tienen derecho. Y también todos nosotros.
https://www.revoprosper.org/2019/03/06/rebelion-o-extincion-crece-la-protesta-contra-el-cambio-climatico/
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 https://sustainabledevelopment.un.org/globalsdreport/2019

dijous, 14 de març del 2019

La humanidad comparte un código moral común

La humanidad comparte un código moral común 

La ética evolucionó en nuestra especie para promover la cooperación


La humanidad comparte un código ético común basado en siete reglas que se siguen en todas las culturas: nos llevan a abordar de forma parecida los problemas sociales y a usar un conjunto similar de reglas morales para resolverlos.


Antropólogos de la Universidad de Oxford han descubierto lo que consideran las siete reglas morales universales que se encuentran en todas las sociedades del mundo.

Mediante una encuesta realizada a 60 culturas diferentes, han podido establecer que siete normas éticas son comunes a la humanidad: ayudar a la familia, a la comunidad a la que se pertenece, devolver favores, ser valientes, respetar a los mayores, distribuir de manera justa los recursos y respetar las propiedades de los demás.

Si buscábamos un marco ético común desarrollado a lo largo de la evolución humana, este es el perfil culturalmente aceptado por nuestra especie. Es la primera vez que se profundiza tanto en el ética humana, ya que anteriores estudios habían obtenido resultados parciales de los valores compartidos en diferentes culturas.

El nuevo trabajo, dirigido por Oliver Scott Curry, Daniel Austin Mullins y Harvey Whitehouse, es el estudio intercultural más grande y completo jamás realizado sobre el tema de la moralidad.

Código universal

“Personas de todo el mundo enfrentan un conjunto de problemas sociales de forma parecida y usan un conjunto similar de reglas morales para resolverlos. Como se esperaba, estas siete reglas morales parecen ser universales en todas las culturas. Todos compartimos un código moral común. Todos están de acuerdo en que cooperar y promover el bien común es lo correcto”, explica Oliver Scott Curry, investigador principal, en un comunicado.

El estudio probó la teoría de que la moralidad evolucionó para promover la cooperación, y que, debido a que existen muchos tipos de cooperación, existen también muchos tipos de moralidad.

De acuerdo con esta teoría de la moralidad como cooperación, la selección de parientes explica por qué sentimos un deber especial de cuidar a nuestras familias y por qué aborrecemos el incesto.

El mutualismo explica por qué formamos grupos y coaliciones (hay fuerza y ​​seguridad en los números) y, por lo tanto, por qué valoramos la unidad, la solidaridad y la lealtad.

El intercambio social explica por qué confiamos en los demás, correspondemos favores, sentimos culpa y gratitud, reparamos y perdonamos. Y la resolución de conflictos explica por qué nos involucramos en demostraciones costosas de destreza como la valentía y la generosidad, por qué respetamos a nuestros mayores, por qué dividimos los recursos en disputa de manera justa y por qué reconocemos la posesión previa.

Comportamientos moralmente buenos para todos

La investigación descubrió, primero, que estos siete comportamientos cooperativos siempre se consideraban moralmente buenos. Segundo, se encontraron ejemplos de la mayoría de estas actitudes éticas en la mayoría de las sociedades. Es más: no hubo ninguna sociedad en la que cualquiera de estos comportamientos se considerara moralmente malo. Y tercero, estas actitudes éticas se observaron con igual frecuencia en todos los continentes; no eran propiedad exclusiva de 'Occidente' o de cualquier otra región.

Así, entre los amhara de Etiopía, ignorar la obligación de parentesco se considera una desviación vergonzosa, que indica un carácter malvado. En Corea, existe una ética comunitaria igualitaria de asistencia mutua y cooperación entre vecinos y una fuerte solidaridad dentro del grupo.

La reciprocidad se observa en cada etapa de la vida de Garo, una etnia de Meghalaya, en La India, y tiene un lugar muy destacado en la estructura social de los valores de esta etnia. Entre los Maasai de Kenya,  los que se aferran a las virtudes de los guerreros siguen siendo muy respetados.

Los Bemba, un pueblo bantú del África austral, exhiben un profundo sentido de respeto por la autoridad de los ancianos. La idea de justicia de los Kapauku en Indonesia se llama 'uta-uta, media mitad, cuyo significado se acerca mucho a lo que llamamos equidad, según los investigadores. Y entre los tarahumaras, del norte de México, el respeto por la propiedad de otros es la clave de todas las relaciones interpersonales.

Variaciones

El estudio también detectó variaciones, ya que, aunque todas las sociedades parecían estar de acuerdo con las siete reglas morales básicas, variaban también en la forma en que las priorizaban o clasificaban.

El equipo ha desarrollado un nuevo cuestionario para recopilar datos sobre los valores morales modernos, y está investigando si la variación intercultural en los valores morales refleja la variación en el valor de la cooperación en diferentes condiciones sociales.

Según el coautor Harvey Whitehouse, los antropólogos se encuentran en una posición única para responder preguntas muy antiguas sobre los universales morales y el relativismo moral. “Nuestro estudio se basó en descripciones históricas de culturas de todo el mundo; estos datos se recopilaron antes e independientemente del desarrollo de las teorías que estábamos probando. Futuros trabajos podrán probar predicciones más precisas de la teoría mediante la recopilación de nuevos datos, incluso de manera más sistemática”.

 “Esperamos que esta investigación ayude a promover el entendimiento mutuo entre personas de diferentes culturas. Apreciamos lo que tenemos en común, y cómo y por qué somos diferentes", concluye Curry.

Referencia

Is It Good to Cooperate? Testing the Theory of Morality-as-Cooperation in 60 Societies. Oliver Scott Curry, Daniel Austin Mullins, Harvey Whitehouse. Current Antropology. Volume 60, Number 1, February 2019, 47-69. DOI: https://doi.org/10.1086/701478

La humanidad comparte un código moral común 

La ética evolucionó en nuestra especie para promover la cooperación

Is It Good to Cooperate? Testing the Theory of Morality-as-Cooperation in 60 Societies. Oliver Scott Curry, Daniel Austin Mullins, Harvey Whitehouse. Current Antropology. Volume 60, Number 1, February 2019, 47-69. DOI: https://doi.org/10.1086/701478

https://www.tendencias21.net/La-humanidad-comparte-un-codigo-moral-comun_a45108.html?fbclid=IwAR0LY0y-BcIp2TYyHarGenOs1Pa_5ug0mgyWTV5plxCc4i-tsWt1-AGiNXg

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John Stuart Mill «No hay mejor prueba del progreso de la civilización que el progreso del poder de cooperación». 

dissabte, 9 de març del 2019

Cartonajes la Plana, Voramar, Supernaranjas y Mas de Amela, premiadas por su responsabilidad social


Cartonajes la Plana, Voramar, Supernaranjas y Mas de Amela, premiadas por su responsabilidad social

La Mesa de Responsabilidad Social de Castelló cumple diez años y agrupa a más de 50 empresas y organizaciones de la provincia

07.03.2019 | 16:27
Cartonajes la Plana, Voramar, Supernaranjas y Mas de Amela, premiadas por su responsabilidad social
El tejido empresarial de Castelló sigue dando pasos en responsabilidad social. Pequeñas y grandes empresas impulsan cada día iniciativas individuales que afianzan este compromiso y pueden servir como modelo para otras organizaciones. La Mesa de Responsabilidad Social de Castelló ha querido poner en valor las buenas prácticas de ocho empresas que desarrollan su actividad en la provincia de Castellón y ha creado unos galardones específicos que se han entregado hoy. Cartonajes La Plana, Voramar, Supernanjas y Mas de Amela han recibido un premio por su trayectoria en responsabilidad social, en un acto celebrado en la Casa dels Caragols que ha reunido a más de medio centenar de empresas y organizaciones. Otras cuatro entidades han recibido un premio como finalistas.
El jurado ha valorado aspectos clave como el compromiso social, el impacto medioambiental y el económico de empresas y autónomos que "han desarrollado alguna iniciativa de responsabilidad social durante dos años consecutivos, con resultados mesurables y con continuidad en el tiempo". Las candidaturas presentadas se han agrupado en cuatro categorías distintas: emprendedor, micorempresas, PYME y gran empresa.
El ganador de la modalidad de emprendedor ha sido Mas de Amela, por su programa de fomento de ganadería ecológica, alimentación sostenible y saludable, y fijación de la población rural al territorio. En microempresa, se ha reconocido a Supernaranjas por la recuperación del huerto citrícola de forma ecológica través de la venta online, basados en la economía del bien común. En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, el premio es para Voramar, por Implantación de Plan de Sostenibilidad desde 2015 que integra los ODS en la gestión de la actividad y los principios de la Economía del Bien Común. Y en entre las grandes empresas, se ha reconocido la labora de Cartonajes La Plana, por la implantación de estrategia de la Economía del Bien Común, y por su apuesta por la creación de valor en Betxí y en la provincia con la donación de la fundación empresarial a la ciudadanía Fundació Cívica Novessendes. El galardón entregado a los premiados ha sido diseñado por Deferro.
También se ha reconocido con un diploma la labor de cuatro empresas que han quedado finalistas en las distintas categorías del premio: VampirakoStudio, por su apoyo, entre otras acciones, a la investigación médico de la Distrofia Muscular de Cinturas 1F; Pou de Beca, por el impulso al turismo familiar responsable, y el desarrollo de un restaurante Slow Food y Km 0; Balneario de Villavieja, por la recuperación integral de las instalaciones, así como el impulso al turismo de la localidad y, por último, Ashland Chemical Hispania, por el desarrollo de su código ético, la red social de mujeres, y sus relaciones con la comunidad.
El humanista y experto en responsabilidad social Juan José Almagro ha impartido una conferencia magistral sobre el "liderazgo y la responsabilidad social", que ha precedido a la entrega de los premios. "Estamos viviendo y padeciendo un cambio de época, no una época de cambios (€) donde el nuevo horizonte de la empresa pasa por la responsabilidad social y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible". Almagro ha señalado que son los jóvenes quienes deben liderar esta transformación global, asumiendo el relevo de la generación que comenzó esta revolución por el cambio pero para ello es necesario tener "menos influencers y más referentes". En la inauguración ha participado el catedrático de Ética de la Univesitat Jaume I, Domingo García Marzá, así como María José Antoni y Patrici Calvo, en representación de la Mesa de RSCs.
Calvo ha realizado un recorrido histórico de esta plataforma que, con motivo del décimo aniversario de su creación, ha organizado el I Premio de Buenas prácticas de Responsabilidad Social. Esta Plataforma agrupa a más de 50 instituciones, asociaciones, fundaciones, organizaciones civiles y empresas que participan cada mes en reuniones de coordinación e intercambio de experiencias y promueven anualmente la realización de numerosas actividades de desarrollo social y fomento de la responsabilidad social. Además, contempla también la formación de los más jóvenes.

https://www.levante-emv.com/castello/2019/03/07/cartonajes-plana-voramar-supernaranjas-amela/1845278.html?fbclid=IwAR3r5NpkoFoGGXYOvO5-YZQJJ0v-zbIgQ_96wwH79UiL8x4at1Asg9iYhLI

 


Les empreses EBC han rebut premi RSC avui a Castelló. Referents en bones pràctiques empresarials. Amb Manolo Piquer Gumbau, Esther Paulo, Maria José Antoni Ruiz, Raquel Gómez, Paco Usó, Sonia Gil Tena